lunes, 21 de abril de 2008

Pemex: Entre la búsqueda de culpables y beneficiarios

COMENTARIO ABIERTO

José Emilio Lobato Corrigeux
Comentario Abierto

Cuando corría el cuarto año de gobierno de Vicente Fox y las explosiones y derrames petroleros se multiplicaban, con todo el cinismo que le caracterizo declaraba “es el resultado de mas de 70 años de corrupción de gobiernos priistas”; sin embargo a esas alturas de su periodo presidencial, su administración no reportaba la aplicación de política alguna que tuviera que ver con mantenimiento, exploración y producción o siquiera con realizar cambios al régimen fiscal que en su tiempo como ahora, ahoga a PEMEX.
Lo cierto es que los hechos reflejan dentro de la existencia de Petróleos Mexicanos a un de mar de corrupción administrativa en el que funcionarios, contratistas y lideres petroleros integraron una clase social sui generis que descansaba en la complicidad, el cinismo y en la burla permanente de los trabajadores que siempre se fletaron al interior de las plantas petroleras, en los campos y los pozos y en la plataformas marítimas, con la creencia de que sus “representantes” sindicales les defendían con lealtad, cuando siempre se vio que al convertirse en funcionarios sindicales sus condiciones de vida cambiaron y a la vista de todos lucían sus mansiones, vehículos y concubinas.
Partidos políticos aparte, los vicios corruptivos en PEMEX continúan y de entonces a la fecha lo han convertido en un chatarrero que ya no soporta mas los embates de la competitividad internacional, pues además de tener una enorme carga fiscal, no abastece el mercado interno de las gasolinas y de sus ingresos la parte que se invierte en presupuesto nacional significa el 40% , es decir, que aun vivimos en una economía petrolizada a pesar de la reiterada fase discursiva del emergente neoliberalismo mexicano de Miguel de la Madrid, donde sostenía que la política económica que proponía era la de diversificar la economía nacional e impulsar las exportaciones no petroleras, pero que , por lo visto, fue solo eso, discurso.
De nada sirvió que José López Portillo, tal vez el último Presidente de la época posrevolucionaria invirtiera en la exploración y la producción de crudo, que la planta petroquímica se ampliara y nuestras finanzas se vieran fortalecidas por la venta de productos petroleros si no se reinvirtieron las utilidades en la infraestructura petrolera para no quedar a la zaga en materia tecnológica y parte de los recursos obtenidos se canalizaron a inversiones prácticamente improductivas. Se construyeron los Complejos Petroquímicos de La Cangrejera y el Morelos pero no se realizaron proyectos en la industrialización de hidrocarburos, ni en la exploración y desarrollo de campos que identificaran puntos de reservas probadas para que llegado el momento pudieran procesarse en las plantas petroleras y petroquímicas.
Durante el periodo de Carlos Salinas de Gortari el proceso privatizador comenzó con una impactante operación política – policíaca: la detención de los principales dirigentes petroleros Joaquín Hernández Galicia “la Quina” y Salvador Barragán Camacho, para que no pudieran impedir este proceso, se manejaba que PEMEX se convertiría en factor de estabilidad social del país, y el proceso privatizador como el de gasto social se vuelven sumamente agresivos, se intensificó la exportación petrolera pero no se amplió la exploración y el desarrollo de campos petroleros, prácticamente la planta industrial petrolera solo servía para producir y exportar, pero no recibía inversión alguna para su mantenimiento y expansión, era la política de “PEMEX da todo y se le invierte nada”
Con Ernesto Zedillo los resultados en la política petrolera son los mas negativos, pues además de que la inversión prácticamente no existió se favoreció de manera especial a empresas que realizaran trabajos a PEMEX de manera externa entre las que se encuentran Halliburton y Schulemberger, mantenimiento no hubo, no se construyeron refinerías ni plantas, disminuye considerablemente la productividad, costos directos altos y significativos rezagos tecnológicos, de tal forma que se considera como el gobierno mas inmóvil en lo que se refiere a materia petrolera-
El gobierno de Fox sigue una mística similar y el abandono en la actividad petrolera materializada en explosiones o derrames dan una muestra de la exorbitada ambición de su gente cercana donde la sospecha de la corrupción prevalece.
Hay quienes aseguran que así como algunas explosiones y derrames petroleros fueron resultado de la omisión y la complacencia en la aplicación de programas de prevención y mantenimiento, otras fueron programadas perversamente como “accidentes” petroleros, principalmente en materia de remediación ambiental, para favorecer a empresas de amigos con la asignación de contratos multimillonarios de manera directa, pues debemos recordar que la Ley de Adquisiciones, Arrendamientos y la Prestación de Servicios relacionados con la obra publica permite que en casos fortuitos o de fuerza mayor, pueden obviarse los procedimientos establecidos para una licitación publica y de esto sabe mucho un Senador veracruzano que fué prominente funcionario en PEMEX que pretende ser Gobernador.
Hoy PEMEX enfrenta una realidad que va de la mano con nuestro futuro y entre sus retos está la de enfrentar la declinación de los principales yacimientos sustituyéndolos con hidrocarburos de otras cuencas; mantener la plataforma productiva; reducir la participación de importaciones en la oferta de productos petrolíferos; incrementar su productividad y eficientar su operatividad; perfeccionar sus sistemas de fiscalización, transparencia y rendición de cuentas; mejorar sus estándares de calidad ambiental y seguridad industrial; aumentar las reservas probadas para mantener la capacidad productiva y equilibrar sus mecanismos financieras para hacerla una empresa con viabilidad operativa.
Como empresa a nivel internacional ocupa el lugar numero once, pero en el año 2000 era la sexta; en el 2004 la novena y en el 2006 se convirtió en la décima, es decir que nuestra presencia ha disminuido y si en términos de economía domestica no hemos salido afectados negativamente, esto ha sido el resultado del alto índice de los precios del petróleo en el mercado internacional y entre la capacidad de restitución de reservas que enfrentan otras empresas petroleras importantes, el promedio es de alrededor del 100%, mientras que la de PEMEX es apenas del 50% y su relación de reservas probadas a producción de hidrocarburos líquidos, la nuestra es la menor.
Urge encontrar reservas petroleras para que la planta industrial las pueda procesar, pues de nada sirve contar con ella si no tenemos producto para su transformación, por ello la propuesta de Felipe Calderón, la cual sugiere que, para contar con reservas probadas es necesario explorar yacimientos o cuencas petrolíferas en las partes profundas del mar, sin embargo resultaría una inversión que al parecer nuestras finanzas publicas no son capaces de solventar, y de ahí parte la necesidad de compartir con empresas privadas internacionales la ejecución de este tipo de trabajos altamente especializados pero que significan un riesgo para la soberanía y una contravención al marco constitucional.
La otra alternativa seria solicitar un crédito internacional para que PEMEX realice estos trabajos , adquiriendo tecnología propicia y capacitando a especialistas mexicanos para llevarlos a cabo, corriendo el riesgo de que se localicen reservas o no y nos encontramos en un problema financiero y un dilema para solucionar lo urgente; en pocas palabras, el futuro nos alcanzó y no tenemos para donde irnos y a medida de reflexión nos preguntamos ¿ que se va a hacer con los responsables de esta catástrofe histórica que han puesto el futuro de México en un predicamento?; ¿ quienes serán los beneficiarios en caso de que prospere la propuesta calderoniana?... la verdad y hablando muy en serio, esto no solo exige un debate nacional entre legisladores de la pluralidad, sino que conlleva la coparticipación de los ciudadanos mexicanos, quienes finalmente somos los que debemos definir nuestro destino y ayudar a tomar la mejor decisión.
No estamos dispuestos a vivir un episodio más del neoliberalismo avasallador en que lo más importantes es privatizar las ganancias y luego cuando las cosas no resulten, se socialicen las pérdidas, así como con el fobrapoa que hoy seguimos pagando, aunque nos encajen cobros de más.
Usted tiene la mejor opinión

lo-corrijo@hotmail.com

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