La delincuencia opera sin licencia

José Emilio Lobato Corrigeux
Comentario Abierto

La descomposición social que padecemos se refleja diariamente en las noticias en todo tipo de medios, impera la nota roja, asaltos, asesinatos, degollados, secuestros, robos de autos, levantotes, narcomenudeo, son palabras se que han convertido en parte de nuestro lenguaje coloquial.
Hace todavía algunos años, este tipo de noticias se reflejaban como expresión del alto índice de complejidad social que se vivía en las grandes ciudades como el distrito federal, monterrey y Guadalajara entre otros lugares importantes con elevado índice poblacional, hasta se consideraban los asaltos a mano armada y el consumo de algún enervante como algo controlable y los niveles en que se manifestaban hasta eran aceptables.
Pero en la actualidad hemos observado una tendencia preocupantemente creciente del problema y en muchos de los casos las victimas o los actores hasta resultan conocidos y es cuando nos preguntamos ¿Qué es lo que esta pasando con la seguridad de los mexicanos?...se recuerda que quienes hoy tienen el poder del país, en su momento ofrecieron condiciones para que los mexicanos viviéramos mejor pero por lo visto el reto les quedo grande.
Lo mas preocupante es que en el animo de evadir y no de asumir su responsabilidad, el gobierno federal, responsable de atender los problemas que concurren en mas de una entidad federativa, se deslinda de las responsabilidades y extiende su incapacidad de resolución a los gobiernos de los estados y al del Distrito Federal como si estos no resintieran el subejercicio presupuestal que padecen la mayor parte de los mexicanos única y sencillamente por ser gobernados por fuerzas políticas diferentes a quienes detentan el poder federal.
Otra institución que padece la carente pericia para enfrentar los grandes problemas de la seguridad pública por parte del gobierno calderonista es sin lugar a dudas el ejército, quien ahora es distraído de su tarea mas importante que es la de garantizar la integridad de nuestra soberanía, entendiéndose esta simple y llanamente como la capacidad que tenemos como nación para ejercer nuestra libre autodeterminación evitando la intromisión de fuerzas extranjeras en nuestras decisiones.
Hoy han convertido ha esta institución tan respetable en una policía mas para enfrentar a la delincuencia que beligerante desafía al propio ejercito y a todo tipo de policías que se les ponga enfrente en acciones traicioneras que agravian en todo momento a la sociedad mexicana y los ciudadanos se hacen muchas preguntas.
Una de ellas es ¿Cómo pueden los delincuentes circular en las carreteras y caminos de nuestro país armados y adiestrados con las mejores armas, asesinar, secuestrar y robar en cualquier momento y en cualquier lugar de nuestro territorio sin ser molestados por absolutamente ninguna corporación de seguridad publica?
¿Quien les permite semejante aberración? y por el contrario, ¿porque cualquier ciudadano del país que temeroso de lo que pueda ocurrirle en cualquier momento busca la forma de contar con un arma para defenderse de los delincuentes es castigados severamente y sin ninguna consideración?
Mientras la delincuencia crece, ya en el país existen alrededor de 8 mil empresas privadas que se dedican a la seguridad ofreciendo servicios de escoltas, traslado y custodia de valores y vigilancia de todo tipo de instalaciones y que son contratados por una alto segmento poblacional y empresarial que al observar los altos índices de criminalidad han adoptado la medida de contratar este tipo de servicios que en al país generan aproximadamente 800 mil empleos para salvaguardar el patrimonio de mas de 5 mil empresarios y coadyuvan con las corporaciones de seguridad publica en la enorme tarea de proporcionar seguridad..
Estas empresas enfrentan un riguroso procedimiento para que la Secretaria de la Defensa Nacional les autorice una licencia colectiva de portacion de armas de fuego con las que pueden enfrentar a la delincuencia (¿organizada?) en circunstancias menos desventajosas, sin embargo los tramites son tan estrictos que para contar con esta licencia debe cumplirse con una serie de requisitos que retardan el tramite y conseguir la licencia es un verdadero triunfo.
Mientras tanto, la delincuencia se mueve ágilmente y con toda impunidad en cualquier lugar, a cualquier hora sin ser molestados y por el contrario, por la forma en que se desplazan, se tiene la percepción de que alguien los apoya y les permite que hagan lo que les viene en gana, los mexicanos vivimos en la zozobra y con el temor de que en cualquier momento, desde un teléfono celular desconocido (porque no existe un control de quienes son las personas que adquieren la línea telefónica), uno de estos indeseables sujetos no haga una llamada para decirnos que tiene en su poder a un familiar y nos exija un rescate inalcanzable para nuestras capacidades económicas.
Es decir., mientras en la comodidad de las oficinas del gobierno federal se plantean las estrategias para obtener los mejores resultados del proceso electoral del 2009, no se ve por donde se este elaborando la estrategia que permita vivir mejor a los ciudadanos de nuestro país disminuyendo los índices delictivos, lo cierto es que la delincuencia no tiene licencia para portar armas…. ¿o si y no lo sabemos los mexicanos?
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