jueves, 11 de septiembre de 2008

066… ¡Quiero denunciar un secuestro!

Salvador Muñoz
Los Políticos

Antes…
¿Cuál es la diferencia entre el Uno y el Dos?
¡Un Peso!
Se puede decir que el peso político del Uno es muy superior al del Dos. El peso en kilogramos del Dos es superior al del Uno.
Sin embargo, el peso que implica por un lado, llevar las negociaciones con el Pulpo Camionero y su petición de aumento a las tarifas del pasaje urbano, puede acarrearle antipatías al Dos porque un peso para el grueso de la población pesa mucho.
Para el Uno, teniendo a la vuelta de la esquina elecciones federales, el peso de ser la esperanza, tabla de salvación o representante popular de una sociedad que cada día ve inevitable que le aumenten uno o dos pesos a su pasaje urbano, hace que contradiga al Dos, aun cuando se supone que el Dos no da paso sin autorización del Uno.
¿Qué se logra con esto? Algo muy sencillo: Confusión.
Lo único cierto es que, diga lo que diga el Uno o el Dos, van aumentarle uno o dos pesos al pasaje urbano.
Y volvemos al inicio… la diferencia entre el Uno y el Dos es el peso… pesa más la palabra del Uno aunque un peso o dos van a pesar más para la población.

* Marcando al 066…
La siguiente conversación telefónica fue grabada. Los contenidos y conversaciones en ella tienen son extremadamente fuertes. Sugerimos al público se abstenga de la lectura si se le derrama fácilmente la bilis, si tiene azúcar o padece del hígado. Será bajo su riesgo si desobedece estas indicaciones…
–¡Riiing! ¡Riiing!
–066, ¿cuál es su emergencia?
–¡Quiero denunciar un secuestro!
–Conserve la calma… ¿Quién es la víctima?
–¡El C-4!
–¿Cómo?
–Sí… creo que don Arturo no se ha dado cuenta ¡pero tiene al enemigo adentro!
–¿Es una llamada de broma?
–En lo absoluto… ¡tengo testigos!
–¿Quién?
–¡Alberto Silva Ramos!
–¿Él puede identificar a los plagiarios?
–¡Exacto! ¡Son plagiarios!
–Pues sí, si dice que cometieron un plagio…
–¡Más bien porque son una plaga para el C-4!
–A ver, dígame los nombres de las plagas, digo, de los plagiarios…
–Sólo los puedo identificar por nombres: Hay un tal Arturo…
–¿Bermúdez?
–No… ese señor sí trabaja… me refiero a su secretario…
–¡Ahhh! ¿Quién más?
–Mago…
–¿Beto el Boticario? ¿El mago Frank y su conejo Blas?
–¡No vaya a ser Chen Kai!
–¿Me está insultando?
–Me refiero a Mago, ¡la auxiliar!
–Bueno, pero explíqueme: ¿Por qué dicen que tienen secuestrado al C-4?
–Porque ellos deciden quién pasa y quién no a ver a don Arturo… con decirle que al director del Invedem lo dejaron esperando…
–¿Silva?
–Sí, yo creo que se fue ¡pero antes se las silbó!
–Oiga… ¿Y no serán miembros de una banda?
–¿Es anónima la llamada, verdad?
–En este caso sí… ¿quiere decir algo peligroso?
–Sí… creo que tanto el secre Arturo como la Mago pertenecen a la banda de ¡¡¡Los Católicos!!!
–¿La misma que funciona en Sefiplan?
–¡La misma! La misma que nunca permite que alguien se acerque a Javier Duarte…
–¡Estamos en peligro! ¡Déjeme pasarle la llamada directamente al señor Bermúdez Zurita para que usted lo entere… ¡lo enlazo a su oficina! Un momento…
(Música de fondo mientras contestan el teléfono)
“Veracruz en tu nombre tú llevas / tikití tikití tikití…”
Se alza el auricular y una voz femenina contesta:
–¿Recepción? ¿Con quién desea hablar?
–Con el señor Bermúdez Zurita…
–¿De parte de quién?
–Juan Pueblo…
–Un momentito… déjeme ver si está… (Maguito… un tal Juan pregunta por el jefe…)…
Entra la música de fondo de nuevo mientras esperan del otro lado… pero Juan Pueblo nunca obtuvo respuesta pero se aprendió el himno a Veracruz…

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