Martha Marañón
En el 2007 los panistas
quedaron azules y fríos.
Y la roja muerte repartía
despensas de lo feliz que estaba,
Pero gran sorpresa se llevó
cuando fielmente azorada
observó Que en el 2008
el PAN resucitaba.
Julen, Bueno, Yunes y Buganza
Al panteón veracruzano
llevaban esperanza
Pero la muerte roja enojada
les advirtió: Déjense de jaladas
que aquí sólo mando yo.
En escena entonces apareció,
Hermann Ortega, un político de peso,
y a la muerte roja advirtió:
A estos cuatro me los llevó a Veracruz
para hacer campaña por el PAN
Pues todos los santos anunciaron ya
que uno de ellos gobernador será.
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