¿Y la humildad?

Hugo Garizurieta
Dentellada

Todo va dentro de lo planeado. En cuanto a resultados, los Tiburones Rojos ahí la llevan de cara a la liguilla. Pero hay un frijol en el arroz, que a la postre puede cambiar el rumbo de lo que se pretende. Me refiero a la humildad.
En días pasados me enteré que una escuelita de futbol tuvo la pretensión de ir a visitar a los escualos. Ya se imaginarán, los chiquillos animados por ver a sus ídolos, que los inspiran a un futuro prometedor.
Una idea muy buena, que sin embargo fue cortada tajantemente porque al señor Sergio Orduña, lo primero que le vino a la cabeza fue un rotundo ¡no! Obvio, que acarreaba una justificación estúpida. El pretexto fue que estaban muy ocupados en cuanto a entrenamientos.
Cuando me entero de esa respuesta, de primera instancia, aprobé al técnico, pues me imaginé que los Tiburone trabajan duro por su participación en la Liga de Campeones o en la Libertadores; de repente, como si me hubieran dado un zape, retorné y recordé que el equipo juega en la Primera A, una división mediocre y de primitivos, tan sólo hay que echar un vistazo a la bronca entre Irapuato y Dorados el fin de semana anterior.
Por Dios, a estas alturas, lo menos aceptado es la masonería, con todo respeto, porque no se ha ganado nada, se está ahí por torpezas y le recuerdo al estratega, cuidadito, porque si no se consigue el ascenso, el primero que va tener que agarrar su maletita será el y cargará con la culpabilidad.
La humildad nunca se debe perder, es la mejor arma para lograr lo que sea, cuando menos un respeto, porque, hoy por hoy, el hablar del Club Veracruz es sinónimo de perdedores. Y conste que los chamacos sólo querían verlos entrenar, así que mucho ojo con esas actitudes, digo sabemos que el entrenamiento se lleva su tiempo y cómo no, si gran parte lo invierten en ver si Ariel González por fin aprende a meter goles (y eso que pensé que íbamos a extrañar a Paco Bravo pero son lo mismo ni a cual irle).
Si se les aplaudió por la buena acción con los damnificados del sur, no la rieguen a estas alturas.
¿Usted cómo ve?

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