martes, 6 de enero de 2009

¡Santos turismos, Batman!

Álvaro Belin Andrade
Hora Libre

Sin parar mientes, desde el inicio de su gestión, el alcalde xalapeño David Velasco Chedraui se ha empeñado en que la capital veracruzana se convierta en una nueva Arcadia y abandone su condición de Atenas.
En su intento por atraer turismo, sea del tipo que sea, David está convencido de que el carácter cultural de la ciudad genera buenos comentarios pero muy pocos visitantes; por ello, su apuesta se orienta a vender la capital por el lado de las creencias populares, aprovechando la bonanza religiosa que ha generado la canonización en 2006 de Rafael Guízar y Valencia.
Sí, en efecto, la creencia mueve montañas. Cada diciembre, el DF atrae a millones de “turistas religiosos” organizados en masivas procesiones guadalupanas; en Guadalajara, el protestantismo atrae cada año a cerca de un millón de visitantes, y el catolicismo busca generar la denominada Ruta Cristera; aquí mismo en Veracruz, en Otatitlán, cada año miles de peregrinos llegan a adorar al Cristo Negro. Y, aparte de basura, caos vehicular, muertes por accidentes automovilísticos, ciertamente todos los peregrinos comen y duermen y pagan por todo ello.
Un estudio realizado por el Vaticano reveló en 2002 que entre 220 y 250 millones de personas (70 por ciento de ellos católicos) se movilizan cada año a los centros de culto religioso, los más fuertes el Vaticano (8 millones), Lourdes (6 millones), Claromontana (4-5 millones), Fátima (4 millones) y Guadalupe (2 millones). En México, se calcula que cerca de 33 millones de paisanos visitan algún centro de culto religioso cada año.
Pero en todos los casos, el fenómeno ha sido producto de un largo proceso vivido por los propios feligreses en la constatación de la efectividad de los santos en la mejora de sus vidas; casi nunca (como se pretende en la actualidad) como producto de una campaña promovida por un gobierno laico –en sus dos niveles en el caso que nos ocupa–, en que se invierten recursos públicos y se olvidan preceptos estampados en la Constitución.
Lo más reciente y polémico ha sido la inversión municipal para la creación de una gigantesca escultura de Rafael Guízar que pretende colocar frente al Palacio de Gobierno. A David Velasco se le ha ocurrido enfrentar las crecientes críticas de dirigentes laicos y liberales opuestos a que un santo desplace de su sitio al liberal xalapeño Sebastián Lerdo de Tejada, con el sambenito de que convocará a una consulta popular para decidirlo. ¿Quién pagará esa consulta?, ¿por qué debe organizarla el Ayuntamiento?
De por sí, los citadinos hemos debido soportar la contaminación visual que tanto el gobierno estatal como la Iglesia han prohijado en el centro de la ciudad, algo que por cierto aleja a los turistas o les evita disfrutar de ese entorno arquitectónico.
Hace meses que la Plaza Lerdo, seguramente para reducir espacios a las manifestaciones, está ocupada permanentemente por templetes y adminículos de diversa especie colocados por el gobierno estatal, por entre los que deben transitar los peatones, mientras la iglesia católica, con un agresivo marketing, ornamenta su edificio con gigantescos pendones, con leyendas de toda laya, sea para difundir la imagen del nuevo Arzobispo (entendible porque nadie lo conoce en estas tierras) o para vanagloriarse de su nuevo santo.

Al César lo que es del César…

Nadie está proponiendo que se limite una creencia religiosa ni se menoscabe el derecho de los ciudadanos a ejercerla. Lo criticable es que sea el propio gobierno, estatal y municipal, el más ferviente impulsor no del turismo sino de la propia creencia en un santo, tarea que corresponde exclusivamente a los curas.
Según estudios hechos por investigadores de universidades públicas, como la de Guadalajara, el turismo religioso es importante para generar movimientos de recursos a escala, y está claro que el gobierno en general no ha caído en la cuenta de que es necesario crear una infraestructura de servicios que permita atender esa demanda.
Apenas recientemente el Gobierno del Distrito Federal ha creado un plan rector para generar planes de inversión que satisfagan las necesidades del turismo religioso, y mire que hablamos de unos 17 millones de personas que cada año acuden al DF por tiempos breves a visitar la Basílica de Guadalupe. Pero no fue ese gobierno el que generó la creencia en la virgen de Guadalupe ni busca avivarla con dinero público, sólo pretende crear espacios públicos adecuados para la afluencia masiva de peregrinos y propiciar que aprovechen otros atractivos de la ciudad.
Por eso se vio por lo menos ridículo el recién estrenado secretario de Turismo y Cultura, Jerónimo Folguera, cuando “sin querer meterse” en la polémica en torno a la estatua de Guízar, declaró que en Veracruz se puede practicar el turismo religioso sin romper con la laicidad. Menudo badulaque el ex alcalde panista de Tuxpan. A quien se exige un ejercicio laico –porque así lo ordena la Constitución– es al Estado, no a los practicantes del turismo religioso.
Pero aún en ese tema, qué ha hecho la dependencia a su cargo para aprovechar la afluencia de miles de peregrinos en Otatitlán, qué acciones ha emprendido para que haya suficientes cuartos de hotel en la región de la Cuenca para atender a los turistas que acuden a Tlacotalpan a las fiestas de la Candelaria.
Don Jerónimo no ha dado un rayón con su lápiz para operar su dependencia, pero ya quiere hablar de un tema con la torpeza propia de un iniciado.
Ahora bien, en su bucólica y apacible visión de una Xalapa arcádica, porque la cultura parece indigestarle, David Velasco Chedraui se ha ido por la libre. El propio comunicador de la iglesia en Xalapa, Quintín Cessa, le ha plantado en la cara la romana máxima que reza “Al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios”, y han sido más prudentes los representantes católicos que los funcionarios públicos.
El propio Quintín y el arzobispo Hipólito Reyes Larios han expresado que tanto la idea de la estatua como del sitio de su colocación son propiedad intelectual del alcalde, mientras que la inversión para su fabricación ha provenido del erario público. David lo ha negado, pero me juego el todo por el todo a que los mentirosos no son los curas.
Los representantes de la Iglesia católica han propuesto estudiar otros sitios para colocar la estatua, pero del lado oficial se empeñan en negociar que si no es en la Plaza Lerdo, al menos se coloque en las escalinatas de la Catedral.
Ya antes se invirtieron fondos públicos para el museo temático del nuevo santo, localizado en la calle (¡oh, paradoja!) de Benito Juárez, y ahora quieren instalar una estatua de un religioso casi frente a frente con la estatua del Benemérito de las Américas.
Así se las gastan.

El error de diciembre

En enero, como lo anunció el propio titular de la SEV, el magisterio pudo recibir en tiempo y forma sus emolumentos, la segunda parte del aguinaldo para ser exactos.
En diciembre pasado, seguramente motivado por el nerviosismo en Finanzas y Planeación ante la inminencia de la salida de su titular o acaso por ineficiencia de los bancos, los profesores tomaron con ira las calles, bloquearon el tráfico en varias ciudades y manifestaron su molestia a los cuatro vientos porque no vieron reflejados en sus cuentas bancarias los depósitos correspondientes a salario y prestaciones.
El asunto no es menor. Políticamente, varios funcionarios fueron afectados, al menos durante el periodo más memorable para cualquier empleado o trabajador, que es el de fin de año. Los maestros hablaron mucho ante la prensa, arriesgaron hipótesis, denostaron al gobierno que les paga, amenazaron con protagonizar hechos de envergadura nunca antes vista, lo que por fortuna no llegó a suceder.
Lo grave de ese acontecimiento es que involucra a uno de los sectores más proclives políticamente al partido que gobierna en Veracruz, el magisterio, cuyos integrantes saltaron como si fueran movidos por una corriente eléctrica, sin necesidad de organización sindical de por medio, para reclamar sus derechos.
Es, ni duda cabe, de los sectores más politizados, aunque siempre parece actuar con base en lo que le señalan sus dirigentes sindicales o políticos.
Por eso, el trabajo fino realizado durante la segunda quincena de diciembre por el equipo de la Secretaría de Educación, con una fuerte vinculación con la Sefiplan y el gobierno federal, para que el pago previsto para el lunes 5 se realizara sin contratiempos, permitió un inicio de año menos conflictivo respecto de los maestros veracruzanos. ¡Enhorabuena!

Se propone la SEP mejorar planteles

Para 2009, la Secretaría de Educación Pública (SEP) ha proyectado invertir más de 8 mil millones de pesos para mejorar la infraestructura de por lo menos 20 mil planteles educativos. Con dicha inversión no sólo se busca adecuar planteles ya construidos, sino también construir nuevos.
Según los datos publicados en la prensa nacional, el total de la inversión para esta causa será destinado casi a partes iguales a los niveles de educación básica (2 mil 980 millones de pesos), media superior (2 mil 250 millones) y superior (2 mil 900 millones).
Es una medida que no sólo busca mejorar y ampliar la infraestructura educativa del país sino también respaldar la política de inversión instrumentada por el presidente Felipe Calderón como válvula de alivio de la economía frente a la crisis económica que tendrá sus más graves manifestaciones justamente a partir de este año. “Sabemos –dijo la secretaria Vázquez Mota durante el anuncio– que la inversión en infraestructura genera ciclos financieros positivos”.
Como parte del paquete, Vázquez Mota dijo que en educación media superior se prevé rehabilitar mil 300 centros de bachillerato y construir 200 nuevos planteles. El subsecretario de este nivel, Miguel Székely Pardo, resaltó el volumen histórico de recursos a este subsistema de 2 mil 250 millones de pesos, sobre todo cuando México se ha convertido en un país de jóvenes y el principal cuello de botella del sistema educativo ha sido, por muchos años ya, precisamente la educación media superior.
Con los recursos del año 2009, según el subsecretario Székely Pardo, se tiene programado ampliar la cobertura en este nivel, del 61 por ciento actual a 63 por ciento.
La SEP anunció también que se crearán 32 nuevas instituciones de educación superior y se enfocará en la creación de 16 extensiones universitarias, varias de ellas del Instituto Politécnico Nacional que, por primera vez, saldrá del Distrito Federal. Dos extensiones del IPN irán a estados gobernados por el PRD, Zacatecas y M;ichoacán, donde seguramente querrán recordar uno de los más loables aportes del presidente Lázaro Cárdenas, padre del creador del partido del sol azteca.
El subsecretario de Educación Superior, Rodolfo Tuirán, dijo que 2008 culminó con una inversión de origen federal y estatal en infraestructura de casi 7 mil 500 millones de pesos, y en el año que comienza se contará con unos 8 mil millones de pesos. Gracias a ello, la matrícula de las instituciones públicas de educación superior registró en el último año, el aumento más importante desde fines de los noventa.
Según el funcionario federal, las acciones previstas para 2009 significarán alrededor de un millón 120 mil metros cuadrados de construcción.

Para el recreo

***Retorno a clases. Este miércoles 7 de enero, más de 2 millones 290 mil alumnos y 123 mil 353 docentes, de 23 mil 210 escuelas del estado retornaron a sus actividades académicas, cumpliendo con ello el calendario oficial signado por la Secretaría de Educación Pública (SEP) y el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE). En los próximos meses, el sector educativo veracruzano enfrentará la aplicación de dos evaluaciones al desempeño escolar de los estudiantes, una nacional (Enlace), y otra internacional (PISA), elaborada por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE). Los resultados que se obtengan marcarán una línea de desempeño institucional por parte del secretario Arredondo, su equipo inmediato y los miles de educadores que han estado participando activamente en su mejor capacitación.

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