Vivir y Progresar

Javier Duarte de Ochoa *

El pasado lunes, el Gobierno del Estado de Veracruz presentó el Pacto de Articulación Gubernamental para enfrentar la Crisis con Oportunidad y Eficacia.
Este pacto no sólo da seguimiento al plan veracruzano de desarrollo, sino que busca afrontar, de manera efectiva y concreta, los problemas inminentes que se avecinan por la crisis económica y financiera internacional.
Debido al gran desarrollo industrial asociado en su mayoría a la economía de los Estados Unidos, es necesario y urgente tomar las medidas adecuadas para enfrentar y minimizar los efectos negativos que estos sectores ya resienten por el estancamiento productivo en el país vecino.
A través de diez puntos concretos, la estrategia que ha planteado la administración de Veracruz, busca destinar el total de los recursos federales, estatales y municipales para mantener la estabilidad financiera, incentivar el crecimiento y la llegada de inversiones, proteger el empleo, evitar las alzas injustificadas de productos básicos y apoyar a los sectores productivos que se verán más afectados por la situación de la economía internacional.
Para romper el ciclo de desaceleración y estancamiento es fundamental mantener la unidad y concertar las acciones estatales con las del gobierno federal para lograr que las políticas implementadas tengan un mayor efecto y podamos sacar provecho de nuestras ventajas competitivas.
En estas épocas difíciles, el actuar conjunto del gobierno mexicano debe ser el motor del crecimiento y el garante de la seguridad para asegurar un crecimiento económico sólido y sostenido.
Por ello, parte medular del Pacto Anticrisis radica en la coordinación y articulación de todas las dependencias federales con miras a que se afecte lo menos posible la economía de las familias veracruzanas.
El apoyo agregado a las políticas económicas de las autoridades monetarias del país permitirá dinamizar los efectos de las inversiones y los apoyos en la economía nacional.
Por eso, nuestro Pacto estatal va de la mano con la propuesta anticíclica del Presidente Felipe Calderón.
El segundo aspecto esencial del Pacto radica en la protección del empleo y el bienestar de los ciudadanos para poder avanzar en la agenda social de combate a la pobreza. Esta sigue siendo la prioridad de la presente administración.
Es por esto que pondremos especial atención en el desarrollo social y económico de los sectores más marginados y multiplicaremos las oportunidades de desarrollo para el conjunto de la sociedad.
En este sentido, el 2009 será un año marcado por la construcción de grandes proyectos de infraestructura y de obra pública con sentido social, que establezcan las condiciones necesarias para consolidar la llegada de inversiones que permita la generación de empleos y se traduzca en un crecimiento económico sostenido.
Conjuntamente, se crearán nuevas ocupaciones productivas en los sectores agropecuarios, de transformación y de servicios, con los cuales el gobierno inyectará los estímulos necesarios para fortalecer el mercado interno y mantener el dinamismo de la economía nacional.
De esta forma, la expansión del gasto público no sólo nos permitirá sentar las bases de un desarrollo a largo plazo, sino que representa una oportunidad para contrarrestar los efectos de la crisis económica.
Por otro lado, estas acciones se verán reforzadas mediante una política de precios que evite el alza injustificada de algunos bienes de consumo básico, con el fin de proteger la economía familiar.
Paralelamente, se implementarán políticas que garanticen el abasto de los productos de primera necesidad con el fin de evitar especulaciones.
Por si esto fuera poco, el programa prevé la ampliación de los servicios salud y educación, el abaratamiento de medicamentos y de uniformes escolares, y se dará la continuidad necesaria a los programas del DIF estatal con miras a que mejore la calidad de vida de los veracruzanos.
Otro aspecto fundamental del pacto consiste en la promoción económica del Estado para incentivar el desarrollo y el crecimiento.
Por un lado, se propone la generación de alianzas estratégicas empresariales que faciliten el establecimiento de empresas públicas y privadas.
Por otro, se promoverán inversiones en todos los sectores productivos con miras a fomentar la competitividad.
En especial, los sectores del turismo y de la cultura recibirán mayores flujos de inversión pública ya que estos sectores han demostrado ser un polo importante de crecimiento, así como factores fundamentales para el desarrollo del Estado.
En cuestión de los servicios financieros, el pacto prevé la implementación de mecanismos de coordinación entre la banca comercial y las instituciones de crédito nacional y extranjera, para seguir otorgando créditos a tasas de interés bajas que permitan el desarrollo económico y social de la sociedad en su conjunto.
Estos mecanismos permitirán también fomentar la cultura de la inversión y el ahorro, con lo que se contribuirá al desarrollo regional.
En concreto, el plan veracruzano para enfrentar la crisis económica internacional busca generar políticas contra-cíclicas coordinadas que fortalezcan la demanda y el mercado interno para sustituir el efecto de la contracción comercial.
A su vez, intenta incentivar la llegada de inversión extranjera directa para desarrollar infraestructura física productiva con el fin de pavimentar un desarrollo sostenido de largo plazo y permita una mitigación temporal de la recesión.
Por último, el pacto protegerá a las poblaciones más afectadas por la crisis mediante políticas conjuntas de ayuda social junto con estrategias de contingencia que incentiven el consumo, generen empleo y se mantenga la productividad.
Con todo esto, estamos seguros de que tanto Veracruz, como el conjunto de los estados de la República, mantendrán el crecimiento económico necesario.
Sólo juntos lograremos salir adelante.

*Secretario de Finanzas y Planeación del Gobierno del Estado.
jduarte@sefiplan.gob.mx