Salvador Muñoz
Los Políticos
Asuka Matsushima, niña de siete años, es víctima del odio, discriminación y racismo por la Internet.
¿Qué pudo haber hecho Asuka o Suky como la llaman algunos para que un grupo importante de mexicanos lleguen al extremo de conformar grupos en redes sociales en contra de ella?
Sí… algunos mexicanos albergan sentimientos propios de una mentalidad tan corta como los de la Supremacía Blanca o Aria.
Pero Suky no hizo nada, sólo interpretar un personaje, llamado Marianita, en un spot del PRD.
En lo particular, nunca he congeniado con la doctrina del Sol Azteca, ni con sus antecesores en el 88 ni posterior.
Sin embargo, he de confesarlo, el spot donde aparece Suky con Chucho Ortega logra (es particular mi opinión, insisto) hacer del líder del PRD una persona confiable, tolerante, bonachona… ¡vaya! Podría en un momento creérmela, sólo por la simpática de “Marianita”.
Pero, ¿por qué odiar a “la niña del comercial del PRD”?
Habría que entender la naturaleza del odio.
¿Quién siente odio?
Por supuesto que todos en un momento dado sentimos odio hacia algo o alguien.
Por ejemplo, puede odiar al estúpido que se le cierra mientras conduce como yo odio desde hace más de tres semanas al conductor de un camión del servicio urbano número 881 que estuvo a punto de arrollarme por querer ganarle el paso a otras unidades similares además de que puso en riesgo a otro motociclista que llevaba a un niño.
¡Hasta parece insano seguir odiando a alguien desde hace tres semanas, verdad!
Pero, volvamos al asunto: ¿qué me hizo odiarlo? El hecho de que desde mi punto de vista, el conductor de la unidad 881 hiciera algo que atentó contra mi integridad. Es decir: Me sentí amenazado por él.
Ya hay una razón para el odio.
Usted, caballero, si entra a trabajar a su oficina una dama de “muy buenos bigotes” y ve que su jefe tiene más consideraciones con ella, podría llegar a odiarla porque dicha mujer pudiera interferir en sus planes de ascenso… es decir, vería en la fémina de “buen ver” un potencial riesgo para sus intereses… ¡hay razones de odio!
Similares ejemplos podemos ver en el ramo de la política:
PAN en Veracruz odia al PRI porque interfiere en su deseo de ascender al poder. PRI odia al PAN porque ve en él una potencial amenaza para seguir manteniendo el poder.
Otro más… Miguel Ángel Yunes Linares odia a Fidel Herrera Beltrán. ¿Por qué? Hay miles de historias alrededor de ellos pero nunca ha sido clara alguna.
Dante e Ignacio Morales Lechuga podrían odiar a Yunes Linares por la forma en que utilizó el poder cuando el chirinato, para encarcelar a uno y presionar a otro.
Concluimos: Uno puede odiar a alguien porque cree que el otro lo amenaza o amenaza sus intereses o porque sencillamente la amenaza se hizo realidad.
Pero ¿”Marianita” qué amenaza puede representar a miles de mexicanos que en una red (anti)social se unen para manifestar su odio y racismo?
Ah… claro… se me olvidaba. Hay dos elementos que pueden provocar odio y que han sido los principales motores de los peores crímenes que ha vivido nuestro mundo:
La envidia y la estupidez.
Sólo así se puede concebir que alguien odie a Suky cuando debiera enfocar sus energías quizás a otros elementos que bien podrían ser merecedores de nuestro odio… así que les propongo estos grupos que pueden tener cabida en el Facebook:
* Ódienme por ser americanista…
* Odien a Elba Esther y su estúpido programa “Todo el Mundo cree que sabe”…
* Odien al “Recomendado” que gana más que ustedes y no hace nada…
* Odien al hijo de papi que mata impunemente y goza de cabal libertad…
* Odien al que se hizo rico a costa de la desgracia de otros…
* Odien al “periodista” que se la pasa “lamiendo las patas” de los funcionarios…
* Odien al Gobierno federal que los tiene sin empleo…
* Odien al Gobierno estatal o municipal que los tiene con empleo pero con sueldo de hambre…
* Odien al diputado que no ha hecho nada por su distrito…
* Odien a Elektra, Coppel y en una de esas a Chedraui por cobrar intereses casi dignos de agiotista.
* Odien al funcionario corrupto pero también al cínico…
* Odien al que ofende a su madre, a su esposa, a su hija, a su hermana, en la calle…
* Odien al hipócrita, falso samaritano, que utiliza la fe para mantener a la gente idiota…
* Odien las campañas políticas y a sus candidatos…
* Odien por sobre todas las cosas al pederasta…
* Si quieren, odien al PRD pero no a Suky…
* ¡Ódienme si quiere por preferir al PRI (que no a sus líderes ni a quienes lo representan en su mayoría) y porque jamás le iré a otro equipo que no sea el América!
Y dejo otros puntos para que se sumen a esta campaña de anti-odio a Suky que hoy, es simplemente el reflejo de cómo un sector de mexicanos se siente amenazado por la simpatía de “la niña del PRD”.
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e-mail: dor00@hotmail.com
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