UV: Daño Patrimonial ¡con premio!

Salvador Muñoz
Los Políticos

¿Qué hubiera pasado si Bernie Madoff hubiera sido rector de la UV?
Lo más seguro es que el Consejo Universitario General no le hubiera dado 150 años de prisión que le dio la Corte de Nueva York por la mayor estafa en la historia gringa: ¡50 mil millones de dólares!
¿Qué hubiera pasado si los ex alcaldes denunciados ante el MP por el Orfis por presunto daño patrimonial de un monto aproximado por 45 millones de pesos correspondientes al ejercicio fiscal 2005-2006 hubieran sido burócratas de la UV?
Lo más seguro es que el Consejo Universitario General no hubiera tomado en cuenta al Orfis, blandiendo su autonomía…
¿Qué haría usted, como padre de familia, si su hijo destroza el carro familiar? ¡Ah! ¡Pero trabaja en la UV!
Acudiría al Consejo Universitario General y lo más seguro es que le apoyarían para comprar un auto nuevo para usted y otro para su hijo…
Pero ¿qué pasa si un rector, sin tomar en cuenta la opinión de los que saben, de técnicos y asesores, firma un contrato que a todas luces va en detrimento de la universidad y su patrimonio?
Fue lo que ocurrió en el famoso caso de “Rodriguez Pasquel Sucesores SA de CV”.
En un dictamen dirigido al rector con fecha 31 de mayo de 1999, palabras más o palabras menos al respecto del Proyecto de Arrendamiento de Computadoras a “Rodríguez Pasquel…” dice:
“Es apreciación de este Comité (de Informática de la UV) que la propuesta financiera carece de beneficios notorios, tanto en lo económico como es aspectos agregados. La Universidad Veracruzana NO es una empresa privada que es donde los esquemas de arrendamiento son atractivos. Se está considerando a la Universidad Veracruzana como un cliente al que se le ofrecen atractivas condiciones de mercado y no una verdadera alianza a largo plazo”.
Es decir, advertían al rector que no era buena idea…
En escrito de 20 de junio de 2006 se lee lo siguiente por parte de miembros del Comité citado después de que la UV se entera que la demandaron por incumplimiento de contrato:
“A pesar de este dictamen que se dirigió al rector y presidente de la Comisión de Informática, parece que no se tomaron en cuenta, ya que sin estar enterados los miembros del Comité Asesor, prosiguió el trámite y se licitó el arrendamiento del equipo de cómputo…”
Incluso, mencionan en dicho escrito la insistencia de altas autoridades (Ricardo Mercado del Collado) para que cambiaran el dictamen a favorable…
¡Ups! el 15 de junio de ese año publican la convocatoria de licitación cuando todo indica que ya estaban apalabrados con “Rodriguez Pasquel”…
Incluso, la misma Comisión de Honor y Justicia reconoce que las autoridades universitarias que participaron en este asunto, decidieron otorgar un contrato millonario a una empresa que carecía tanto de capacidad instalada, infraestructura, equipo propio, capacidad técnica, como de experiencia en el terreno del arrendamiento de equipo de cómputo…
Perdón, el que escribe no es abogado pero me suena a ¿tráfico de influencias? ¿fraude? ¿daño patrimonial?
¿Por qué no hizo caso el rector a los asesores en la opinión vertida del 31 de mayo del 99? Vaya, hasta Rafael Murillo Pérez, en ese entonces encargado de las finanzas de la UV, viejo lobo de mar, se le olvidó hacer un estudio de factibilidad.
El tema da para más… aunque se concluye muy fácil… al final la empresa demandó a la UV por incumplimiento de contrato por 93 millones de pesos.
Si bien, la UV no pagó todo porque tuvo que entrar al quite el Gobierno estatal, uno, en un sentido lógico, dice: Alguien debe ser responsable.
Es entonces que el actual rector de la UV debió abogar por el Artículo 114 de la Ley de Autonomía de la Universidad Veracruzana que a la letra dice:
“Si al investigar las faltas de carácter universitario se advierte la comisión de un delito, deberá hacerse la denuncia a las autoridades competentes, sin perjuicio de que se imponga la sanción prevista por la reglamentación respectiva”.
Y en qué creen que acabó el cuento:
Los funcionarios involucrados en el daño patrimonial a la UV, Rafael Guevara Huerta, Ricardo Mercado del Collado, Ramón Parra Loera, Elías Alvarez Vélez y Arnaldo Platas Martínez recibieron ¡una amonestación! ¡Dios! ¡Qué cruel fue la Comisión de Honor y Justicia!
Y en virtud de que Víctor Arredondo Alvarez, Rafael Murillo Pérez, Jesús García López y Adolfo Carrillo Patraca ya no trabajan en la UV ¿a qué creen que se hicieron acreedores?
¡A una enérgica llamada de atención por las conductas que asumieron y que pudieron poner en riesgo (¿pudieron? Perdón: Pero no existe la probabilidad, ¡fue un hecho!: Pusieron en riesgo) el patrimonio de la Universidad Veracruzana!
¿Y el 114, Arias Lovillo?
Porque todo parecía indicar que Arredondo era sujeto para un proceso de investigación más a fondo…
¡Ah! Lo que pasa es que el actual rector y su antecesor se tapan con la misma cobija… la omisión suena a complicidad…
Y en EU, 150 años de cárcel a quien estafó a gringos y uno que otro mexicano… ¿y a los que estafaron a la UV?
Acá, el daño patrimonial a la UV ¡hasta se premia!
Uno es secretario de Educación y el otro puede repetir como Rector.

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