Jorge Arturo Rodríguez
Tierra de Babel
“De que fue un accidente fue un accidente, de eso no hay duda, pero lo que sí no se cree es la manera tan rápida que el obispo ese salió, ¡qué salió!, ni siquiera puso un pie en la cárcel, bonita justicia tenemos, pero si hubiera sido usted o yo, ahí todavía estuviéramos arreglando papeles, ni pa’ pensarle en reunir en tan poco tiempo tanta lana”, me comenta un taxista sumamente molesto por el sonado caso del obispo Eduardo Patiño Leal. Y al dar una vuelta prohibida en “U”, acelera el cabrón y me dice: “La verdad nadie les cree a esos hijos de su suerte, tampoco a sus compinches los políticos que luego luego seguro que intervinieron por el curita ese”. El tipo se detiene bruscamente gracias al semáforo en rojo y la verdad yo sólo quería bajarme y también mandarlo a la chingada, porque igual me decía, a alta velocidad, que “el cura ese seguro iba en chinga sin respetar las señales, nada de que se desmayó, si se hubiera desmayado pos ahí hubiera quedado y quizá no hubiera pasado gran cosa, se lo digo yo que a veces me siento cansado o como débil y mejor me detengo en una esquina y tomo aire, pa’ no hacer pendejadas o me ocurra un accidente”. Eso expresa el taxista y aún agrega, antes de rebasar a un Chevy conducido por una mujer: “Como esa pinche vieja que ni sabe manejar pero ahí está la cabrona, no más estorbando”. Luego, gracias a Dios, llegamos al lugar indicado, frena otra vez bruscamente y de inmediato le pago y hasta le dejo el vuelto, claro de no más de cinco pesos, “pinche taxista pendejo”, pienso y no sé por qué también me digo: “Ojalá te lleve la chingada y te estampes por ahí”. Pero luego luego pienso en la justicia, digo, la justicia divina y me arrepiento: “Perdónalo, Dios mío, cuídalo en su camino”. Ajá, que tan miserables somos, ¿no?
En fin, que no fue sólo a esa persona que escuché su opinión sobre el accidente del obispo en cuestión, sino a varias, y todas coincidían en no creer ni en el clero ni mucho menos en las autoridades que imparten justicia, vaya, para no hablar de los políticos. Es un descreimiento total de la población hacia todo lo que ocurre en el país y el estado, pero mucho más hacia la justicia, terrenal o no. Vaya cuadrito que vivimos, y a esto se agregan los casos que nos enteramos de la vida de ciertos personajes eclesiásticos. Pero eso qué importa, con arrepentirnos nuestros pecados serán perdonados, dicen. Sin embargo, creo, con Carlos Drummond de Andrade, que Dios está en todas partes, pero tan disfrazado que es como si no estuviera. Como nuestra justicia mexicana, ¿o no?
Por cierto, quizás a muchos, creyentes o no, pero más a los clérigos, les sirva tantito los “Diez Mandamientos del Camino” para conductores que el Vaticano emitió en el 2007, y que son, a según, conductas pastorales basadas en las virtudes de la prudencia, la justicia y la esperanza. Ahí se los dejo: I. No matarás; II. El camino deberá ser para ti un medio de comunión entre personas y no de daño mortal; III. La cortesía, rectitud y prudencia te ayudarán a lidiar con eventos inesperados; IV. Sé caritativo y ayuda a tu vecino en necesidad, especialmente a las víctimas de accidentes; V. Los vehículos no deberán ser para ti una expresión de poder y dominación, ni una ocasión de pecado; VI. Convence de manera caritativa a los jóvenes y a los no tan jóvenes que no manejen cuando no se encuentren en condiciones adecuadas para hacerlo; VII. Apoya a las familias de las víctimas de los accidentes; VIII. Junta a los conductores culpables y a sus víctimas, en un momento apropiado, para que puedan transitar por la experiencia librante del perdón; IX. En el camino, protege a la persona más vulnerable; X. Siéntete responsable de los demás.
¿Entiendes, Méndez…?
Los días y los temas
Bien lo dijo mi Gober Fide: “La vía de la construcción nos obliga -como mayoría partidista en el próximo Congreso- a trabajar con el Gobierno federal los acuerdos en la coordinación fiscal que nos permitan estimular la responsabilidad hacendaria y financiera”. Ahí les hablan mis queridos legisladores priistas electos. Mi Gober Fide agrega: “Veracruz sigue creciendo en medio de la crisis y sigue pagando sus impuestos de manera ejemplar”. Pos sí. Y continúa: “(…) Por eso ahora debemos entrar en una etapa de precisión y puntualidad: es hora que desde el Congreso se perfilen los acuerdos que requiere la nación. El PRI tiene un mandato electoral muy grande, pero ni siquiera es equiparable al que tiene el Partido Acción Nacional, el del Gobierno federal”. Ya se verán los resultados.
De cinismo y anexas
* Lo dijo Rodolfo Usigli el 21 de julio de 1940: “Aparece claramente en todo esto que en México se ignoran las ideas políticas; que los partidos políticos se confunden con bandos de agresión o de coacción, que la política es sólo una acción exasperada, romántica y violenta, y que la democracia no es en la conciencia popular, más que una palabra acuñada por los políticos para engañar o para desencadenar al pueblo”. ¿Qué tal, eh?
Hasta la próxima
jarl63@yahoo.com.mx
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