miércoles, 16 de septiembre de 2009

Celestino: ¿Quinto malo?

Salvador Muñoz
Los Políticos

¿Sabe qué tienen en común las siguientes comunidades indígenas: La Central, El Sauce, Cueva del Tigre, La Campana y La Puente?
¿No? ¿No sabe?
Bueno, allí, en cada comunidad, hay una adolescente que fue víctima de un ataque sexual.
El caso, lamentablemente, no tendría nada extraordinario porque a lo mejor sociólogos y antropólogos podrían argumentar que muchas jóvenes indígenas tienen relaciones sexuales a temprana edad, son vistas como objetos por parte de sus padres que las venden al mejor postor o son víctimas de la violación sin que NUNCA, autoridad alguna, sea indígena, judicial, legislativa, del DIF o municipal, hagan algo por ellas.
Lo extraordinario en este caso es que estas cinco jóvenes fueron víctimas de un solo sujeto.
El “modus operandi” es particular: El agresor promete apoyo económico o trabajo a cambio de que los padres le entreguen a sus hijas o de plano, son sometidas con violencia.
Viéndolo desde una perspectiva psicológica, podríamos hablar de un sujeto de mente enfermiza, que utiliza la violación como una forma de furia y poder, que está en constante acecho sobre jóvenes fáciles de someter porque quizás, haya sido sodomizado cuando niño o joven o en el peor de los casos (¿puede haber “peor de los casos” en estos casos?), su madre, su hermana o algún ser querido fue sometido a un ultraje sexual.
Sin embargo, no somos psiquiatras para tratar de entender al sujeto.
Si fuéramos policías, hablaríamos de un sujeto peligroso al que de inmediato debería de ser detenido, puesto a disposición de las autoridades, juzgarlo y refundirlo en la cárcel…
Bueno, eso sería si nuestras leyes se aplicaran y no se utilizaran e interpretaran como se les hincha la gana a nuestras autoridades, desde el Presidente de la República, al Gobernador, al Congreso, al Procurador y al DIF.
Pero no… Celestino es señalado como un violador ya no de una joven, sino de otras cuatro adolescentes que, quizás por ser indígenas, a ninguna de las autoridades antes citadas les importe.
¿Por qué? ¿Será porque hay un síndrome de colonizador donde seguimos sometiendo a nuestra raza de bronce para ultrajarla, violarla, humillarla y seguir abusando de ella?
¿Qué importa este pinche artículo si nuestros indígenas no saben leer y qué importa este pinche artículo si a nuestras autoridades no les importa lo que leen?
¿Por qué nuestros diputados no legislan sobre desaparecer el fuero? ¿Por qué un fuero está encima de la dignidad de cualquier persona? ¿Qué se siente tener como compañero de curul a alguien que ya no es señalado por una, sino por cuatro jóvenes como un violador?
¿Qué es lo que esperan nuestras autoridades?
¿Que un día el pueblo se levante y ocurra un Tatahuicapan? ¿Se acuerdan de ese caso?
Quiero saber qué partido, PAN, PRD, PRI, o el que sea, ha levantado la voz por esas indígenas…
¿Dónde está Carvallo, Cambranis, Ceferino?
Peor aún… dónde está Mikel… dónde el Gobernador… dónde Rosa Borunda…
¿Los Niños no se tocan en Veracruz?
¡Claro que no se tocan los niños!
A los niños en Veracruz los manosean, los violan y los denigran…
¿Justicia? Yo la veo cada día más lejos…
Así que, nada más me queda invitarlos a ver este excelente trabajo periodístico de Amigzaday López Beltrán: http://www.avcnoticias.com.mx/resumen.php?idnota=53351
Sí, posiblemente no todos tengan oportunidad de entrar a la Internet pero les pido que lo intenten, se titula: “Celestino Rivera, de indígena tének a diputado impune” que trata de cinco adolescentes violadas... ¿hay quinto malo para Celestino?

e-mail: dor00@hotmail.com

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