martes, 1 de septiembre de 2009

¡Qué quemón!

Salvador Muñoz
Los Políticos

Ayer, previo a la entrega del Informe por escrito del Presidente Calderón, choferes del Transporte Urbano incendiaron un microbús frente a las instalaciones del Palacio Legislativo de San Lázaro en protesta por los precios del diesel y gasolina.
Al menos yo, no sé usted, querido lector, estoy a favor de los transportistas Enríquez Bouzart, Demuner Pitol y Olvera de Gasperín… no deben quemar uno, sino todos los camiones que prestan servicio en Veracruz por las pésimas condiciones en que se encuentran.
Dígame quién no ha sido víctima de una nube de smog arrojada por estas máquinas de contaminación…
Dígame quién no ha sido víctima de un percance con un conductor de estos vehículos o mínimo, le han arrimado la unidad para amedrentarlo…
Dígame quién no ha sabido de la imprudencia de un conductor que, por ganar pasaje, echar “carreritas” o por descuido, ha atropellado a alguien.
Entonces, sí… deberían quemar todas esas unidades que literalmente son un peligro para el conductor o peatón…
Lamentablemente no se puede…
Una, porque sería una polución terrible, más terrible que la vivida actualmente en Los Angeles, California…
Dos, porque todavía sigue siendo el medio de transporte masivo de nuestra sociedad…
Sin embargo, dentro de la política, muchas veces no son camiones lo que se quisiera quemar…
Por ejemplo:
* Reynaldo Escobar, el ex “más alemanista” y ex “más foxista”, actualmente “el más fidelista”, quisiera quemar en leña verde a Héctor Yunes Landa, Dalos Ulises y Carlos Nolasco por haberse abstenido a votar la bursatilización de partidas federales.
* Celestino Rivera Hernández quisiera quemar la acusación que tiene en su contra por “violín” con todo y acusadora… ¡ah! Y quisiera quemar esa deuda de ¿300 mil pesos que tiene pendiente que llegó hasta los juzgados?
* Jorge Carvallo quisiera quemar su acta de nacimiento de Lerma para nada más quedarse con la de Lerdo…
* José Luis Enríquez Ambell quisiera haberse quemado la lengua antes de haber declarado que quien daba los permisos a los ambulantes era el mismo alcalde.
* Alberto Silva Ramos quisiera quemar a los magistrados que echaron abajo la diputación de Tuxpan para el PRI…
* El diputado Manuel Chendo Pelayo quisiera quemar su acta de matrimonio… y si se pudiera ¡hasta a la ex mujer!
* El Cobra, “bodyguard” del Gober, quisiera quemar todos sus cartuchos el día que le digan que él va a ser candidato a la alcaldía de su pueblo, allá por Costa Esmeralda…
* Javier Duarte de Ochoa quisiera quemar todas las calorías de las que se hizo ahora que estuvo en campaña y después de la campaña.
* Silvio Lagos quisiera quemar unos videos que salieron en “youtube” que le traen mal recuerdo…
* Erick Lagos quisiera quemar en una hoguera a todos sus ex compañeros de la facultad de Derecho que se lo traían de “bajada” bien gacho… menos a Rogelio Franco y Freddy Ayala ¡bien planchados!
* Juan Bueno Torio hubiera querido que no lo hubieran quemado tan gacho cuando se le salió “échenle la culpa a Dios” allá en Ciudad Mendoza…
Aunque en realidad muchos de nosotros quisiéramos quemar a nuestros políticos, a conductores de noticias de espectáculos y quienes pretendan subirnos los impuestos junto con esos camiones de servicio urbano que quemaron ayer por la tarde… así como todas las canonjías que se acreditarán nuestros flamantes diputados federales a partir de ya.
Pero la realidad es otra… nuestros jóvenes se siguen quemando las pestañas estudiando por un futuro mejor… nosotros nos quemamos las ganas por un día volvernos millonarios de la noche a la mañana ¡y yo me quemé “re feo” declarándome priista y todavía americanista! ¡Qué quemón!

e-mail: dor00@hotmail.com

No hay comentarios: