martes, 20 de octubre de 2009

Con el apagón qué cosas suceden…

Jorge Arturo Rodríguez
Tierra de Babel

Había pensado comentar sobre el caso de Luz y Fuerza del Centro, pero, la verdad, da coraje tanta mentira e hipocresía de todos los bandos, con excepciones, claro. Como aquello que dice el Presi Calderón que prefiere destinar la lana del Gobierno federal a 25 millones de mexicanos pobres que a los privilegios de 44 mil trabajadores de LFC. Vaya, todos cortados con la misma tijera, aunque no todos ganaban lo mismo. Y remata Calderón. “Yo prefiero que ese dinero vaya a la gente más pobre y el gobierno haga lo que tiene que hacer: administrar con austeridad y con eficiencia”. ¿A poco? Hasta me hizo llorar.
Ya pa’ qué hablamos de los sindicatos públicos mexicanos, no nada más el SME, cuyas dichosas conquistas laborales son contrarias a la productividad. “Son sindicatos que protegen el trabajo al punto de inmovilizarlos y atentar contra él. Este es el acto de corrupción fundador, el origen de todos los otros. Erigir la divisa: aquí se puede trabajar menos cada vez y ganar más cada vez”, escribió Héctor Aguilar Camín.
En ambos casos, Luz y Fuerza del Centro y Felipe Calderón y comitiva de funcionarios, políticos y empresarios –por no decir comparsa, que no es lo mismo pero es requeteigualito- lo que a leguas se nota es un empeño por desvirtuar la realidad con palabrerías, engaños, ocultando la verdad porque ésta se maneja en lo oscurito desde hace muchísimos años. ¿A quién creerle?
En la sección “el país del nunca jabaz”, del Diario Milenio, se observa en una escena al Presi Calderón en la tele diciendo: “…por la corrupción, ineficiencia y el alto costo de operación, resulta insostenible…” Y un telebobo de millones que hay en México pero éste con cierto sentido crítico, como pocos los hay, comenta: “¿Habla del SME o de su gobierno?” Y tal es la pregunta crucial que me inquieta y acongoja. Ajá.
Cada quien que se rasque como pueda, tal parece el estigma que en la actualidad nos distingue a los mexicanos, lo que nos lleva actuar y hablar de manera hipócrita, con una mano de saludo y con la otra un garrote; con una sonrisa de aprecio de frente, pero con un “pinche pendejo, jódete” al dar la espalda, siempre salvaguardando los interese propios, nunca pensando en el prójimo, mucho menos en los más pobres.
Eso por una parte; por otra, aquello de “austeridad y eficiencia”, ¿quién se la cree? La productividad menos; digo, no la reproductividad sexual, de esa ni hablar, tenemos tantos chilpayates.
En fin, dicen por ahí que la productividad en términos de empleados es sinónimo de rendimiento; pero, sobre todo, una actitud de la mente. Pos entonces por eso estamos jodidos, porque ni nuestras autoridades ni nosotros mismos como trabajadores sabemos qué carajos es eso. Mientras, sigamos en la oscuridad, que chinguen a nuestro país y sobrevivamos felices. Porque desde hace mucho estamos apagados.
Por eso no quise hablar de este tema, pero ya ven, testarudo que soy, no puedo quedarme callado, porque sé que muchos que quisieron traer luz, fueron colgados de un farol, afirmara el escritor polaco Stanislaw Jerzy Lec. Además, el hombre honesto no teme la luz ni la oscuridad, escribiera Thomas Fuller.
Aunque a veces de noche, enciendo la luz para no ver mi propia oscuridad, como señaló Antonio Porchia.

Los días y los temas

Bien por mis diputadas María Bernardina Tequiliquihua Ajactle, Dalia Edith Pérez Castañeda, Margarita Guillaumín Romero, Ángela María Perera Gutiérrez y María de los Ángeles Sahagún Morales, que con motivo de la conmemoración de los 56 años del voto de la mujer en México, se comprometieron con las y los veracruzanos a seguir legislando con perspectiva de género y en favor del respeto a los derechos humanos de todas las personas que habitan el Estado de Veracruz. Pos a echarle ganas, porque al menos desde la trinchera donde se encuentran sólo les falta un año pa’ dar resultados.

De cinismo y anexas

* En unas de las pancartas que llevaban los manifestantes del SME y agregados, se lee: “Calderón, tus hijos sí tiene para comer; los nuestros no”. ¿Será? Y nuestros diputados federales, ¿acaso les pasará lo mismo con los suyos? Porque apenas si han empezado y ya cinco legisladores irán a Suiza, dizque a la 121 Asamblea de la Unión Interparlamentaria, con viajes –dije viajes, no viejas- en el que tan sólo los boletos de avión costarán 390 mil pesos. Así, pos que siga la fiesta.

Hasta la próxima
jarl63@yahoo.com.mx

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