jueves, 22 de octubre de 2009

Del “Washington Center” al “Pastoresa Center”

Salvador Muñoz
Los Políticos

Lonas y plásticos cubren una pared mientras que por las rejas de lo que parece era un estacionamiento, aparecen sus caritas. Allí es el salón de clases.
Afuera, unas cuerdas con banderines de color aparcan un área de tres metros por dos… es parte de la calle pero los vecinos lo adecuaron como espacio para el recreo de sus niños…

Esos pequeños ya no tienen áreas verdes ni columpios o resbaladillas porque sencillamente tres monstruos se comieron su kínder, el Refugio Soni Salazar.
Pero la historia no empieza en el Andador 17 número 1, esquina calle Principal, de la colonia Pastoresa, en Xalapa, en esa casa habilitada como Jardín de Niños por la buena voluntad de una señora que la presta… no…
La historia inicia hace diez años, cuando llegó Cotsco, la gran tienda, que al iniciar su construcción, elevó el nivel del suelo por muchos metros encima de la escuela.
Las consecuencias de ello estuvieron en las primeras lluvias: el agua y el lodo empezaron a filtrarse en el jardín de niños.
Una zanja alrededor de la escuela fue el paliativo para este problema… hasta que llegó el Hospital Los Angeles y fue el mismo problema. Las aguas entonces empezaron a escurrir por la parte de atrás de la escuela y la inundación llegó de nuevo pero ahora más grave.

Y si eso fuera poco, acaban de vender el terreno que estaba frente a la escuela y la Constructora, a la que los vecinos sólo conocen como “Poza Rica”, les tapó el canal que desahogaba las aguas de Cotsco.
Y no sólo eso… la Constructora ya limitó el acceso. El paso de servidumbre hacia el kínder es de ¡70 centímetros!
Por derecho, el paso de servidumbre debiera tener no menos de cinco metros de ancho.
El intendente, fantasma del kínder, barre y barre pero detiene su labor para comentar y señalar con su dedo, hasta dónde las aguas han llegado… ¡cerca del metro de altura! Los albañiles del hospital Los Angeles le expresaron orgullosos hace poco, cómo una tarde llegaron a rescatar a una maestra que con su niña, fue atrapada por la inundación de la escuela.
¿Y el Gobierno del Estado? ¿Y el Ayuntamiento? ¿Y la SEV? ¿Y Protección Civil?
Hace dos meses encontraron la solución: ¡Desalojar el Kínder!
Pero hubo otro problema, ¿dónde ubicar a los niños?
¡Otra estupenda solución!
¡Que ocupen la escuela Alfonso Arroyo Flores!
¿La que la SEV ocupa como triste bodega? ¿la que tiene filtraciones? ¿De piso cuarteado?
Han pasado dos meses de ello y la escuela Alfonso Arroyo sigue en las mismas pésimas condiciones para que los niños la ocupen. Las razones se concretan en una respuesta simple: ¡No hay presupuesto!
Julia Esther Flores García, miembro de la Sociedad de Padres de Familia del jardín de niños Refugio Soni Salazar, cuenta que ya acudió a todas las instancias, “ya se fue a Desarrollo Urbano, Coeduca, SEV, Legislatura, Presidencia Municipal, vino el alcalde David Velasco Chedraui, se le comentó el problema, y es la fecha que no nos dan solución”.
Cuenta que hace dos meses vino Supervisión Escolar y les pidió que desalojaran el kínder, “nos dijeron que nos iban a dar la escuela primaria Alfonso Arroyo Flores pero no fue así. Nos sacaron a la calle y tuvimos que buscar un lugar donde los niños estudien”.



Si bien la voluntad es grande no es suficiente para atender a unos 20 pequeños. “Tenemos una zona abanderaba porque no tenemos la manera de cómo protegerlos.
Aquí dan vuelta los carros, es peligroso. No se puede sacar a jugar a los niños. Por un lado tenemos lonas, plásticos, para cubrir las paredes… una señora nos presta la casa; el baño está por otro lado, estudian en un lugar no apto, las autoridades conocen el problema y no han hecho caso”.
Vueltas y vueltas es lo que ha recibido la Sociedad de Padres de Familia ante este problema.
Van dos meses que dan clases en esa “escuela improvisada” porque la Arroyo Flores sigue en malas condiciones “porque el cableado hace tierra, con humedad se electrifica el suelo que está fracturado”.
La comunidad quisiera que sus niños volvieran a su escuela, a la Soni Salazar, y consideran que si se hiciera muros de contención por parte del hospital Los Angeles, Cotsco y la nueva constructora, el problema se solucionaría… es lo que creen.
Mientras, los niños ríen, asoman sus caras tras las rejillas ante la cámara del fotógrafo y lo saludan…
Ellos no saben de escuelas dignas, con calidad, como las que clama el Gobierno Estatal. Mucho menos entienden la distancia de un “Washington Center” a un “Pastoresa Center”… parece que hay veracruzanos de primera, de segunda y de tercera… y si no, que lo refute la SEV ante la evidencia.

Fotos Cortesía: Víctor Alvarez

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