La mano de Clara Luz

Salvador Muñoz
Los Políticos

El documento va dirigido a José Luis Salas Torres, “el Camisitas”. Un político excepcional que parece gato, sin tono peyorativo por supuesto aunque tenga cierto acento a “Cucho”, el de “Don Gato y su pandilla”.
Se dice que parece Gato porque hasta donde mi mente hace un ejercicio en retrospectiva, siempre ha caído parado… en pocas palabras: ¡Siempre tiene “hueso”!
Eso habla por supuesto de su profesionalismo, de su talento y sobre todo, de su don político. No importa que haya sido Acosta Lagunes, Dante Delgado, Chirinos, Alemán o Fidel, ¡él está ahí! Trabajando, bajo cierto perfil bajo, sin hacer aspavientos ni atraer reflectores.
En lo particular, además de ser un tipazo, tengo la percepción de que es un hombre muy honesto, responsable y derecho, de ahí el cargo que ostenta: Director General de Responsabilidades y Situación Patrimonial.
Fue a esa dirección, decía al principio, a donde debió llegar un documento (del que tengo copia) que refiere lo siguiente:
Supuestamente don Román Castillo Sarmiento y Aquilino Rodríguez Sánchez, vecinos y empresarios de Naranjos, manifiestan a “Camisitas” Salas Torres una queja en contra de Silvio Lagos Martínez, director de la Junta Estatal de Caminos, que, en pocas palabras resume amenazas y ¿chantaje? No encuentro otra definición más exacta a la acción narrada a continuación:
“El día martes diecisiete de noviembre siendo aproximadamente las veinte horas con treinta minutos, nos presentamos en las oficinas de la Dirección General de la Junta Estatal de Caminos, con motivo del adeudo de $317,700.00 que tiene ese Organismo con mi representada (no da nombre) derivado del contrato de Arrendamiento de Maquinaria en la Residencia de Naranjos”.
El asunto es que a la hora de cobrar, Diana Quiroz, Jefa de Recursos Financieros de la JEC, les quiso voltear la tortilla diciendo que los señores otorgan a Alejandro Virgen Enríquez, subdirector del Departamento de Recursos Materiales, dinero a cambio de la adjudicación de contratos.
Se supone que en esa misma reunión, estaba don Silvio Lagos Martínez, director general de ese Organismo, quien “pidió reiteradamente que denunciáramos a Virgen Enríquez”, amenazándolos que si no lo hacían no volvería a realizar contrato alguno con ellos y el adeudo de $ 317,700.00 que tiene ese Organismo no iba a ser liquidado.
Dicen que Virgen Enríquez, mejor conocido como “El Barney” o algunos malosos le dicen “El Dino”, tiene cierto parentesco con Jorge Carvallo Delfín, lo que no cayó bien desde que llegó a esa dirección a don Silvio… ¿por qué? ¡Eso sólo lo sabe don Silvio!
Por supuesto, sólo comentamos lo que el documento refiere aunque falta saber si José Luis Salas Torres haya firmado de recibido por esa queja.
Es más, dice el documento con nombres al calce de Román Castillo y Aquilino Rodríguez que el director Lagos les pidió una factura el día diez de noviembre, por el concepto de arrendamiento de un vibrocompactador la cual fue liquidada inmediatamente aunque la JEC al menos hasta el viernes pasado, no había pasado por ella.
Por supuesto, tanto Román como Aquilino rechazan haber dado dinero a los residentes de Naranjos o al “Barney” como lo acusa Lagos Martínez.
Aparentemente hay copia de esta queja también para el gobernador Fidel Herrera Beltrán, para Raúl Alberto Vásquez Rasgado, contralor interno de la Junta Estatal de Caminos y de la hoy compareciente Clara Luz Prieto Villegas…
Por cierto, hablando de la dama, cuentan la siguiente anécdota:
Clara Luz tiene dos hermanos: Chucho y Ana María.
Uno es líder de taxistas y la otra, directora del penal Zamora.
Como han de recordar, Chucho hace poco estuvo en la Plaza Lerdo amenazando con que se iba a quemar junto con su hijo José Domingo si no atendían ciertas peticiones propias de su agrupación…
Por supuesto que no se quemaron aunque realmente la víctima sin que hubiera fuego de por medio fue Clara Luz ¡quien salió “quemada” con esa familia!
Bueno, hasta en las mejores familias siempre hay un “Prieto” en el arroz.
Aunque Ana María también se pinta sola y ha habido una que otra queja por parte de ciudadanos en contra de algunas disposiciones para ingresar al Cereso Zamora a ver a sus familiares internos. Pero, pues es cuestión de enfoques y lamentablemente a veces pesa ser la hermana poderosa.
Aunque esto de ser la hermana poderosa viene desde que era chiquita.
Cuentan en los Tuxtlas que, siendo niños, un día los hermanos Prieto fuero de compras pero con el dinero medido.
Así que mientras Clara checaba el “mandado” encargado, Chucho estaba inquieto porque “a huevo” quería un carrito para jugar al taxista. Ana María le dijo que se aplacara pero él entendió que le iban a dar placas y siguió insistiendo en que quería un carrito para jugar al taxista. Ana María le insistió que se estuviera quieto o lo iba a encerrar en un cuarto, ¡pero nada!
Como no podía controlarlo, Ana María tuvo la ocurrencia de darle un “tostón” que si la memoria no me falla, era algo así como 50 centavos. ¡Eso fue la solución! Se calmó con la moneda y Ana María esperaba que llegara entonces Clara Luz…
Fue entonces que Chucho empezó a toser y a toser…
“¡Se está ahogando! ¡Se está ahogando!”
¡Chucho se había metido el “tostón” a la boca!
Ana María empezó a golpear su espalda ¡pero nada!
Llegó el tendero y lo abrazó por atrás haciendo presión en el estómago ¡pero nada!
Mientras eso sucedía, no faltó la vecina chismosa que salió corriendo a ver a la madre de Clara para contarle lo que ocurría…
Mientras, un policía volteaba de cabeza a Chucho y lo sujetaba por los pies para ver si escupía la moneda ¡pero nada!
Fue entonces que Clara Luz se abrió paso entre los chismosos, los que ayudaban y su madre, que en esos momentos llegaba a la tienda.
Tranquila, serena, vio a su hermano ya morado y con la mano derecha le apretó sus “desos” con tal firmeza que los testigos se doblaron y ¡oh! ¡milagro! La moneda salió despedida de la boca de Chucho, quien de nuevo agarró color…
Todo mundo aplaudió…
Los reporteros que ya habían llegado para ese momento, junto con socorristas, le preguntaron cómo se le ocurrió esa solución, a lo que ella respondió:
“¡Mi mamá me encargó que cuidara el dinero!”
Y a la fecha… todavía sigue demostrando ser una excelente vigilante de los recursos, ya no de su mami, pero sí de los veracruzanos ¡y ay de aquel funcionario que se quiera pasar de listo!
La mano de Clara Luz sigue siendo firme, fuerte, como en aquella ocasión… Así que Silvio Lagos, ¡ponte abusado!

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