domingo, 29 de noviembre de 2009

¿Y la cereza del pastel?

Jorge Arturo Rodríguez
Tierra de Babel

El pastel del presupuesto está partido y repartido entre partidos. Perdone el lector la cacofonía, tautología y quizás hasta perogrullada de lo que digo, pero que otra cosa puedo decir ante tanta evidencia anunciada año con año: cada quien lleva agua pa’ su molino, más ahora en tiempos de crisis –entre gandayas nos veamos- y años próximos electorales y electoreros.
Ni duda cabe: transparencia en los recursos públicos que manejan los gobiernos nunca la ha habido y ni la habrá. No nos engañemos; es más, a los mexicanos no nos engañan. Eso sí: nos revientan de coraje y enojo que hagan de nuestro trabajo y nuestros impuestos lo que les da su rechingada gana, cosa que ya sabemos, pero aquí seguimos, a ver hasta cuando.
Sin transparencia ni nada. Más bien, eliminación de candados que permitan controlar y fiscalizar el gasto de los gobiernos estatales. Pos claro, ya se sabe que con candados o sin candados, nuestras autoridades siempre harán de las suyas, por el simple fenómeno –sí, “fenómeno”- de que “las leyes se hicieron para infringirlas” o, mínimo, se elaboran con fisuras para que por ahí se penetre y se perpetre cualquier violación jurídica sin que nadie o pocos se den cuanta y no pasa nada. ¿Me explico? Pos ni yo me entendí, pero en tratándose de lana, es mucho más el colmillo pa’ robar, pongan el candado que pongan.
Y eso sucede, ya lo sabe mi lector fans, por la llevada, traída y bien cogida –sin albur- corrupción que nos infecta e infesta a los mexicanos –quien esté libre de pecado, que tire la primera piedra-. Vaya, que apenas si nos enteramos de que no tendrán suficientes candados los gastos de los gobernadores, y ya Transparencia Internacional informa que el Índice de Percepción de Corrupción en México empeoró este año en comparación con el 2008, al pasar el país del lugar 72 al 89 y de una puntación de 3.6 a 3.3. ¡Estamos por debajo de Chile, Costa Rica, Brasil, Colombia, El Salvador, Guatemala¡
¿Pos qué queríamos? Si no estamos bien, ni medianamente bien en matemáticas y español, ¿por qué habríamos de estar bien en honestidad y transparencia?
Eduardo Bohórquez, director de Transparencia Mexicana, atribuyó los resultados de alta corrupción en México al estancamiento en materia de transparencia. Y criticó que México no cuente con “un sistema nacional de control que permita homogenizar la acción en el Poder Legislativo, Judicial y Ejecutivo, en coordinación con los Ejecutivos locales”. (El Universal/18 de noviembre/09). Pos eso está cabrón lograrlo. Bueno, sí, pero con una lana, ¿no?
Ya lo decía Quinto Horacio Flaco, si el vaso no está limpio, lo que en él derrames se corromperá. Y México no está limpio. Hay que empezar a limpiar. ¿Cómo? Tal es el punto. Propuestas quizá existan muchas, sólo es cuestión de escucharlas y actuar. En mi caso, propongo empezar con luchar contra el desánimo y la apatía en que muchos estamos cayendo, causados por estos tiempos de crisis, pero, sobre todo, por la falta de credibilidad hacia nuestras instituciones y autoridades. Propongo alejarnos del “aborregamiento” y la “servidumbre voluntaria”, temas de los cuales les comentaré en la siguiente entrega.
Entretanto, ¿y la cereza del pastel? Mejor ahí la dejamos.

Los días y los temas

En su mensaje, mi Gober Fide con motivo del V Informe de Labores en World Trade Center, expresó que “este año que le queda a la administración que sirvo, 365 días, 7 mil 980 horas, es de los pobres y de los que necesitan más de Veracruz. Vamos a trabajar con todo para ellos”. Y días antes llamó a los responsables de los programas sociales en la Entidad, tanto federal como estatal, a trabajar para marcar caminos y lograr desterrar la pobreza y la marginación del territorio veracruzano a través del empleo, más que a través de la dádiva. Bien…tos huracanados.
Agregó que ningún mexicano ni veracruzano aspira a recibir regalos o limosnas, ni resuelve sus problemas de vida únicamente con la despensa o la inscripción en un programa de salud. “Lo que quiere es empleo”, afirmó. Clarines. Pero pos ahí nos vemos dentro de un año, si Chuchín nos da vida. ¿O no mi Fide?

De cinismo y anexas

* Ya casi todos los días amanecemos con influenza, dengue, inundaciones, narcotráfico, asesinatos, violaciones, corrupción, impunidad y un interminable etcétera. Por eso, con Catón, digo: “¡Dios mío! ¿Jamás dejará de haber motivos para encabronarme!”

Hasta la próxima
jarl63@yahoo.com.mx

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