viernes, 11 de diciembre de 2009

¡ADN de maguey!

Salvador Muñoz
Los Políticos

Tenía quince años aproximadamente. Ariel, un vecino dos o tres años mayor que yo, ya me había enseñado a hacer “palomas”, como comúnmente se le conoce a unos cohetes en forma de triángulo y siempre buscábamos aquella que tronara más fuerte, la más grande.
Mi abuelo, ferrocarrilero jubilado, siempre tenía petardos, que no eran más que pólvora comprimida en papel y cartón, envuelta en una tira de plomo que a su vez servía para sujetar tal petardo en las vías del tren. Decía mi abuelo que los utilizaban como señales para advertir a un tren el tiempo en que había pasado otro ferrocarril o para decir que había un accidente… ¿cómo? ¡No lo sé! Pero eso decía mi abuelo. Aunque cada fin de año o 24 de diciembre eran colocados para hacer explosivo el festejo al paso del tren.
A mi alcance siempre tenía petardos, así que un día tomé dos de ellos, los abrí, saqué la pólvora, empecé a mezclarla con laca (una pintura que aplicaban a cierto calzado), loción, alcohol y pegamento, entre otras cosas, sobre un cenicero de vidrio lo suficientemente grande para mi experimento.
Mezclé y mezclé y mezclé hasta tener una masa consistente, como plastilina… la toqué con el dedo y se había endurecido… fue entonces que se me hizo fácil ponerle un cerillo en espera de que sacara un flamazo ¡pero no! Sobrevino una fuerte explosión que hizo añicos el enorme cenicero que contenía mi mezcla “polvorienta”.
Mis oídos zumbaban y perdí de momento la noción del tiempo… mi cuñado Adolfo llegó al oír la explosión y los vecinos se congregaron pensando que había explotado un tanque de gas…
–¿Estás bien? ¿Qué pasó?
Creo que me preguntó… cuando reaccioné, mi mirada se dirigió a la mano que había acercado la llama a la mezcla explosiva… ¡estaba intacta! Mejor aún: No tenía ni una sola herida producida ante el estallido del cenicero… lo curioso es que los vidrios de mi recámara no habían sufrido daño… Sólo una inmensa nube de humo y olor a infierno inundaba mi cuarto, pero yo ¡sin un rasguño!
¿Un milagro? ¡Sí! Para mi madre fue un milagro que no me hubiera pasado nada…
En 1921, no recuerdo el día pero sí el mes, noviembre, un pelirrojo se acercó a los pies del altar de la Virgen de Guadalupe, donde está el ayate con la imagen venerada por años. Puso a los pies de la Guadalupana un arreglo floral y se retiró… a los pocos segundos sobrevino la explosión y el caos…
Fieles católicos, entre el polvo y algunos escombros, vieron dos cosas:
1) Una cruz doblada por la explosión de una carga de dinamita…
2) Y un milagro…
La tilma no recibió ni un rasguño… es más, el vidrio ordinario que la protegía ¡tampoco! Lo único cierto es que el pueblo de México había sufrido un atentado en lo más sagrado que tiene: ¡Su Guadalupana! Que representa la fe y la esperanza de un pueblo sometido, primero, por los conquistadores; después, por el Gobierno, y actualmente, por un reducido grupo de hombres que posee cantidades enormes de dinero que hacen y deshacen el mundo a su antojo.
Han pasado muchos años después de ese 12 de diciembre de 1531 y lo más sorprendente es ver a un pueblo que, a pesar de su pobreza, problemas, economía y hasta miseria, se mantiene erguido por la fe en una tilma, en un ayate, en una tela de maguey que, de acuerdo a los científicos y artistas, no logran descifrar ni la técnica que se utilizó para pintarlo y su resistencia al tiempo…
Concluyendo:
1) Respeto el fervor guadalupano aun con toda mi irreverencia y escepticismo…
2) Por que veo cómo todos los días mucho de mi pueblo sufre hambre, tristezas, opresión y dolor, quisiera que ocurriera un milagro, como el de mis quince años, el de 1531 o 1921, para que acabara con todo lo malo que le ocurre a los mexicanos…
Pero creo haber entendido la razón para que no ocurran los milagros y es ese algo que los científicos y artistas no han entendido… estoy seguro que los mexicanos están hechos del mismo material del ayate de la Guadalupana… ¡tenemos ADN de maguey! Si no, ¡cómo es que hemos sobrevivido a tanto!
¡Feliz día guadalupanos!

e-mail: dor00@hotmail.com

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