Salvador Muñoz
Los Políticos
¿Qué tienen en común Pablo Neruda, Pablo Picasso y Pablo Cassals además de sus nombres?
Los tres eran unos genios, en distintos ramos.
Neruda, el de los versos; Picasso, el del trazo y Cassals, el de las notas musicales.
Pero tenían otra cosa más que el Poema 20, que el cubismo y el Canto a los Pájaros en un violoncello…
No fue la muerte de los tres Pablo en el mismo año, en ese triste 1973 para los románticos soñadores del verso, del mundo raro y el hablar del alma… no.
Alberto Cortez definió mejor el común denominador de los Pablo:
“Pablo gorrión, Pablo poeta y marinero /
Pablo arlequín, Pablo pintor, Pablo torero /
Pablo y el cant dels ocells, Pablo maestro /
Pablos de todos, Pablos de nadie... Pablos nuestros....”
¡Exacto!
¡Eran de todos, de nadie y nuestros!
Ese sentido de pertenencia por la grandeza es lo que nos hace apegarnos a hombres maravillosos, a obras maravillosas, a las maravillas de nuestra naturaleza…
He ahí el secreto de un Jesús de Nazareth, de una Gioconda o de un Pico de Orizaba (bueno… lo admiro mucho, usted puede poner su maravilla natural que quiera)…
¡Son nuestros! ¡Los sentimos nuestros! ¡Los queremos nuestros! Aunque no sean nuestros…
En ese mismo sentido de pertenencia quisieran muchos de nuestros políticos estar en gracia.
Hacen y deshacen; bailan y se cansan; hablan y saludan; prometen y te hacen soñar… todo, con el afán de volverse el candidato del pueblo, quizá con la misma vehemencia que tuvo en su momento un Cuauhtémoc Cárdenas, un Maquío, un Colosio…
Aunque la mayoría de nuestros políticos sólo cubren una mínima parte de ese sentido de pertenencia: En realidad nunca son nuestros diputados, nuestros alcaldes, nuestros senadores, nuestros gobernadores o nuestros presidentes.
A nivel nacional, nadie, podría jurarlo, tiene esa fuerza más que, sin ser político, la Guadalupana y en menor fuerza, el mismo Pedro Infante… el Peje, entidad política que pudo lograrlo, desde mi particular punto de vista, se perdió en su momento de grandeza y quedó en un limbo.
El nivel estatal está en las mismas condiciones… carecemos de líderes totales pero hay sectoriales, por partes, por fracciones…
Está el mismo Javier Duarte, ídolo de los jóvenes fidelistas pero bajo la sombra de un Fidel Herrera y eso opaca su mención como “líder”.
Es cierto, es innegable que al menos mediáticamente está posicionado, se percibe fuerte y está en todos lados en aras de crearle un don de omnipresencia.
Es el candidato del Uno, por supuesto, es innegable y aún más: Es cierto.
Claro, de Javier a los Pablos, es prudente la distancia, no por falta de ingenio del primero, porque lo tiene, sino por el ramo… la política.
Ahora, atendiendo al gobernador Fidel Herrera Beltrán, podemos decir que ya sabemos entonces quién es Javier… ¡el candidato del Uno!
Pero si, bajo la premisa de que el Gobernador tiene a su candidato y atendemos a Alberto Cortez con su sabia letra en la canción/poema “Eran Tres”, faltaría ubicar entonces ¿Quién es el candidato de todos, el candidato de nadie y el candidato nuestro? ¡Ese, que permita al priista veracruzano percibir el sentido de pertenencia que se tiene a grandes hombres, grandes obras y nuestras maravillas naturales?
¿Están Héctor y Pepe preparados para ser de todos, de nadie y nuestros? ¿O nos vamos con el candidato del Uno aunque no sea de todos?
e-mail: dor00@hotmail.com
1 comentario:
vamonos con Hector, el si es de todos de nadie y hasta de uno!
Veracruz estamos con Héctor, el amigo y Gobernante que todoS queremoS,
feliz navidad a todos.
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