miércoles, 13 de enero de 2010

Candidatos mediáticos

Salvador Muñoz
Los Políticos

La designación de candidatos de cualquier partido es totalmente indiferente para el grueso de la población no así para sectores políticos.
Escucho a gente que trabaja en el Gobierno que no les interesa quién sea el candidato del PRI, sólo les importa que gane el PRI… ¿por qué? Porque creen que si gana otro partido, su fuente de trabajo está en riesgo.
Por supuesto, la gente que ha de pensar así ha de ser la recomendada, la del padrino… la gente que sabe trabajar es seguro que no le preocupe si gana el PAN, PRD o quien sea…
Pero en los sectores políticos hay preocupación por la designación del candidato. Quien apoya a un potencial “candidato” lo hace no por las propuestas que tenga en mente su gallo, sino porque piensa de una manera burda: “amarrar hueso”.
Dentro del “Manual de Sobrevivencia del Político” es válida la posición de quien busca “un hueso” y por lo mismo, es válida la posición del partido en el poder tratar de conservar el poder a costa de lo que sea como es válida la posición de la oposición por arrebatarle el poder.
Conste: Dije que es válido dentro del “Manual de Sobrevivencia del Político”.
Así que entonces no nos extrañe que para ello vuelva el juego de cada proceso electoral con gorras, despensas, camisas, souvenires, mandiles y una serie de cosas que si se hiciera un cálculo a ojo de buen cubero, pudiéramos hablar que, al menos por un solo partido, cada voto tendría un costo aproximado de cinco mil pesos, aunque puede que en este proceso electoral me quede corto…
¿Es posible que se ejerza una campaña austera?
Rafael Hernández Villalpando demostró que sí.
Él utilizó dos cosas para hacer crecer su campaña cuando compitió por la alcaldía de Xalapa:
1) Inteligencia política
2) Los errores de su contrincante.
En el primer punto bien pudiera ponerse el siguiente ejemplo:
En el diario “Política” le pidió apoyo a Yayo Gutiérrez y fue al grano: No tenía recursos para pagar la promoción de su campaña, pero si ganaba ¡ganaban los dos!
Yayo apostó a Villalpando y cuando ganó la alcaldía supo agradecer el apoyo con un buen (creo) convenio de publicidad.
En el segundo punto se dice que conocía el itinerario de su principal contrincante, si no mal recuerdo, Rosario Piña (PRI) y entonces, aprovechaba dos cosas: Llegaba antes que ella y platicaba con los vecinos reunidos al mitin y segundo, que la candidata del PRI llegaba tarde.
Rafael Hernández ganó con pocos recursos económicos pero con mucha imaginación.
Hoy, se dice que el tope de gastos de campaña tan solo para gobernador será de más de 121 mil pesos diarios en dos meses.
¡Y nada más se menciona la campaña de Gobernador!
Yo creo que además de los topes se habrá de emplear más por una sencilla razón… al menos en el PRI los candidatos que se mencionan son pagos de facturas, hechizos, sin arraigo, sin presencia, sin carisma…
Vaya, serán candidatos mediáticos pero no populares.
Los ejemplos son evidentes…
En Poza Rica ya sabe a quién mencionan; en Martínez, igual; en Veracruz, lo mismo; en Boca, ni se diga… y así nos podemos ir por los municipios más grandes y están cantados…
Candidatos mediáticos, no populares.
¿Valdrá la pena el gasto de nuestros impuestos en elecciones así?

PD
El Niño Cero tendrá seis ceros más… ¡se sacará la Lotería!

e-mail: dor00@hotmail.com

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