¡Descontrol!

Salvador Muñoz
Los Políticos

La anciana contestó el teléfono. Le preguntaron si conocía a Fulano o si había oído hablar de él. Le dijeron que Fulano había hecho esto y lo otro. Le dieron otros nombres más y el de Fulano y le preguntaron por cuál votaría. Respondió en automático que por Fulano. Colgó el teléfono. Al contar a sus familiares, le preguntaron si conocía a Fulano. Se quedó pensando y respondió: No, pero dicen que él va a ser el Gobernador.
El trabajo estaba hecho. Tenían control sobre ella.
Control.
¿Cómo sé que tengo control de mí mismo?
A veces lo siento cuando escribo lo que creo. A veces…
A veces cuando pongo el karaoke y canto durante bastante tiempo hasta que acabo ronco o harto a mi única fan que me aplaude entre un dejo de cortesía y un dejo bastante amplio de amor.
O cuando sencillamente digo: ¡No me quiero bañar hoy! ¡No quiero planchar mi camisa, mi pantalón! ¡Me quiero llevar el mismo pantalón que me llevé ayer! (aunque pareciera más una actitud berrinchuda o caprichosa).
Es difícil tener control de uno mismo en un mundo gobernado por los medios y nuestros políticos.
Me encanta la Coca-Cola y sus comerciales: Si hay paz y armonía en una familia es porque disfrutan de la llamada Chispa de la Vida…
¡Demonios! ¡Estoy seguro que la Coca-cola es adictiva! Veo a amigos que no pueden vivir sin ella, a mi suegra, a mi cuñada, a los albañiles que me trabajaron este fin de año… sí, confieso que a veces babeo por una coca con hielo y confieso mi nostalgia por el envase de vidrio. Y aunque no quiero tomarla, a veces no resisto el encanto de echarme una coca… entonces, ¿es adictiva o no? ¿nos controla esta empresa transnacional o no?
Plaza Américas es la contradicción perfecta de la crisis que nos agobia. ¿Cómo es posible el romerío de consumidores cuando hay “venta nocturna” o “remate de temporada” en época de crisis?
Alguien nos hizo víctimas del consumismo.
¿Quién engañó a las mujeres diciéndoles que comprando pueden desestresarse o salir de una crisis emocional?
Me fascina ver a Loret de Mola por las mañanas. Analizo sus noticias. Que las nalgas de Alejandra Guzmán, que el Popocatepetl, que las fotos del teleauditorio, que la envidia… nos dan lo que quieren.
Sucede igual con el gobierno.
Haga sus cuentas: ¿Cuándo da malas noticias el Gobierno?
¿Cuándo dice “la estamos regando”?
¿Cuándo dice “me equivoqué”?
¿Cuándo dice “no debí hacer esto”?
¿Cuándo dice “hice mal en aprobar esta ley”?
¿Cuándo dice “liberé al violador de Perote porque es apoyado por un influyente”?
¿Cuándo dice “el violador de Tempoal jamás pisará la cárcel porque es más útil afuera para nosotros que adentro”?
La respuesta es sencilla: ¡NUNCA!
El gobierno nunca da malas noticias si no son aquéllas en que señale a sus enemigos: el PAN, el PRI, Fidel Herrera, Felipe Calderón, Héctor Yunes, Miguel Angel Yunes Linares, etcétera.
¿Manipulan la información?
Siendo negativo, diría que sí. Siendo optimista, diría que sólo hablan de lo que les conviene sin que sea mentira lo que digan… ¡híjole! ¡Me pasé de optimista!
Es innegable que allí, no tenemos control de lo que quieran decir.
Tampoco tenemos control de los medios que utilicen para hacernos llegar su mensaje… es decir: No podemos evitar que inserten sus “verdades” en radio, impresos, televisión y hoy, hasta Internet…
Lo que sí podemos hacer es un día, hacer un ejercicio de Control, tomar un periódico, y tachar las notas que creemos no merecían un espacio en el periódico y mandarlas al jefe de redacción. En la radio y televisión no se me ocurre otra cosa más que cambiarle de canal o frecuencia (la chinga es nada más si tenemos televisión abierta; fregamos si tenemos cable u otro sistema como Sky ¡y quién sabe!).
La idea es que asumamos nuestro control, a la hora de vestir, de comer, de vivir y el más difícil: el control de pensar para no asumir las cosas por decreto mediático, abogar por el libre albedrío… y recordar que quien controla los medios controla a la masa, controla a la gente, a nuestra cultura…
Sin ser anarquistas, ¡buscar el descontrol!

e-mail: dor00@hotmail.com