Ladran, Sancho, señal que cabalgamos…

Jorge Arturo Rodríguez
Tierra de Babel

Ya ni llorar es bueno, decía mi abuelo ante circunstancias adversas, ante tantas estupideces humanas o venidas del cielo, a según se creyera, pero de todas maneras, sucesos, accidentes, incidentes, tropezones que de cualquier forma constituían una desgracia, un infortunio, un revés a lo planeado o esperado. En suma, una prueba que se tenía que sortear y seguir adelante. ¿Eran otros tiempos? Pos sí, claro, pero parece que en estos tiempos es igual, aunque… la misma puerca pero revolcada. Tal vez sea así ahora, por la penetración, hasta la cocina, de los medios de comunicación, en todas sus modalidades.
Como escribió Rubem Fonseca: “…pero yo no soporto los noticieros. Sólo hay secuestros, narcotráfico, huelgas, desastres, un desfile de horrores (…), corrupción del gobierno, nepotismo del gobierno, medidas del gobierno para estorbar a aquellos que quieren trabajar. Hay demasiado gobierno en nuestra vida. ¿Cómo podemos hacer que Brasil crezca si ellos no nos dejan?
Hay que reformar la Constitución.
Necesitamos saber qué es lo que está pasando en el mundo.
Querida, en el mundo siempre sucede lo mismo. Igual que en Brasil.
Lo sé, Paula.
Es preferible leer los horrores por la mañana, a verlos en vivo y a colores por la noche”.
Hoy, cambio climático, terremotos, tsunamis. ¿Qué más? ¿Qué más? Violencia, intolerancia, indiferencia. ¿Qué más? ¿Qué más? Ignorancia, apatía, desesperanza. ¿Necesitamos más pa’ este 2010? Discriminación, inquisición, aniquilación no de la pobreza sino de los pobres, muerte. ¿Tan pesimista estoy? ¿Acaso la excepción a la regla? Porque a según el World Database of Happiness, México ocupa el séptimo sitio como país más feliz. ¡Caramba! ¡Y yo aquí de amargado e infeliz! Habiendo tantas razones pa’ ser dichoso, sonreír y hasta carcajear. Como que en nuestro país, todavía nos podemos pasar los altos sin consecuencias legales o morales; como que vamos ganando la guerra al narco; seguimos siendo transas y atascados; nadie cree en ningún partido político y a pesar de todo ya sabemos quién va a ganar; aquí abunda el analfabetismo y el alcoholismo (y aquí los analfabetas y viciosos tienen más chance de ser presidentes, diputados o funcionarios). (Milenio/12 de enero/2010).
¡Que nos enchilen otra y las que quieran! ¡Somos felices! ¿Más los veracruzanos? Como que aquí en Veracruz queremos mucho a Mr. M. Gibson, tanto que le mandamos a limpiar y sanear –¿es lo mismo?- el set del penal de Allende para la filmación de su próxima película “Cómo pasé mis vacaciones en verano”. (Y si mañana nos pide como set a toda la entidad, pos que nos avisen, para que a todos los veracruzanos –y no veracruzanos- nos trasladen a otro estado de la República. Con tal de promocionar a Veracruz y que nos caigan unos pesitos pa’ el desarrollo y progreso de los que vivimos aquí).
Felicidad pa’ todos. Como que aquí, en Veracruz al menos, “los niñas y las niños no se tocan” y se pretende detener la entrega de la Cartilla Nacional de Salud para niños y adolescentes. Es decir, prohibir información que sin duda ayudaría mucho a evitar embarazos y enfermedades de transmisión sexual.
Vaya, hace mucho tiempo, Hipatia enseñaba a dudar y a preguntar, y aconsejaba: “Defiende tu derecho a pensar. Pensar equivocándote es mejor que no pensar”. ¿Les enseñamos eso a nuestras niñas y niños veracruzanos?

Los días y los temas
Creo que ciertos políticos ya estarán diciendo, a propósito de estos tiempos electorales en Veracruz, “Ladran, Sancho, señal que cabalgamos”, frase que dicen que pronunció Don Quijote, pero en realidad jamás la dijo.
El próximo 20 de enero de 2010, Obama cumplirá un año como presidente de los Estados Unidos, y Noam Chomsky dijo en septiembre de 2009: “La elección de Barack Obama generó grandes expectativas de cambio hacia América Latina. Pero son sólo ilusiones”. Aguas con nuestros candidatos a Gobernador, presidentes municipales y diputados locales. Ahí se ven.

De cinismo y anexas

A propósito de la polémica por la Cartilla Nacional de Salud, simplemente les dejo estos versos de Aurelio Chavezmaya: “Dice mi abuelo/que todos despertamos/con labios de piloncillo./Pero que eso,/y sólo eso,/nada más lo saben/las niñas y los niños/que se dan un beso”.

Hasta la próxima
jarl63@yahoo.com.mx