Salvador Muñoz
Los Políticos
El priista espera que la definición del candidato a la alcaldía, diputación o gubernatura, sea lógica, congruente, razonada.
El motivo es muy simple en esa “espera”: El priista de hueso colorado quiere ganar y sabe que un factor determinante para ello será la decisión que se tome al final de las campañas internas.
No se necesita ser un genio de la política para entender la mecánica que lleve al triunfo: ¡escoger al mejor candidato! ¡Y hay que empezar desde abajo! En este caso: en la selección del candidato a la presidencia municipal.
La ecuación es muy simple, nada que el político, el priista, el panista, convergente, perredista, o militante del partido que fuere, desconoce.
Si hay una figura que tenga el poder de mover a una sociedad que muchas veces en otros procesos electorales se duerme, es el candidato a la presidencia municipal.
Esta figura sacude, arrastra, jala, motiva. Es un líder si no de toda la sociedad, sí de un gran sector de la población que es determinante para dar el triunfo.
¡Vaya! El candidato a la alcaldía es lo más popular que tiene un partido en una ciudad.
Este candidato en sí tiene sobre sus hombros la responsabilidad, al menos en este proceso electoral, de arrastrar votos para los candidatos a diputados y a Gobernador. ¡Ésa es su chamba!
La chamba del PRI, en este caso, es proyectar a este tipo de candidatos.
Quizás el mejor ejemplo de ello es lo que ocurra en Xalapa, a partir de la publicación de la convocatoria para la selección de candidatos a la alcaldía y diputaciones, donde dos jóvenes buscan la designación para ir en pos de la presidencia municipal.
Nos referimos a Elizabeth Morales y Américo Zúñiga.
Aparentemente ambos conocidos, aparentemente el “ambos”…
Por ello vale la pena involucrar a un elemento más: Carlos Aceves Amezcua, un precandidato a diputado por el Xalapa rural y actualmente director de Asuntos Jurídicos del DIF y con su cargo entonces se define quién es su padrino… ¡o madrina!
Vayamos entonces a un escenario virtual, a un ejercicio hipotético:
Supongamos que la “espera” lógica, razonada y congruente se viniera abajo con la designación a candidato de este joven Carlos Aceves Amezcua, un desconocido tanto para la población como para el mismo priismo local.
Con esta posición pongamos a Elizabeth Morales como candidata a diputada por el Xalapa Urbano y a Américo como candidato a la presidencia municipal…
¿Quién podría garantizar el triunfo de este joven Aceves Amezcua? ¿La unidad que abogan los hipócritas? No, el triunfo se lo tendría que dar el candidato a la alcaldía en ese arrastre de votos del que hemos hablado.
¿Cuántos votos cree que Américo le daría a Amezcua para triunfar? Es más, ¿Américo garantiza por sí su mismo triunfo? ¡Vaya! El único triunfo cantado en este escenario sería el de Elizabeth como candidata a la diputación por el Xalapa urbano…
Pongámoslo de otro modo:
La candidata a la alcaldía sería Elizabeth Morales: La pregunta variaría en ella con relación a Aceves Amezcua y Zúñiga Martínez: ¿cuántos votos les daría a ellos?
Pudiera decirse que Elizabeth no sólo garantizaría su triunfo, sino arrastraría al desconocido Aceves Amezcua y al mismo Américo, que sin lugar a dudas, de acuerdo a lo realizado en la secretaría de Trabajo, sería un excelente diputado: conciliador, político, negociador.
Todavía mejor…
¿Cuántos votos cree que Aceves Amezcua aportaría al candidato a la Gubernatura, por poner un ejemplo, a Javier Duarte, si llega a ser?
R= Muy pocos… ¿o ninguno?
¿La fórmula Aceves Amezcua-Javier Duarte le motiva?
¿Cuántos votos cree que Elizabeth Morales, como candidata a diputada, aportaría al candidato a la Gubernatura?
R= Indudablemente muchos porque obviamente ella ganaría su distrito…
¿Cuántos votos cree que Américo aportaría al candidato a la Gubernatura, por poner un ejemplo, a Javier Duarte, si llega a ser?
R= ¿Los mismos que podría aportar Elizabeth de ser ella la candidata a la alcaldía? No, por supuesto… serían menos… quizás mucho menos…
Claro… esto no deja de ser un escenario virtual, donde el priismo local espera que la definición del candidato a la alcaldía sea lógica, congruente, razonada para que el triunfo en los candidatos a diputados y a Gobernador sea una realidad.
Créanme que así, eligiendo al mejor candidato (en este caso, candidata) costará menos triunfar, tanto en pesos como en esfuerzos…
e-mail: dor00@hotmail.com
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