Justo campeón

Fernando Hernández Fernández
El Marcaje

Ganó el que menos errores cometió y el que supo aprovechar los del rival. A pesar de los pesares y de que a mucha gente le molestó, los Halcones UV Xalapa se pintaron su cuarta estrella dorada en el pecho y nuevamente se coronaron campeones de la Liga Nacional de Baloncesto Profesional.
Cierto que el enojo por este resultado fue para mucha gente, incluida en la esfera alta del poder en Veracruz, porque para nadie es un secreto que la esposa del gobernador Fidel Herrera, Rosa Borunda, es fiel partidaria de los jarochos, así como mucha gente a su lado.
En fin, Xalapa se quedó con la temporada 2009-2010, a pesar de los comentarios en diversos foros que acusaban una final arreglada, con apoyo del arbitraje y supuesta intervención del presidente de la Liga, Juan Manuel González, que a su vez es el mandamás de los Halcones UV.
Es increíble que a horas de haber concluido el quinto y definitivo duelo de la serie, aún haya especulaciones en torno al tema de los silbantes por parte de algún sector de aficionados porteños, pero justo como algunos del mismo grupo acusaron, es momento de dejar de poner pretextos y reconocer, porque en la duela los jueces no tuvieron nada que ver con los marcadores, inclusive, hasta se les vio mano blanda sobre la golpiza que le metieron sin compasión a Leandro García-Morales.
Ya no es momento de discutir ni cuestionar, suficiente hubo durante una tensa semana en las afueras de El Nido, donde inclusive aparecieron representantes de la Secretaría de Protección Civil para controlar los acceso al inmueble, ya que hubo sobrecupo; la seguridad es lo primero, pero lo extraño fue que tras una llamada “sorpresa” aparecieron estos elementos con vil amenaza de clausura ante cualquier anomalía, que podría incluir las mentadas de madre que la afición xalapeña les dirigía a los rivales, algo común en cualquier estadio del mundo.
Mucha gente se quedó afuera durante el cuarto cotejo, esas personas culparon a la esposa del gobernador, inclusive le mandaron saludos a través de pancartas en las tribunas del gimnasio, pero nunca se supo quién hizo ese aviso a los dirigidos por Silvia Domínguez, que dicho sea de paso, es la primera vez que se paran en ese sitio luego de cinco finales anteriores y alguno que otro clásico disputado. De esas cosas “raras” que se viven.
Y mientras tanto, el público se ensaño con doña Rosita, que si de por sí estaba enojada porque sus Rojos no ganaban y pa’ colmo eran insultados, pues supongo se puso peor cuando la afición le expresó su desagrado, inclusive en el juego del martes abandonó El Nido al medio tiempo y el miércoles ya no acudió a su sitió tras la banca jarocha.
De los detalles que deberá cuidad la directiva xalapeña, por su parte, es la aparición de revendedores en las inmediaciones del gimnasio. Se les reportó a los cuerpos de seguridad y a elementos de la directiva; la respuesta fue que se iba a llamar a la policía, que tardó mucho en llegar o de plano ni se apareció.
Se pudo alcanzar a medio platicar con uno de estos infractores de la ley, quien ya entrado en años dijo ser estudiante de la UV sin credencial, y por eso vendía una entrada; menuda sorpresa se llevó cuando trataba de huir, uno de sus compañeros le gritó que le pasara uno de 200 pesos, que era la cuota más barata por ticket. La más cara llegó a ser de 400.
El asunto es cómo consiguieron esos accesos, con quién se amafiaron.
En fin, una temporada más que rara, con revendedores, con “aparecidos”, con un coach cesado en plenos play offs, con manos extrañas metidas en la final para busca ganar a toda costa, demasiadas cosas nuevas, a pesar de que en Xalapa, han sido seis series de este tipo las disputadas.
Hasta la vista.

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