Duarte y Yunes ¡en el agua!

Salvador Muñoz
Los Políticos

A menos de 24 días para que la secretaría de Comunicaciones que dejó Marcos Theurel entregue el puente que se ubica entre Lázaro Cárdenas y la avenida Chedraui Caram, surge una polémica: ¿Qué nombre le pondremos, matarili-liri-lo?
Hay tres propuestas:
a) El puente de Plaza Cristal, por ubicarse a un lado de este centro comercial, aunque algunos dicen que si es por eso, que se le llame también el Puente VIPS, restaurante que está del otro lado.
b) La otra propuesta es llamarle el Puente de la Fidelidad, pero ya hay quienes se resisten a ello porque más que fidelidad, lo que apareció entre los xalapeños fue la paciencia, entonces podría ser el puente de la Paciencia.
c) Aunque la última propuesta es por la que muchos creen debería inclinarse todos: El Puente del Bicentenario. Además de conmemorar un hecho tan significativo para todos los mexicanos el hecho de llamarse el Puente del Bicentenario nos obligaría a recordar siempre, a las futuras generaciones, ¡el tiempo en que se tardó en construir el dichoso puente!
Amigos xalapeños, creo que estamos de acuerdo todos… ¡yo voto por la última opción!

¡El triángulo de las Bermudas!
Duarte en las playas veracruzanas. ¿Es criticable el acto de meterse al mar? No, con los méndigos calores que hacían, sería más criticable que no se hubiera metido. Aunque estuvo de más. ¿Por qué? Porque de acuerdo a las cifras que maneja el gobierno estatal, un millón y medio de turistas ya habían comprobado que las aguas de Veracruz eran aptas para divertirse, por eso estaba de más la inmersión del candidato a la Gubernatura pero no es criticable…
Lo que sí hay que criticarle es la bermuda con la que se metió lo que evidencia dos cosas:
a) Tiene mal gusto para estas prendas…
b) No tiene asesores (y si los tiene, como si no los tuviera).
¡Vaya! Creo que no se necesita ser asesor, basta con ser su amigo y decirle: Javier, esas Bermudas no… ¡pérame tantito! Ahorita mando a Chente o a Juan Manuel del Castillo a comprarte una roja…
Bueno, se insiste: Javier es una buena persona.
Ahora… sinceramente, qué canción le hubiera cantado a Javier si lo hubiera visto en la playa:
a) Han visto el cuerpo de una ballena / Síiii / Pues ni más ni menos…
b) Tiburón a la vista / bañista / un tiburón quiere agarrar / carnita buena….
c) Tuvimos un sirenito / justo al año de casados / con la cara de angelito…

¡Mal pensado!
Por supuesto, Duarte no es el único que peca de ausencia (o presencia) de asesores… a Miguel Ángel Yunes Linares también se le barren ¡y feo!
No tanto por su insistencia de salir con niños o niñas en brazos o en esa alberca para tratar de contrarrestar la imagen que Lydia Cacho le pintó en su libro (que no he leído) “Los demonios del edén”… ¡no es por eso!
Sino por el titular que se manejó en la nota cuando se mete a esa alberquita: “Yunes chapotea”.
¿Lo vio? ¿O soy el único mal pensado o que quiere ver moros con tranchete donde no los hay?
¡CHAPO-tea! YUNES CHAPO-TEA…
Bueno… yo lo vi así… no sé cómo lo haya entendido usted.

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