lunes, 5 de abril de 2010

Un acercamiento al problema del agua en México

Raúl Abraham López Martínez*
Coyuntura Política XXI

En el territorio nacional el problema por el acceso y distribución del agua potable se puede analizar a partir de distintas variables. Una de estas variables tiene que ver con la ubicación geográfica que presentan las cuencas hidrológicas, dando por resultado una desigual distribución de las cuencas. Esta irregular distribución de las cuencas, va a configurar un primer escenario político y social, en el cual las poblaciones que se encuentran cerca de las cuencas hidrológicas no tienen garantizado un acceso pleno al vital líquido, situación que se encuentra reflejada a grosso modo de la siguiente manera.
En el sureste del país se localiza 68 por ciento del recurso –siete veces más que en el resto del territorio-, se asienta tan sólo 23 por ciento de los mexicanos y se genera 14 por ciento del producto interno bruto (PIB); aun así, esa región tiene el mayor rezago en el servicio de agua potable (según la Comisión Nacional del Agua).
En el resto del país la situación es de escasez. Se trata de regiones áridas y semiáridas donde se desarrolla la mayor actividad económica e industrial, y en las que casa habitante dispone de tan sólo 2 mil 44 metros cúbicos por persona –nivel bajo- ya que cuentan con 32 por ciento del recurso renovable (Conagua).
En las urbes el panorama se repite. En la ciudad de México. En asentamientos urbanos como Iztapalapa, cada persona utiliza 20 litros diarios; en los sectores medios, como en la Delegación Benito Juárez. Va de 275 a 410 litros, y en los de máximos ingresos, como en las Lomas de Chapultepec, es de 800 a mil litros por día.
Según datos oficiales, que varían cada año de uno a tres puntos, la agricultura utiliza 76 por ciento del total del suministro de agua, para el uso urbano es de 14 y para el industrial, 10 por ciento.
Por las aguas superficiales, sobre todo los ríos, escurren alrededor de 399 kilómetros cúbicos de agua al año, pero alrededor del 87 por ciento se presenta en los 39 principales cauces, en cuencas que ocupan 58 por ciento de la extensión del país.
El 65 por ciento del escurrimiento superficial se concentra en siete ríos: Grijalva-Usumacinta, Papaloapan, Coatzacoalcos, Balsas, Pánuco, Santiago y Tonalá, superficie que representa 22 por ciento de al del país. En cuanto a los lagos, el de Chapala, el más grande de la República, tiene una capacidad de almacenamiento de 8 mil 148 millones cubicos.
En total hay 653 acuíferos, de los cuales 102 están sobreexplotados, entre ellos los de la cuenca del centro del país, Lerma-Chapala-Santiago, que tienen una extracción mayor a su recarga, debido a que se extrae alrededor de 57 por ciento del agua subterránea.
Esta sobreexplotación ha llevado a que la reserva de agua subterránea se esté minando a un ritmo de cerca de 6 kilómetros cúbicos por año. Además, existen 17 acuíferos con problemas de intrusión salina sobre todos los ubicados en Baja California, Baja California sur, Colima, Sonora y Veracruz.
A este panorama se suma la deforestación del país –que va de las 300 mil a las 769 mil hectáreas-, la degradación del suelo -70 por ciento tiene daños de moderados a intensos- y la severa contaminación de las cuencas del país, entre las más afectadas están las del alto Balsas, Lerma y valle de México. A pesar de la importancia que tienen como fuentes de abastecimiento de agua, por años han estado abandonadas y su situación es dramática. La falta de inversión es uno de los factores.
Información oficial indica que para hacer eficiente el uso del agua, reducir la contaminación, tratar el líquido y reutilizarlo, se requiere un gasto anual, en los próximos 25 años, de 60 mil 540 millones de pesos, según estimaciones de la Conagua. Esa cifra equivale a poco más del doble de lo que casa año se vende en México de agua embotellada, que asciende a 29 mil millones de pesos.
Esta falta de recursos ocasiona que por las fugas en la red hidráulica se pierda entre 40 y 50 por ciento del líquido, a lo cual se suma la que se desperdicia en las casas, que es alrededor de 60 por ciento.
La sobrexplotación de acuíferos, el bajo tratamiento de aguas residuales el mal uso del recurso harán de la problemática se agudice en la próxima década. De acuerdo con los Compromisos del Milenio establecidos por la Organización de Naciones Unidas (ONU), el gobierno mexicano enfrenta el reto, para 2015, de reducir a la mitad el déficit de población sin agua, que actualmente es de 11 millones de personas.
De esta cantidad de personas que carecen del servicio de agua potable, 8.8 millones residen en las zonas rurales, y una cuarta parte de la población nacional, alrededor de 24 millones de personas, no tiene sistema de alcantarillado. El tratamiento de aguas es de 31 por ciento del total del volumen recolectado.
En 38 ciudades del país hay serios problemas para proveer agua, y su dinámica económica y social se puede frenar por esta causa. Destacan al menos 10 urbes fronterizas; las grandes zonas metropolitanas de Monterrey, Guadalajara, ciudad de México, Toluca y Puebla; centros turísticos como Cancún, Los cabos, Ixtapa y Acapulco, así como los son centros industriales. A esta lista se suma el estado de Veracruz.

*Director de la revista digital independiente voz universitaria
www.vozuniversitaria.org.mx
raul@vozuniversitaria.org.mx
Colaborador del Observatorio del Agua del Centro de Ciencias de la Tierra de la Universidad Veracruzana

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