Y ahora, ¿quién podrá ayudarlos?

Fernando Hernández Fernández
El Marcaje

A que don Mohamed, insisto, se sacó usted la rifa del tigre, y si es verosímil todo lo que usted ha dicho, siento decirle que su dinero no debió haber entrado a los Tiburones Rojos; si en verdad se juega su patrimonio, está usted en camisa de once varas al haber adquirido un club que por más que se diga histórico y tradicional del futbol mexicano, es un eterno perdedor.
Realmente el presidente del Veracruz casi me arranca las lágrimas con su discurso del martes pasado, cuando decía estar consciente que no le creeremos con palabras y que por eso habrá hechos, que vendrán cambios, que se harán las cosas diferentes, que se avergonzaba de lo realizado por el equipo, en fin, todo eso que salió de su corazoncito para pedir disculpas ante tan aberrante temporada.
Aunque estamos de acuerdo, él llegó ya empezado el torneo, ya Raúl Quintana había hecho lo propio y demostró no tener palabra de caballero al irse por la puerta de atrás y después de haber mantenido a un tipo como Joaquín del Olmo tantas jornadas y haber dejado a Jorge Almirón para que terminara de darle al traste a los escualos; si hasta parece plan con maña.
Y ahora don Mohamed le tocó también llegar justo en el momento que fue muerta la gallina de los huevos de oro, esa que vivía en la casa de “Papá Gobierno” y que usted, sin deberla ni temerla, le achacaron el cadáver y tendrá que ver ahora el toro más cerca que nunca, porque el dinerito que le tocaba a los charales, algo así de 30 millones de pesos anuales, tendrá que conseguirlos de algún lado.
Aunque no me crea yo le tengo fe, por algo será, igual y me equivoco, pero cuando llegó dijo que apostó todo lo que tenía en el equipo, y que ya no había más billete, que daba todo por el equipo; sin embargo, se me empaña un poco el entendimiento cuando se supo que usted prometió de prima una camioneta último modelo a los jugadores si conseguían el triunfo en Cuernavaca contra Pumas Morelos, duelo que marcó su debut en el futbol profesional, pero entonces ¿no que no había ya más lana?
En fin, se ve lejano el regreso de los Tiburones Rojos a la Primera División, ojalá tuviéramos lo que tiene el Necaxa, lo que sea que haya sido, para lograr un título y ahora ser un fuerte aspirante al ascenso, apenas un año después de haber perdido la categoría, y más porque los Rayos no son esa super potencia, hizo lo mismo que todos los candidatos, armarse con gente de renombre, sólo que los hidrocálidos sí supieron trabajar y acá se sigue con la misma historia de siempre y que siempre invita al fracaso.
También se ver muy complicado que el gobernador cumpla su palabra de tener al equipo de vuelta al máximo circuito antes de acabar su sexenio, ya que sólo queda la compra de una franquicia y don Mohamed ya dijo que nel pastel, que no tiene money para eso; igual el gober se avienta por otro lado para adquirirla, aunque los candidatos serían Chiapas, Querétaro y San Luis, pero cada una con cláusulas en sus contratos que pueden complicar cualquier negociación y además con problemas cercanos al descenso y con conocimiento de la maldición jarocha, capaz que se compra un equipo y a las primeras de cambio va de retache a la Liga de Ascenso.
Qué cosas, pero sólo pasa por estas latitudes.
Hasta la vista

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