lunes, 3 de mayo de 2010

¡El perro!

Salvador Muñoz
Los Políticos

Alcibíades fue uno de los alumnos preferidos de Sócrates.
Le decían “el Bello”.
Pero además de su belleza, Alcibíades era inteligente… pudiera decirse que le dio un nuevo matiz a la forma de hacer política.
¡Ah! Claro… porque fue excelente, tan excelente que muchas ocasiones tuvo que huir de diversos puntos porque su inteligencia, habilidad para la política, sagacidad, ser impetuoso, le creó muchos enemigos.
Como militar, dio un giro a las tácticas de guerra: No asedió o acosó… prefirió negociar o incluso, hasta traicionar.
¿Le recuerda a algún político de nuestra actualidad?
En fin…
Además, Alcibíades tenía otras habilidades… era, por ejemplo, un gran orador, tanto que embelesaba a quien lo escuchaba y además, se sabía hacer querer ante el pueblo, era popular…
Dicen que un día, mientras hacía unas donaciones, la gente lo aclamó… el ego del político se hinchó tanto que sacó de entre sus ropas una codorniz y la soltó entre la multitud que, desesperada, trataba de agarrar esa ave que representaba al hombre del momento. ¡Le gustaba llamar la atención!
¿Le recuerda a algún político de nuestra actualidad?
Pero así como tenía cualidades, tenía muchos defectos. Gustaba de rendir culto a Baco, de darle vuelo a la hilacha con sus amantes (femeninos y masculinos)… despilfarraba el dinero a manos llenas, amaba las apuestas, tan increíbles como la de abofetear a su suegro con tal de ganar (en su descargo, dicen que al día siguiente, pidió al suegro que también lo abofeteara y fue perdonado). Era, como se dice en la actualidad ¡un perfecto desmadre!
¿Le recuerda a algún político de nuestra actualidad?
Pero si hay algo que un periodista y un político le deben agradecer a Alcibíades es la forma en que combinó a ambos elementos para mantener al pueblo atento a él, ser el mismo generador de noticia, de información y darle a la sociedad lo que él, como figura pública, quería y no lo que quisiera el pueblo.
¿Le recuerda a algún político de nuestra actualidad?
Bueno, a lo mejor con esta anécdota sí:
Dicen que Alcibíades tenía un hermoso can y un día mandó a cortarle el rabo.
Por supuesto, de inmediato la gente que le era más cercana vio con desagrado lo que le había hecho al perro. Entonces empezaron a murmurar por el modo en que había causado una fealdad al noble animal.
La noticia, por supuesto empezó a correr por las calles y toda la gente tenía que ver con el perro de Alcibíades.
Pocos amigos se acercaron a él y le dijeron que la gente hablaba… a lo que respondió:
–Esto es lo que quiero: ¡Que los atenienses hablen de esto!
Sorprendidos, no daban crédito… y le decían: “¡Pero, no entendemos…”
–¿Por qué quiero que hablen de esto? ¡Pues para que no digan de mí cosas peores!
¿Le recuerda a algún político de nuestra actualidad?
Sí… efectivamente, Alcibíades dio al político el modo de “amarrarse el dedo” generando él la información, dando la línea, aventando el anzuelo… el periodismo nomás lo cacha.
Si usted pensó en Reynaldo Escobar o en el Gobernador Fidel Herrera, déjeme comentarle que pudiera equivocarse y sería por esto: a Alcibíades, recuerde, le decían “El Bello”... y con todo respeto para los citados… ¡ellos están bien feos! No fijándose en quien escribe…
La moraleja es: ¡Aguas con la cola del perro de Alcibíades! A veces la noticia no es noticia.

e-mail: dor00@hotmail.com

1 comentario:

Eliseo Tejeda dijo...

con cierta envidia por tu ingenio, pero creo que otra vez más le has dado al clavo