lunes, 17 de mayo de 2010

La fidelidad... entre la soberbia y la humildad

Vicente Luna Hernández

Es una realidad que uno de los riesgos de la corriente política llamada fidelidad - impulsada por el gobernador del estado Fidel herrera Beltrán – en este proceso electoral es la soberbia en que pueden caer quienes hoy son candidatos y los diferentes operadores políticos provocada por los contundentes triunfos electorales en el 2007 y 2009, si bien la oposición ha señalado al IEV de estar al servicio del gobierno del estado, no pueden decir lo mismo del órgano electoral federal, y a pesar de todo la fidelidad se paseo por la mayoría del territorio veracruzano.
Si bien es cierto el PRI cuenta con una estructura jurídico-electoral y de movilización para el día de la jornada electoral, también es cierto que seguramente hay compromisos políticos que no se ha querido o no se han podido atender como los interesados esperan, y al acudir con quienes con ellos hicieron estos compromisos: políticos, comerciales, económicos, etc., reciben de estos el desden, la palmada en la espalda, el “abrazo fraterno”, o simplemente son ignorados, sin tener la humildad los integrantes o beneficiados de esta corriente política, de reconocer ante ellos la promesa incumplida o el reconocimiento al trabajo desempeñado, ¡cuidado!... Es a estos activistas políticos a quienes Miguel Ángel Yunes y Dante Delgado han buscado, visitado e invitado a sus proyectos políticos recibiendo simpatías y adhesiones.
La soberbia es característica de algunos que sin trayectoria política y partidista alcanzaron su encumbramiento durante este periodo gubernamental, hombres y mujeres que se rodean de aduladores para formar una imagen idealizada de si mismos, utilizan a los demás y, como se creen superiores a quienes trabajan con ellos, les pierden el respeto, es casi imposible mantener un dialogo con ellos, esto es intercambiar puntos de vista sobre asuntos y situaciones que no alcanzan a ver, son autoritarios, irritables y no toleran la critica, y ante un escenario tan competido como el que se esta presentando, estas actitudes le puede provocar muchos dolores de cabeza a quienes hoy tienen la fortuna de integrar la fidelidad.
La humildad y el trabajo en equipo debe ser una característica impulsada por Javier Duarte y respaldada por todos sus más cercanos colaboradores, es reconocer que no todo lo saben, que necesitan de la participación de todos los actores políticos distribuidos en la geografía veracruzana para conseguir la cristalización de un proyecto que va más allá del 2010, la humildad de escuchar con atención los justos reclamos de quienes no han sido atendidos en sus demandas, la humildad de buscar a quienes por intrigas o decepción se han alejado de las tareas partidistas, la humildad para respetar a quienes piensan diferentes y no caer en la tentación de hacer alarde de poder o riquezas…porque es bien sabido que todos tenemos algún tipo de pobreza.
Una de las fortalezas del gobernador Fidel Herrera Beltrán en el ejercicio del poder, ha sido el contacto permanente con la gente, los ciudadanos que con su voto y respaldo popular llevaron al triunfo electoral a muchos que se colgaron de sus valencianas y disfrutan de las mieles del poder, seria un error volver apostar en este 2010 solo a la figura del Ejecutivo del Estad…como algunos lo han hecho.

P.D.- Con el ánimo de no herir susceptibilidades y tomar lo anterior por el lado amable… escribiré otro día.

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