Las elecciones en Veracruz: priistas contra ex priistas

José Emilio Lobato Corrigeux
Comentario Abierto


Una vez llevada a cabo la toma de protesta por parte del ya candidato del PRI a la gubernatura del estado, se confirma lo que prácticamente todos sabíamos: la competencia electoral será entre los candidatos del PRI y del pan, en tanto que el candidato de Convergencia – PRD- PT, habrá de demostrar si incrementa sus votos o los disminuye, pero sea cual fuere el caso le quita votos al pan.
Son varias las aristas que los cafetómanos comentan con relación a las elecciones y sobre todo coinciden que el resultado de las mismas dependerá en gran parte del despliegue de recursos por parte de los promotores de los candidatos ya sea por parte del gobierno estatal y en su caso el gobierno federal, sin dejar de considerar la participación de algunos alcaldes que se han involucrado en los procesos para dejar sucesores, o bien para hacerle pasar un mal rato al candidato de su partido que no haya sido el de su preferencia o en definitiva sumarse al proyecto de su partido a los candidatos a diputados, ediles y gobernador del estado.
Un punto adicional es que, a querer o no, existe un reconocimiento al trabajo del gobernador Fidel Herrera Beltrán, sobre todo en las esferas sociales marginadas que son las que votan, principalmente por agradecimiento independientemente de la opinión positiva o negativa de los grupos tradicionales del PRI, que, aunque su labor es importante y útil para apoyar, no define el resultado de las elecciones, y el otro hay que decirlo, con algunas fallas pero el tricolor es el que cuenta con una estructura para promover el voto y para operar el momento mas importante: el de la jornada electoral.
No hay que desestimar que en algunas regiones la inserción de figuras priistas relevantes como candidatos residuales por otros colores a las presidencias municipales, pueden impactar el escenario, lo que llama a pensar que los tintes partidarios se regionalicen y algunas plazas importantes queden en manos de la oposición, el congreso se integre por una composición mayoritariamente priista, con una buena porción de diputados panistas y una distribución adicional a los partidos pequeños que forman parte de las alianzas partidarias, pero en definitiva la prospectiva se vislumbra favorable para el partido en el gobierno del estado, aunque una cosa si queda clara: sin que se llegue a haber violencia el proceso será convulso, reñido, altamente competido y se dará entre priistas activos y expriistas, así están las cosas.
Existen quienes refieren que dos mitos permean el ambiente preelectoral, uno de ellos es que el purismo no cuenta con recursos económicos para apoyar las campañas y el otro es que el pan está en las mismas condiciones, esto último considerando que de diciembre para acá se incrementó el IVA al 16% y el precio de la gasolina a sufrido tres incrementos lo que llama a pensar que la brecha económica por cubrir por parte del gobierno panista de Felipe Calderón es de tal magnitud que a tenido que adoptar estas medidas que impactan significativamente en los bolsillos de los mexicanos, lo que a su vez hace crecer la irritación popular que mas temprano que tarde tendrá sus consecuencias, sin embargo esta versión es especulativa por lo que cada quien sabe con lo que cuenta y esa información solo se tiene en las altas y selectivas esferas políticas.
Finalmente tendremos que esperar el destacado e importante papel que jugará la sociedad civil, la cual capacidades de movilización aparte por parte de los partidos y candidatos, al concurrir a las casillas habrán de definir el rumbo que tomará el resultado electoral y el futuro de Veracruz, la moneda está en el aire.
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