Columnas y culebreos

Salvador Muñoz
Los Políticos

Hace tiempo, un estudiante de conocida universidad de Xalapa me preguntó cómo hacer una columna.
Sinceramente no supe qué responderle, a lo más que pude hacer por él, fue a tratar de ayudarlo con la redacción, puntuación, sintaxis y demás cosas en las que también desconozco todo.
Pero me quedó la duda… ¡cómo hacer una columna!
Me puse a leer y a leer y he visto singulares estilos en donde vi ciertas mecánicas.
Hay quienes gustan de tener archivos y archivos a la mano para detallar con lujo de detalles su escrito. Hay quienes prefieren no complicarse mucho y encapsulan su información con dos o tres líneas. Así, parece, tienen más noticias que dar.
El que más me gusta es el “columneo adjetivizado”. Es sencillo sólo basta tener un amplio vocabulario y listo.
Por ejemplo, si queremos hablar de Yunes Linares, los adjetivos favoritos de este tipo de columnistas son “represor”, “pederasta”, “intolerante”.
Ahora que si quiere hablar de un funcionario, hay más adjetivos pero, claro, benditos “peros”… ¿quiere hablar bien o mal de dicho servidor público?
Si es para mal, qué le parece estas lindezas: “déspota”, “prepotente”, “arbitrario”, “corrupto” (de las favoritas) ¡y por supuesto! El adjetivo con el que suponen habrá de poner contra la pared al “nefasto” funcionario (se me olvidaba ése): “infiel” o “traidor”.
¡Qué malvados somos los columnistas!
Bueno, pero también tenemos nuestros lados buenos y para ello empleamos virtudes como las que a continuación pongo: “Honesto”, “trabajador”, “eficiente” y “eficaz” (si pone éstas dos juntas, le da caché a su lectura), “intachable”, “incansable”, “honrado” (no podía faltar), “responsable” y con la que casi están seguros de provocar un orgasmo literal: “fiel”.
Y si tiene alguna duda ai le va el ejemplo:
Primero, un texto normal:
El candidato a la alcaldía de Xalapa, Uriel Flores Aguayo, en su propuesta de trabajo, pretende poner un tren urbano en la ciudad…
Ahora, con texto en negativo:
El “nefasto” candidato a la alcaldía de Xalapa, el “déspota” Uriel Flores Aguayo, en su “arbitraria” propuesta de trabajo, pretende poner un tren urbano en la ciudad…
Ahora que si pretende dar el “cebollazo” agréguele algo así:
No está acorde con los “responsables” y “eficientes” lineamientos del “honesto” y “fiel” alcalde de Xalapa, David Velasco Chedraui.
Ahora, un comentario en positivo:
“Incansable” labor de acercamiento el realizado por la “fiel” y “trabajadora” Carolina Gudiño con los porteños. Su “eficaz y eficiente” propuesta de Gobierno vislumbra un contundente triunfo que sin duda, hará de ella la mejor y más “honesta” presidenta municipal que se tenga en la historia de Veracruz… (puede rematar con algo así): ¡Se lo merece!
Quizás por eso, por la manera tan sencilla que hay en el “columneo” (que más parece “culebreo”) es que los reporteros van desapareciendo para dar paso a una “clase” en el periodismo que da más importancia a la opinión que al trabajo de investigación: el columnista.
Sigo sin saber cómo hacer una columna, pero de algo estoy seguro: ¡Cómo me divierto al escribir!

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