¡Magazo!

Salvador Muñoz
Los Políticos

El primer truco que aprendí, fue separar mi dedo pulgar de mi mano.
Fue en un libro de Magia que llegó a mi poder cuando tenía menos de catorce años.
Así que aprendí a traspasar con mi aliento una botella para apagar una vela, a adivinar la carta que alguien saque de un conjunto de barajas o traspasar la mano de alguien con lápiz labial…
Por supuesto, la magia es inherente a la política.
Hace poco, un amigo me contaba que allá, por 1973, un magistrado fue de candidato a la presidencia municipal de Córdoba: Julio Zapata.
Allí, en esas elecciones, había un joven panista que llegó como delegado del partido de nombre Diego Fernández de Cevallos. No recuerdan el nombre del candidato blanquiazul, pero dicen que la ventaja que tenía sobre Zapata era de mil votos.
Había preocupación en el partido tricolor y no era para menos, pues la tierra del Gobernador, Rafael Murillo Vidal, estaba a punto de pasar a manos del PAN.
Entonces vino la magia… nadie supo cómo, pero aparecieron los votos necesarios para vencer al PAN…
¡Magia! ¡Abran cabrones! Perdón: ¡Abracadabra!
Sin lugar a dudas, casos como éste, el político ha de recordar muchos…
En la historia reciente, inolvidable es el acto de magia del Mago Herrera… ¿eh? No, ¡el otro Herrera! Paco Herrera Jiménez, quien en un acto de prestidigitación, duplicó no los panes, sino los votos, para que Emeterio López Márquez fuera Procurador.
Pero eso no fue todo… a ese trucazo vino otro: ¡Se transformó en priista y presidente municipal!
No en balde Papantla es Pueblo Mágico.
Alguna vez el alcalde David Velasco hizo un acto de Omnipresencia, similar a los que hace el Gobernador, quien anda en todos lados y en ninguno.
Pero en el caso del presidente municipal fue extraordinario: Estaba en Brasil y a la vez, atendía a la población de Xalapa ¡en Xalapa! Según constó en fotografías… ¡inmejorable! ¡insuperable!
En estos tiempos electorales, los trucos que saltan a la vista son los de Ilusionismo puro practicados por todos los candidatos que embelesan a quien se deje.
Los trucos aquí son similares tanto en el PRI, PRD y PAN…
Todos quieren desaparecer la tenencia vehicular, todos quieren desaparecer la pobreza, todos quieren sacarse de la manga miles de empleos, todos quieren sacar de la chistera soluciones a problemas ancestrales… ¡ilusionismo puro!
Sin embargo, hay trucos espeluznantes, como los de aparecer cabezas (sin sus respectivos cuerpos, claro) y más tenebroso es el truco de los desaparecidos…
El más reciente, el de Evaristo Ortega… Más de 50 días y nada.
Pero si eso les parece poco, les voy a dar el último gran truco celebrado en el Palacio de la Magia.
El personaje pronunció unas palabras mágicas, más terroríficas que la oración para crear un Gólem y tras hacerlo, sencillamente desapareció.
Nadie sabe de él… nadie lo ve… no gusta de aparecer en los diarios como acostumbra… hay un silencio inmenso en su entorno… ¿se habrá transportado a Sudáfrica? ¿Habrá cambiado su base a “El Gato Negro”? ¿Estará aprendiendo portugués (con eso de que dicen que no hay extradición)?
Y es que su ausencia es más inmensa cuando se habla de la Policía Nacional, cuando el crimen de los Hakim-Méndez sacude a Xalapa, cuando el golpeteo político-electoral está en su apogeo, cuando llega César Nava a decir que en Veracruz hay inseguridad y tiene que salir el Gobernador a decirles que “escupen p’arriba”…
Todavía más sobrecogedor: cuando es el encargado de la política interna del estado.
¿Dónde está Reynaldo?
¿Acaso sus palabras mágicas para desaparecer fueron “un veracruzanazo”?
¡Magazo!

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