miércoles, 23 de junio de 2010

¿Qué va a hacer México?

Jorge Arturo Rodríguez
Tierra de Babel

De tan llevada y traída la palabra democracia que ya no sé con exactitud qué chingaos significa. Antes bien, me considero dentro del 69 por ciento de mexicanos que sufrimos un desencanto por el funcionamiento de la supuesta democracia en el país, a según una encuesta nacional realizada en marzo de este año por Berumen y Asociados, y patrocinada por El Universal, la cual señala que “las principales fallas señaladas al sistema democrático son el abuso de poder, la corrupción y las promesas de campaña incumplidas. A ellas se suman la vida interna de los partidos y su relación con otros institutos políticos”.
Pos sí, eso harto lo sabemos, lo sentimos y hasta nos duele. Quizás por eso Charles Bukowski, con su cinismo alcoholizado, expresó que la diferencia entre una democracia y una dictadura consiste en que en la democracia puedes votar antes de obedecer las órdenes. Y Ambrose Bierce, sarcástico, afirmó que el elector goza del sagrado privilegio de votar por un candidato que eligieron otros. ¡Madres! Si será cierto en nuestro país, ¿acaso también en Veracruz? Mis fans lectores tendrán su acertada opinión.
Lo que sí es seguro, dijera la filósofa española Victoria Camps, es que la democracia necesita una virtud: la confianza. Sin su construcción, no puede haber una auténtica democracia. ¡Boomba!
¿Dónde está esa confianza? Vaya a usted a saber. Nuestro siempre Monsiváis –que en paz descanse-, señaló: “¿Y por qué el desencanto que hoy se vive? La respuesta está a la vista: porque la única y última adicción de la patria son las promesas, y no se ha variado el repertorio. Hay quienes ven la tele sólo por si Calderón aparece prometiendo la solución de todo, y cuando eso no sucede, la familia está triste.
“Realidades cualquier país las tiene, y pueden ser incluso positivas, pero promesas, y de la calidad y la variedad del gobierno de don Felipe, muy pocas. Por eso, lo que sí debilita a nuestra democracia es la escasez de las ofertas del porvenir… ¡Así no, señores y señoras! Queremos promesas extraordinarias, que sustituyan a la siempre falible acción de los gobiernos, que enreden estrepitosamente las almas. Ya lo dijo (o lo debió decir) Maquiavelo: el mejor gobierno es la promesa infinita”. ¡Moles!
Elenita Poniatowska escribió a propósito de la muerte de Carlos Monsiváis: “¿Qué va a hacer México, sin ti, Monsi?” Y la verdad, creo que tendremos que seguir su ejemplo, y como la misma Elenita dijo: “Tus causas serán nuestras causas, tu defensa de las minorías, nuestra defensa, no seremos estatuas de sal, somos, eso sí, tus amores perdidos, pero tú siempre serás el gran amor que enaltece y que todos buscamos en la vida”. Por mi madre, bohemios, que sí…

Los días y los temas
Américo Zúñiga, candidato del PRI a la diputación local por Xalapa urbano, en entrevista publicada en la Revista Llave (mayo de 2010), comentó que cubre perfectamente el perfil para ser legislador, y agregó: “Tengo la experiencia de servir en la administración pública más de un lustro, tengo la cercanía con la gente, afortunadamente cuento con su confianza y el trabajo que hemos venido desarrollando para ofrecerle a los xalapeños y a los veracruzanos un político preparado, atento y consciente de la problemática de la gente, que no venga a hacer lo que tradicionalmente se hace, sino que inyecte innovación y modernidad al oficio legislativo”. Así sea; hay que responder a la dichosa confianza del electorado.
Y Flavino Ríos Alvarado, candidato priista a la diputación por el Distrito XXVIII de Minatitlán, se comprometió “a velar por el bienestar de los habitantes del distrito, siempre diciendo la verdad, dejando en claro que hay cosas que se pueden resolver rápidamente y otras a corto o mediano plazo”. (Revista Líder, No. 149/junio/2010). Así sea, también.

De cinismo y anexas
Si reuniéramos todas las promesas de campaña de todos los candidatos, en verdad que en Veracruz, una vez cumplidas éstas, claro, viviríamos un “Mundo Maravilloso”. Pero tal parece que sólo andan expresando al electorado: “Pueden elegir el color que deseen, ciudadanos, a condición de que sea… (aquí va el color del partido que se trate)”. Mañana serán olvidadas las promesas y reinventadas otras más.

Hasta la próxima
jarl63@yahoo.com.mx

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