jueves, 15 de julio de 2010

Cierra Arredondo a tambor batiente

* IEV disipó incertidumbre informativa
* La pluralidad se consolida en Veracruz


José Ortiz Medina
En Corto... sin Cortes

A tambor batiente cerrará la Secretaría de Educación de Veracruz su trabajo en la administración de Fidel Herrera Beltrán. A sí lo afirmó su titular, Víctor Arredondo Álvarez, quien en una reunión con toda la estructura directiva y operativa de la dependencia delineó ayer cuatro líneas estratégicas de trabajo que serán la base para la conclusión de la administración.
En primer lugar giró instrucciones para realizar de manera eficiente y transparente la entrega-recepción administrativa; como segundo punto exhortó a todos los actores del quehacer educativo a redoblar esfuerzos para ofrecer los mejores resultados a los veracruzanos, tal y como ha sido el compromiso durante esta gestión.
El tercer rubro fue el anuncio de un importante foro que pondrá nuevamente a Veracruz como protagonista en los festejos del Bicentenario de la Independencia Nacional y Centenario de la Revolución Mexicana, en el que se analizará el rumbo que debe seguir el país; y finalmente, Arredondo Álvarez dio a conocer la creación de una memoria que plasmará la labor desarrollada en estos seis años, pero con lineamientos que propondrán una política de estado en materia educativa, la cual no sólo se podrá aplicar en la entidad, sino extenderse a todo el país.
Así, estimó que es el momento en que el país debe tomar en serio la educación, no sólo como discurso político, sino darle la importancia clave que tiene para el desarrollo de la sociedad. Por ello puso sus expectativas en esa memoria que, dijo, en su momento será entregada al gobernador electo y los representantes legislativos que iniciarán su trabajo para finales de año.
Este trabajo documental pondrá nuevamente a Veracruz como ejemplo nacional, pues aunque sus lineamientos se enfocarán a la entidad en un primer momento, tendrá una visión de estado que trascenderá los períodos de gobierno, manifestó. Y es que en concordancia con el trabajo del Gobernador Fidel Herrera Beltrán, el secretario de Educación se pronunció por no bajar la guardia a cuatro meses de concluir, sino al contrario aumentar la capacidad de resultados, borrando cualquier intento de acción desestabilizadora de actores ajenos al sistema.

EL QUE EL IEV haya salido el pasado martes a dar cifras de los resultados de la elección no es otra cosa que cumplir con el compromiso que tenía con los ciudadanos a quienes mantenía en la incertidumbre respecto a quién había obtenido la mayoría de los votos. En las calles, en los cafés, entre los taxistas, que son un sector que registra bien el pulso de la vida pública, se mantenían dudas respecto a si Javier Duarte de Ochoa o Miguel Ángel Yunes Linares había ganado la gubernatura. Quienes estuvimos cerca de la jornada electoral supimos desde el primer momento, según los resultados del PREP, que Duarte de Ochoa llevaba la delantera. Sin embargo, el órgano electoral no informó con puntualidad las cifras y fue hasta este martes en la noche, en sesión del Consejo General, que la Consejera Presidenta Carolina Viveros García cumplió el deber de informar y transparentar los resultados de la elección.
El Consejo General se había reservado dar detalles de los números, quizá para no incurrir en una violación al Código Electoral, que señala que el cómputo final distrital y la validación de la elección de Gobernador la hará el Tribunal Estatal Electoral. Sin embargo, el que el IEV haya dado información puntual y certera, disipa las dudas y deja en la sociedad veracruzana un buen sabor de boca, porque ahora sí sabemos que según el conteo de votos del IEV, hay un ganador concreto con nombre y apellido. El IEV tenía que informar, porque no ha sido poco el esfuerzo que el órgano electoral ha realizado desde el mes de noviembre que arrancó la elección. Informar a los ciudadanos cómo quedó la geografía electoral de la entidad era un deber y una responsabilidad mínima, porque de la contienda alguien tenía que salir ganador y los veracruzanos debíamos saber quién.
Claro, ahora le corresponderá al Tribunal Electoral solventar las impugnaciones y validar la elección de Duarte de Ochoa pero el IEV, y hay que decirlo con todas sus palabras, cumplió su tarea.

PERO ADEMÁS, digan lo que digan, en Veracruz no hubo fraude electoral. Con los márgenes tan cerrados en la contienda por la gubernatura, no hay acusación que se sostenga ante un tribunal electoral y así sucederá con los recursos de impugnación del Partido Acción Nacional y las inconformidades que también ya presentó Convergencia; en las elecciones tan competidas y con resultados que reconfiguraron al mapa político de los veracruzanos, las presunciones de inequidad se quedan sin sustento. Hasta ahora, y por los resultados que oficializó el Instituto Electoral Veracruzano, el PRI con Javier Duarte de Ochoa ganó la gubernatura, el PAN ganó la mayoría de las alcaldías y diez diputaciones, hasta el Partido de la Revolución Democrática conquistó la voluntad ciudadana a pesar de los descalabros internos por las designaciones y disoluciones de las dirigencias estatales. Un análisis superficial, sólo por la distribución de los espacios públicos y políticos, hace evidente que la pluralidad política y democrática se consolida en Veracruz, y por una razón de peso: la participación ciudadana, y es ahí donde cualquier intento de fraude se queda sin efecto. Así sucedió con el PAN que preparó realmente una elección de Estado. Javier Duarte de Ochoa es, sin duda, el veracruzano más votado y en su triunfo hay méritos propios; así se confirma en muchos distritos y muchos municipios que aparentemente eran priistas y se perdieron, pero en otros tantos sin identidad ni estructura partidista, ahí se evidenció la fortaleza de su proyecto que logró los votos que, en otros, le quedaron a deber.

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