viernes, 16 de julio de 2010

Ganar perdiendo

Salvador Muñoz
Los Políticos

Hay triunfos que duelen, como los de Pirro, el general que fue en apoyo a los griegos italianos y aún con alzarse victorioso contra los romanos, fue capaz de sopesar sus errores y exclamar: “Otra victoria como ésta y tendré que regresar solo a Epiro”.
O dijera Sun Tzu: “un general victorioso primero gana y después emprende la batalla; uno perdedor emprende la batalla y espera ganar”.
Tenemos tres casos de ambas partes, Pirro y Sun Tzu, que ejemplifican a la perfección con sus triunfos qué tanto fueron derrotados.
1) Si tuviéramos la óptica que tiene el dirigente estatal del PRI, Jorge Carvallo, con la que ve las elecciones estatales pasadas, podríamos decir que hay “mayoría” en el Congreso y la gubernatura se ganó aunque el Tribunal Electoral de Veracruz aún no haya hecho oficial el asunto… ¿se perdieron algunos municipios? Simple daño colateral… en síntesis: ¡Fue un triunfo!
2) En el caso de las alianzas, se ganó en Sinaloa, Oaxaca y Puebla… ¡con tres ex priistas! Las campanas se echaron al vuelo. La noticia era cómo la hegemonía de un partido se partía con el triunfo de Malova, Cué y Moreno Valle…, mientras en el departamento festejaban el PRD y el PAN… En el resto del edificio hacía un reventón el PRI con nueve gubernaturas (incluyeron la de Veracruz) en la bolsa.
Para la alianza PRD-PAN y demás, tres gubernaturas ¡son un triunfo!
3) En lo que va de este sexenio, se ha decomisado 75 mil armas, la mayoría provenientes de Estados Unidos, y se ha detenido a 78 mil personas relacionadas con el crimen organizado…, es decir, casi una tercera parte de los muertos que ha dejado esta guerra contra el hampa… ¿un triunfo?
No creo…
No creo si se compara con los muertos en la Guerra de las Malvinas (907).
O con los de la Guerra del Golfo (3009).
O durante la invasión en Afganistán (un mil 25).
O en la ocupación de Irak (cuatro mil 386).
Hablar de un triunfo sería demasiado pronto para el gobierno de Calderón y sea cual fuere el resultado en dos años, el final es evidente: Nunca obtendrá la victoria.
En conclusión…
a) Carvallo, o el PRI, a quien representa, puede decir que ganó la batalla pero tendrá que sopesar el precio que ha de pagar no él, sino el actual gobernador, así como Javier Duarte, si el Tribunal Electoral de Veracruz le da su constancia de mayoría.
b) PRD y PAN tendrán que ver qué tan productivas son sus alianzas porque si de doce estados ganan tres, sencillamente no entiendo esas matemáticas.
c) Y por último Calderón… ¿Cuántas vidas más? Así, sin agregar otra cosa. ¿Cuántas vidas más vale la pena?
Los tres están en un nivel de su carrera política en la que deben tener la humildad precisa para entender por qué el rey de Epiro, pasó a la historia con sus célebres “triunfos pírricos”.
Ganar perdiendo no es ganar.

e-mail: dor00@hotmail.com

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