viernes, 30 de julio de 2010

Pensiones, en Terapia Intensiva

Brenda Caballero
Números Rojos

¡Un doctor! ¡Por favor un doctor!, ¡mi esposa está muy mal, tiene fuertes dolores y se me desmaya! ¡Por favor ayúdenme! Era una voz desesperada que gritaba en medio de la sala de Urgencias de alguna “famosa” clínica del IMSS… Al fondo una voz femenina daba contestación a tan dramática escena:
–Tranquilícese, aquí damos jerarquía al tipo de urgencias y su esposa no trae un cuadro de haber sido atropellada, no tiene lesiones por arma o quemaduras, pero ahorita van a tomarle los signos vitales…
–¡Me dijeron eso hace más de media hora! ¿Tiene que venir sangrando o inconsciente para que la atiendan?
La mujer con bata blanca alzo la voz y dijo: “tenemos muchos pacientes graves, así que espere su turno, porque no tenemos ni lugares para atenderla”
–Pues por eso venimos aquí, porque mi esposa esta grave, no por gusto…
Si se le hace conocida esta historia no es “mera coincidencia”, es una de miles que suceden en el país diariamente, es una terrible realidad que vivimos aproximadamente 49 millones de derechohabientes afiliados al IMSS, y es que el servicio es tan pésimo que me atrevo a decir que más de 50 por ciento de los derechohabientes que aportan sus cuotas obreras, no asisten a tal institución a la prestación de los servicios de salud, pues argumentan “pierdes todo el día, para que te receten siempre lo mismo, y si te mandan con un especialista tienes que esperar hasta 6 meses, y en ese tiempo ya me morí”.
Aunque es cierto que el IMSS no se creó con la finalidad de dirigir hospitales y clínicas, es una aseguradora que cuenta aproximadamente con 18 millones de afiliados y cuya principal función es la de administrar riesgos, es la institución de seguridad social más grande de América Latina según su propio portal, aunque actualmente su situación económica es precaria, al borde de la quiebra, razón por la que las pensiones de un millón 217 mil trabajadores que hoy cotizan entre 11 y 25 salarios mínimos, se verán reducidas hasta en un 60 por ciento si se aplica esta tesis.
Resulta que hace más de mes y medio, la Segunda Sala de la Corte de Justicia de la Nación (SCJN) resolvió jurisprudencia, que señala el límite superior que debe considerarse como base para determinar las pensiones por seguros de invalidez, vejez, cesantía en edad avanzada y muerte por el equivalente a diez veces el salario mínimo al mes y no 25, como actualmente era considerado a los trabajadores que optaron por la Ley del IMSS de 1973.
Aunque “dijeran los que saben de leyes”, la resolución de la SCJN está apegada a la ley del IMSS pues marca que la pensión se tabulara sobre diez salarios mínimos, con la entrada en vigor de la nueva ley de 1997 (Afores), se comentó que se incrementaría gradualmente la cotización de salarios mínimos de diez hasta llegar a los 25 salarios mínimos como tope máximo, lo que es profundamente injusto para los trabajadores que a la fecha han hecho aportaciones por arriba de los diez salarios mínimos, ya que si ahorraron para jubilarse dignamente con 40 mil pesos mensuales, si se aplica la jurisprudencia sólo le otorgarán 16 mil pesos mensuales. ¿Les devolverá el IMSS sus aportaciones excedentes a los patrones y trabajadores que en estos 13 años suman algo así como 250 mil millones de pesos? ¿Usted qué cree?... Habría que preguntar al máximo beneficiado de los recursos del IMSS… Al Sindicato Nacional de Trabajadores del Seguro Social (SNTSS), que al parecer sus agremiados no serán afectos a esta jurisprudencia.
Ante esta situación han salido varias propuestas como aumentar las cuotas obrero-patronales, incrementar el subsidio del Gobierno federal o subrogar servicios del IMSS para evitar la picada del Instituto.
Desgraciadamente si se aumentan las cuotas patronales, las empresas tratarán de no pagar más y optarán por disminuir sus nóminas exigiendo a sus nuevos trabajadores recibos para pagarles por honorarios, como ha venido sucediendo actualmente, además de evitar el impuesto sobre la nómina, afectando aún más a la clase trabajadora.
Muchos creen que esta jurisprudencia no les afecta, pues tienen 30, 40 ó 50 años de edad y ven muy lejos su pensión o ni saben qué es eso, pero este problema afecta a toda la población mexicana, pues si el IMSS toma esa medida de disminuir las pensiones, se solventará por un tiempo sus problemas financieros pero en unos cuantos años se caería en el mismo problema ¿Y si usted tiene Afore, administrado por la Consar? Rece para que le respeten su ahorro y no salga alguna otra malévola jurisprudencia que afecte tantos años de trabajo.
Lo más recomendable sería que el gobierno aumentara el subsidio de los 103 mil millones de dólares que dice que tiene de reserva (¿O estará esperando utilizarlos al final del sexenio?), que cambiará el modelo de administración del IMSS y que subrogará los servicios médicos a hospitales privados, porque al tener libre competencia mejorarían considerablemente su calidad de atención y salud.
¿Y el trabajador se puede amparar? Desafortunadamente NO, puede tomar una acción legal hasta que esté jubilado, porque no cobra una pensión sino un sueldo y sólo al recibir la hoja de resolución de pensión, el trabajador la firme y ponga la fecha, empezarán a contar los 15 días hábiles que marca el artículo 21 de la ley de amparo, para solicitarlo no antes ni después, solamente en este acto de aplicación.
Sin lugar a duda la SCJN ya no protege y defiende a la población de sus derechos como cacaraquea en los spots de radio. Prueba suficiente es la aprobación de esta Jurisprudencia, pues es inminente su aplicación según el artículo 273 de la ley del IMSS de 1973 que dice: “en los casos en los que una pensión se haya concedido por error que afecte su cuantía(…) la modificación podrá hacerse desde la fecha en que se dicte el acuerdo de modificación”.
Sé que alguno de ustedes dirá: ¡pues 16 mil pesos mensuales es una cantidad decorosa!, ahhh!! Pero es una cantidad de jubilación al 100 por ciento, ¡y si se jubilan al 70, 80 ó 90 por ciento?
No olvidemos que estos trabajadores y sus patrones aportaron más de diez salarios mínimos a través de varios años de trabajo, dinero que fue redistribuido a los trabajadores que ganan menos de tres salarios mínimos y utilizado para proveer de prestaciones y servicios de salud a los derechohabientes más marginados. ¿Qué haría si a través de 20 años ahorra un millón de pesos y el día de hoy le dijeran que sólo tiene 400 mil?
Imagínese que del millón 217 mil trabajadores, muchos aún no lo saben y no tienen quien les explique el robo en despoblado a sus pensiones con la colusión del gobierno, ¿les alcanzará para comprar medicamentos que el IMSS nunca tiene? ¿Y si necesitan pañales para adulto? ¿Es el pago por servir más de media vida a las actividades del país? ¿Por qué nuestro gobierno en lugar de ayudar a darnos una mejor calidad de vida, nos está hundiendo en la miseria? ¿Los miembros de la SCJN también se pensionarán con el tope de diez salarios mínimos? ¿Dejará el IMSS de abrir hospitales y cerrará clínicas? ¿Recortará el IMSS más pensiones para solventar sus gastos de operación?
¿No se supone que ninguna ley dará efecto retroactivo en perjuicio de persona alguna según el artículo 14 de la Constitución Mexicana?
El IMSS tendría que desaparecer o mejorar totalmente su modelo y volver a preguntarse si todavía es una de las instituciones más queridas por los mexicanos, como lo expresa en su portal.
Por el momento, las pensiones están en coma, en terapia intensiva, esperando un verdadero milagro.

Email. brendacaballero1@hotmail.com

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