domingo, 22 de agosto de 2010

Alcaldías de cuatro años

Enrique Yasser Pompeyo-Díaz
Mesa de Redacción

La propuesta de aumentar el periodo de gobierno en los ayuntamientos de tres a cuatro años en nuestro estado, es un tema que deberá analizarse de manera profunda y seria.
En Coahuila y Michoacán ya se reformó la ley, pero habría que ver cómo ha funcionado.
Los argumentos a favor que siempre han dado van en el sentido de realizar y concretar obras y acciones en beneficio de la sociedad. Se ha dicho que en tres años poco se puede hacer. Que ese lapso es insuficiente para desarrollar proyectos que logren un beneficio real para los habitantes.
Y sí, es cierto. Por lo menos en Xalapa lo podemos ver, de hecho lo hemos vivido.
Cuando las autoridades municipales arrancan grandes obras o acciones se ven impedidos para darles seguimiento porque su periodo ya terminó. Cuando llega la nueva administración deja de lado, o de plano desecha lo que se venía realizando. Peor si es de un partido político diferente.
Quienes se han manifestado en contra de ampliar el periodo han expuesto que se corre el riesgo de que se insista en la reelección.
Y también es cierto. El poder corrompe. Nuestra historia nos lo ha enseñado. Cuando se llega al poder ya no quiere dejarse. Aunque se han encontrado caminos alternos para seguir controlando un municipio, estado o país, sin estar necesariamente al frente. Para eso se ha recurrido a dejar en el cargo a un hermano, primo, esposa, hijos o hasta al chofer. Aquí en Veracruz sobran casos: en el norte, centro y sur de nuestro estado.
El primero que viene a mi mente es el de Tantoyuca. Joaquín Rosendo Guzmán Avilés y su familia llevan años controlando aquel ayuntamiento. Además han brincado de cargo en cargo recurriendo a los vacíos legales que existen en nuestras leyes.
Otros esperan un periodo para volver a participar en un cargo de elección popular, mientras, dejan a alguien de confianza. Marcelo Montiel Montiel es por segunda ocasión alcalde de Coatzacoalcos, como muchos otros lo han sido.
Pero el meollo de todo es que realmente haya beneficios para los 212 municipios de nuestro estado. Eso es, finalmente, lo que debe importar. Si son tres, cuatro o cinco años está bien, pero que se aplique un plan de desarrollo de acuerdo con las necesidades y características de cada región.
La propuesta es viable. El problema sigue siendo la corrupción. De nada servirá tener a un alcalde cuatro años o más, si poco hará para mejorar la calidad de vida de los habitantes. De nada servirá si continúa el jineteo de los recursos públicos, el inflar costos de obras, así como la asignación de salarios que ofenden a los veracruzanos.
En Estados Unidos y algunos países europeos ya se hace, justifican algunos políticos.
Sí, también es cierto. Pero en aquellas naciones hay un alto nivel de cultura política y participación de los ciudadanos. Allá sí hay interés de la gente por lo que hacen sus gobernantes, allá sí se aplican las leyes. Además, el nivel educativo de sus habitantes es completamente superior al de los mexicanos y veracruzanos.
La propuesta de concretarse beneficiará a las autoridades municipales y a sus amigos. El pueblo seguirá como está…

enriquepompeyo@hotmail.com

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