Bachentenario y obras inconclusas

Salvador Muñoz
Los Políticos

El puente 845 es curioso. Hace más de un año le llamaban “Puente” sin serlo. Uno iba por la carretera y atravesaba un marco (ni siquiera arco) que ya tenía un letrero pomposo: “Libramiento de Cardel Puente 845”.
Desconozco si Marcos Theurel lo integró en su último informe… Qué mal se hubiera visto contabilizando un puente que ni estaba en función ni estaba terminado… Vaya, una obra inconclusa, aunque… Sin duda alguna, el puente Bachentenario pasará a la historia de Xalapa como la obra inconclusa más famosa de la capital jarocha.
Fue inaugurado el nueve de mayo entre fiesta y algarabía aun cuando no estaba cien por ciento concluido, pero no hay por qué extrañarnos pues no sería el único caso de una obra que quede a medias y se festeje como si fuera la octava maravilla del mundo. Casos hay muchos.
Si es usted aficionado a las artes marciales habrá de recordar entonces a Bruce Lee y “Game of death”, película que no pudo terminar porque la muerte lo sorprendió.
Incluso, se habla de la maldición de los Lee, cuando su hijo Brandon, filmando la película “El Cuervo”, fallece tras recibir un balazo en el estómago en la filmación de una escena donde se supone debía emplearse “utilería”.
Como sea, ambas obras de arte fueron concluidas después con extras y montajes… y posteriormente “inauguradas”… ¡Mmmm! no quedan en el plano del Bachentenario… Entonces son malos ejemplos.
Pero qué le parece La Sagrada Familia, una de las representaciones más claras del barroco que hizo de Antoni Gaudí su máxima exposición.
Bueno, La Sagrada Familia pudiera ser lo más parecido con este “Puente” pues es una obra que costó una gran fortuna, la empezó uno y la sigue otro. Algo más similar: Ambas aún no las han concluido.
La Sagrada Familia está en Barcelona. Igual que el Bachentenario, mucha gente confluye en ella. A la primera, la admiran, a la segunda como que ya la detestan… Pobre Bachentenario…, no tiene la culpa de sus creadores.
Por cierto, La Sagrada Familia la inició Francisco de Paula Villar y la continuaba Antoni Gaudí. El Bachentenario lo inició Marcos Theurel y aún no lo concluye Memo Herrera.
Sin embargo, la obra inconclusa que más admiro es una que se llama “El Ateneo”…
Es una pintura a medias, donde la figura que en ella aparece es la más codiciada por nuestra raza de bronce, es como se quisieran cotizar muchos artistas y el salario de nuestros paisanos allende el Río Bravo: El retrato de George Washington.
Gilbert Stuart hizo el busto del presidente norteamericano que ilustra a los dólares. La obra original dicen que está a medias lo que refleja el carácter del artista: impetuoso, arrogante, tan de sí. Según sus biógrafos, no hacía bocetos, iba de lleno al lienzo y odiaba la inmovilidad por lo que sus modelos podían estar platicando o en acción, menos posando. Quizás allí estaba el secreto de sus trazos. Captaba no figuras planas, sino líneas en compás… Su forma de vida, su desenfado, su juventud, lo llevaron a contraer grandes deudas pero su talento lo llevó a hacer grandes obras… Allí está el reconocimiento a su arte estampado en los billetes verdes.
Casi igual que el Bachentenario… Una gran obra aunque eso sí, no sé si sus autores hayan dejado alguna deuda por el puente inconcluso o esté saliendo más caro de lo presupuestado.
Lo que me extraña más es el hecho de que el gobernador se haya prestado a inaugurar una obra inconclusa que, como ya hemos visto (“Game of death”, El Cuervo, La Sagrada Familia, El Ateneo) no demerita en nada su función, como el tramo carretero del Libramiento de Cardel, que se espera en 2011, esté totalmente finiquitado.
Lo más importante es que, ahora sí, el famoso puente 845 dejó de ser una obra inconclusa, tiene función y deja de parecer un insulto a la inteligencia de los veracruzanos.

e-mail: dor00@hotmail.com