Culpa compartida…

Arturo Reyes González
Burladero

¿Es realmente difícil hacer bien las cosas? ¿Está en nuestra naturaleza ser mal hechos, ser proclives a la corrupción, chingar a los demás, pensar en nosotros antes que en el bien común, en el cuidado de nuestro entorno?
¿A qué viene lo anterior? al caso de situaciones como las que padecen en este momento los habitantes del “fraccionamiento” o mejor dicho “pantanero”, “El campanario” en el puerto de Veracruz.
Señal de desarrollo, de progreso, de avance en materia de vivienda, he ahí la realidad. ¿Cuál es? Que se trata de ciudadanos timados, que han sido objeto de burla de parte de los “empresarios como Pepe y Toño”, que son la fuerza motriz de este país.
Claro, no todos los empresarios son iguales, pero al menos en este caso queda evidente que no hay el más mínimo compromiso pues, por la calidad, por actuar con la visión que el país realmente requiere para salir delante de los conflictos que padece.
Pero regresando al tema, los jarochos han sabido –de siempre– que los terrenos donde se edificaron las casas eran, son y han sido pantanos. Ellos mismos se sorprendieron de la manera tan “light” en que fueron rellenados para hacer las casas. ¿Entonces? Si sabían, ¿Qué pasó? Eso que lo dejen para los que no somos de allá y entonces sí nos hubiéramos dicho sorprendidos.
¿Quién lleva la mayor culpa en este lamentable desastre? Digo la mayor porque al parecer está repartida: ¿Quién compró confiando en el empresario, el ciudadano que con gran esfuerzo invirtió sus ahorros para poder contar con una vivienda digna? ¿La autoridad encargada de supervisar y autorizar los permisos para la construcción de la zona? ¿El empresario mismo por vender algo que resultó ser un fiasco y fraude?
Ahora, ¿Quién sabía que esto podría pasar? La respuesta al parecer es Todos: habitantes, el alcalde, protección civil. Hoy, todos opinan, hablan de la cantidad de lluvia, de la falta de un muro de contención, de la naturaleza de los terrenos, de las corruptelas de las administraciones pasadas… ¿Quién da más?
Acá en la capital del estado, la unidad habitacional “Xalapa 2000” es otro ejemplo similar, donde los vecinos aún pagando sus departamentos, han sufrido deslaves de tierra que ponen en peligro sus patrimonios, y así sabemos también por amigos y vecinos de otros tantos desarrollos de vivienda que en realidad son fraccionamientos sin regularizar o sin municipalizar, sin accesos adecuados, sin tomas propias de agua, sin servicios básicos, construidos con mala calidad por oportunistas que lo único que ven es la posibilidad de ganar dinero a costa de los veracruzanos que requieren de un hogar.
Y cuántos otros casos similares no encontramos aplicados a otros ámbitos, fáciles de ubicar en nuestra agenda como sociedad. Cuántos casos hay en los que uno hace como que cumple, y la contra parte hace como que autoriza y así continúa una cadena de “favores”. Unos hacen como que trabajan, otros como que pagan.
El cuidado de nuestro entorno natural es otro claro ejemplo: Unos hacen como que cuidan, otros como que reforestan, otros como que sancionan las faltas que se cometen, otros que verifican su auto, otros que se preocupan por la situación climática, otros que no sacan su basura cuando no deben, etc.
¿Usted, ha participado en algún momento de un esquema similar? ¿Ha dado dinero a cambio de agilizar un trámite, de obtener un permiso, de que no lo infraccionen? ¿Acepta de manera pública su culpa, delante de su familia?
Los seres humanos somos “enredados” en ese aspecto, vemos las cosas venir, sabemos lo que muy probablemente nos puede pasar; ah, pero hacemos caso omiso de lo que sabemos es la solución, no la mejor, sino la única, la correcta. No somos capaces de afrontar la situación, de luchar contra la realidad, preferimos como que solucionamos y actuamos y así seguiremos hasta que nuevamente una mentira más caiga por su propio peso.
Pareciera que queremos vivir engañados.
Ojalá en lo que procesamos esto, los afectados encuentren eco a sus legítimas demandas de pago de daños, y no suceda –una vez más– lo de siempre, todos saben, nadie supo, la bolita va y viene. El jodido es el pueblo.

argo_reyes@hotmail.com