miércoles, 18 de agosto de 2010

Dante, víctima de Graham Bell y Buñuel

Salvador Muñoz
Los Políticos

Alguna vez comenté en este espacio de Antonio Meucci, un hombre que vivió en el anonimato, fuera de los libros, de la historia, de nuestros honores, por espacio de 120 y tantos años hasta que en el 2002 se le reconoció el aporte que hizo a la humanidad con su invento: el teléfono.
Así es, como aquella vez lo comenté, parece que Graham Bell simplemente se robó la idea de Meucci, quien de manera lamentable, no contaba con los recursos para poder plasmar o perfeccionar su invento que, por azares del destino cayó en manos de Graham.
Meucci, aún con el reconocimiento, es incapaz de romper de tajo con la idea que tenemos de que fue otro, y no él, el inventor del teléfono.
Dicen también que la obra cumbre de Luis Buñuel, Los Olvidados, se la tomó tan en serio que “olvidó” darle crédito al autor de tan fuerte historia: Jesús R. Guerrero. Sí, el afamado Luis Buñuel se comió todo el crédito en lo que se refiere a dirección y autoría de la obra.
El michoacano Jesús Rodríguez Guerrero, autor de varios cuentos, vive en el limbo de sus “olvidados” y Buñuel sigue siendo el maestro del celuloide español-mexicano.
El Twitter maneja una queja triste de Dante Delgado, que más o menos dice así:
“Fidel no sólo se intentó plagiar mi jingle de campaña, ayer confesó y aceptó robarse mi proyecto de la Riviera Veracruzana. ¡Qué descaro!”
Veámoslo así:
Meucci tardó 128 años en que se le reconociera su idea…
Jesús R. Guerrero, hasta el momento, seguirá esperando…
Dante no tuvo que esperar mucho.
II
No comparto en un 90 y tantos por ciento la forma en que usa el poder y gobierna Fidel Herrera Beltrán que si bien es respetable, insisto, no compartible.
Pero el domingo hizo un acto de humildad y honestidad (que eso no lo hace descubridor de tales virtudes), al expresar:
“Y entonces conocí de un portentoso proyecto, hecho con una gran visión, lo confieso y lo acepto: ese proyecto (La Riviera Veracruzana) se lo robé al senador Dante Alfonso Delgado”.
III
Siempre he considerado que hay hombres y mujeres con grandes ideas, que cada día de su vida, afinan, pulen, lustran hasta que llegan a un grado de “idea perfecta”.
Y ahí tienen su “idea perfecta”, en la cabeza, girando como un satélite.
¿Cuántas veces no ha tenido usted a ese destello de luz que platica con gran entusiasmo, que brilla en sus ojos, que hace que sus oyentes se contagien de esa energía que irradia al platicar esa “idea perfecta”?
¡Muchas!
Y entonces, pasan los días, los años, las elecciones, y nunca hace nada.
Llega otro, que a lo mejor no es brillante pero tiene visión, toma su idea, y un día ve que su abstracción es acción y obra.
Pues así le pasó a Dante.
Una gran idea pero sin acción y obra, no hay nada.

¿Descarado? No, no creo que en ese caso sea descarado el gobernador. Vaya, incluso se me hace justo al reconocer que la idea no es de él, sino de Dante… Aunque de la idea al hecho lo que cuenta, al final, es lo que es asible, tangible: lo que hizo Fidel, no Dante, moderna víctima de Buñuel y de Graham Bell.
IV
En lo que sí no estoy de acuerdo con el gobernador, es con su semántica. Ni “Unimonios” ni “Parimonios” al Matrimonio de parejas del mismo sexo. Si nos basamos en la acepción que se da de “Matrimonio”, podríamos comentar que es la institución social que crea un vínculo conyugal entre sus miembros. El término “cónyuge” no distingue sexo, sino que busca un equilibrio jurídico. Las obligaciones y derechos que contrae una pareja que se “matrimonia” depende de cada conjunto social y sus leyes. Si la Suprema Corte les llama “Matrimonio”, son Matrimonios sin el apéndice “de Homosexuales” o “de Gays”.
Ahora que si acudimos a la semántica natural de la palabra, desglosaríamos a “Matrimonio” como “Función o Cargo de Madre”, en el sentido de que la mujer, al casarse con un hombre, ya tenía derecho a ser madre dentro de la “legalidad”… Por eso a los hijos de una mujer sin “matrimonio” se les llamó “Natural” o “bastardo”… En pocas palabras, “Matrimonio” era una palabra que no implicaba ni equidad ni justicia a la mujer, sino una obligación y un agradecimiento de ella para quien decidió darle la oportunidad de ser madre.
¿“Unimonios” o “Parimonios”? Me parece que hay un aire de intolerancia más que de semántica.

e-mail: dor00@hotmail.com

No hay comentarios: