viernes, 6 de agosto de 2010

Fovissste: Casas de campaña

Brenda Caballero
Números Rojos

Desde que era pequeña, siempre quise ser maestra de preescolar. Afortunada o desafortunadamente, la situación económica en que crecí no me permitió lograr ese sueño. Saliendo de la secundaria no tuve otra opción que inscribirme en una carrera técnica en un Cbtis para incorporarme lo más pronto posible al mercado laboral y poder aportar dinero a la casa.
Aún recuerdo que el Cbtis en ese tiempo era visto como para “jodidos” y las Preparatorias era lo más “nice”… Si era de paga, ¡mejor!
Pero los tiempos cambian y actualmente los Cbtis tienen una gran demanda, ¡qué decir de la preparación! llegas a la Universidad y los primeros cuatro semestres de la carrera es un repaso de lo que ya viste, pero dijeran por allí, “uno nunca tiene lo que quiere, sino lo que necesita…”
Aunque no siempre es así… Aun recuerdo hace unos meses, antes del inicio de las campañas, una dama (maestra por supuesto), estaba en el éxtasis de la emoción y exclamaba: “tengo que juntar mis papeles porque están autorizando créditos”. No entendí al principio a qué créditos se refería aunque después de seguir escuchando cómo gritaba a los cuatro vientos su suerte de ser “maestra” y sus “innumerables prestaciones”, fui captando que eran créditos hipotecarios, sí…, para una vivienda… Aunque ella ya tenía una (por necesidad) quería otra (por gusto y oportunidad) y tenía razón…, época electoral…, un crédito hipotecario ¿a cuántos votos equivale? Papá, mamá, hijos mayores de 18 años… ¡Quién fuera maestro!
He de ser sincera, la envidia se apoderó de mí… ¡Imagínese! Usted metía su solicitud y documentos ¡y era un hecho!: “Crédito para vivienda aprobado”. No más sorteos… Minutos después entró la razón en mí y me dio gusto saber que familias que no contaban con una vivienda tendrían acceso a una, ¡qué importa si era un hecho electorero!
Y es que según la propia página del Fondo de Vivienda del Isstee (Fovissste), los estados en los que hubo elecciones fueron mayormente beneficiados. Por ejemplo, si despliega el archivo del Programa de Otorgamiento de Crédito para Vivienda 2010 para el estado de Veracruz, encontrará 59 páginas de beneficiados “sorteados”, un aproximado de tres mil 830 créditos, cifra muy superior a estados como Oaxaca, Tabasco, Michoacán, Tamaulipas, etcétera, sólo superados por el Estado de México y el Distrito Federal, el primero con 93 páginas, aproximadamente seis mil 100 créditos.
Pudiera pensar que la demanda es proporcional con el total de la población o ¿proporcional con su listado nominal? ¿Será porque el Estado de México tendrá elecciones en 2011? ¿O porque el color de los partidos son rojo y amarillo?
Prefiero no ser mal pensada y dejar que la Secretaría de la Función Pública (SFP) siga con sus investigaciones y aclare los 570 millones de pesos en la entrega de créditos por parte del Fovissste en todo el País.
Solo me queda una duda:
El vocal Manuel Pérez Cárdenas reconoce el fraude desde hace varios años según sus propias declaraciones, pero dice sentirse tranquilo, entonces… ¿Quién peca más, el que mata la vaca o el que le agarra la pata?

brendacaballero1@hotmail.com

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