lunes, 23 de agosto de 2010

Lavadora y Secadora de Dinero

Brenda Caballero
Números Rojos

Si a usted le preguntaran ¿en qué gasta el dinero que gana mensualmente? Posiblemente contestaría: “en la renta o el crédito de la casa, en pagar el coche, en comida, transporte, escuela, agua, luz, gas y si me sobra, chance para comprarse alguna que otra prenda de vestir o para pagar unos pesitos más al mínimo de mis tarjetas de crédito”. Dudo mucho que me conteste en salud, diversión y mucho menos ahorro, pues nuestra economía actual no alcanza para eso.
Desgraciadamente por el incremento de inseguridad en nuestro país, puedo tener la certeza que ha modificado el fin de ese dinero para cambiar la chapa de la puerta por una más segura, poner protecciones en sus ventanas, alarma a su automóvil o si su nivel económico se lo permite, invertir en seguridad privada como sistemas de alarma, circuito cerrado, guaruras o blindar su auto (bueno, éstas son palabras mayores).
Si usted no tiene empleo y esperaba que el gobierno cumpliera su promesa de campaña generándolos, ¡olvídelo!, porque las partidas presupuestales serán mayores para la seguridad… ¿Le quitarán a Salud, Educación, Infraestructura…? o ¿Generalizarán en IVA a 16 por ciento, incluyendo medicinas y alimentos?
Hace unos días leía que mi “querido presidente” volvió a convocar a otra de sus ya famosas reuniones de “Diálogos por la Seguridad” (más bien “Monólogos”, pues en esta ocasión no acudieron nuestros legisladores rojos) en la que proponía aumentar el presupuesto para combatir la Inseguridad en México. ¿Se habrá dado cuenta que la violencia genera más violencia?
Ahora propone una iniciativa de Ley contra el lavado de dinero en la que “verdaderamente se dañen las estructuras financieras de la delincuencia” (entonces ¿no se dañaban?)… un “poquito retrasada”, ya que tenía que estar lista seis meses después de la firma del Acuerdo Nacional por la Seguridad, la Justicia y la Legalidad (21 de agosto de 2008), presentándose sólo el candado a los depósitos de dólares en efectivo, decretado en junio de este año.
Dentro de las medidas prohibidas de la Iniciativa que todavía falta para ser Ley (pues no ha sido aprobada por el Congreso) están:
Realizar operaciones en efectivo mayores a 100 mil pesos en compra de propiedades, autos, bienes inmuebles, joyería, metales y obras de arte, las que tendrán que pagarse con cheques, transferencias electrónicas, tarjetas de crédito o de servicios.
Además de que se tendrá que proporcionar reportes a la autoridad sobre todas las operaciones realizadas los siguientes sujetos:
• Fedatarios públicos, notarios y corredores públicos
• Organismos o personas que realicen sorteos o juegos con apuestas y el pago de los premios
• Los encargados del blindaje de vehículos
• Las personas que se dediquen a la compra venta de vehículos, metales preciosos, relojes y piedras preciosas
• Los bancos, las casas de empeño, las inmobiliarias, las empresas que custodian y trasladan valores
• Los profesionales independientes en materias contable, jurídica, fiscal o financiera, que lleven a cabo el diseño o planeación de proyectos de inversión, ejecución de desarrollos inmobiliarios, auditorías, contabilidades externas o dictaminaciones fiscales
En caso de que alguno de los señalados anteriormente no identifique a sus clientes y usuarios, se multará con 15 mil y hasta 100 mil días de salario mínimo, o de diez a 100 por ciento del valor de la operación realizada, o se sancionará con prisión de tres a 15 años dependiendo el monto de la operación o la falsedad en los datos presentados.
Calderón busca dar más poder a la Secretaría de Hacienda convirtiéndola en la encargada de rastrear negocios, ingresos, vehículos, casas, joyas y cualquier fuente de ingresos y financiamiento de los grupos del crimen organizado, el narcotráfico y el terrorismo, otorgándole incluso facultades para disponer de las fuerzas policiales cuando lo requiera o para interponer denuncias, previas o penales, ante el Ministerio Público.
Propone que los gobernadores, presidentes municipales y cualquier funcionario o ciudadano pueda reportar a la autoridad actividades económicas sospechosas.
Como dijera el senador del PRD Carlos Navarrete, “los ciudadanos y hasta los mismos gobernantes saben quiénes son las personas que lavan el dinero, es de esos secretos tan bien guardados que todo mundo lo sabemos”.
Así que si en su ciudad o estado hay alguna de esas empresas que no se les para ni las moscas, pero que compran instalaciones y abren más sucursales, ¡ojo!, puede ser una lavadora… Parte de la lavandería de aproximadamente 35 mil millones de dólares anuales en México.
¿Logrará “mi querido presidente” implementar una buena secadora en México?

brendacaballero1@hotmai.com

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