Salvador Muñoz
Los Políticos
No sé cuál sea la perspectiva ciudadana respecto a una propuesta que habla de la ampliación del periodo constitucional en ayuntamientos de tres a cuatro años.
Y no lo sé porque sencillamente nuestras autoridades siguen siendo unilaterales: deciden, actúan y proponen sin tomar en cuenta a la población, vaya, ni con una consulta popular, foros, encuestas o sondeos.
Según se entiende, ampliar a un año más el periodo de un presidente municipal conllevaría a un sinfín de buenas intenciones que en tres años no se pueden dar…
Es decir, aseguran que con otro añito más, se podría mejorar la calidad de las gestiones municipales…
Con ello, sería la población la principal beneficiaria de esta propuesta, aunque no nos hayan tomado en cuenta.
Igual califican a esta idea de “municipalista” de acuerdo a las bondades que atraería:
1.- Aprovechar la experiencia adquirida en los primeros años de cada administración (algo así como echando a perder se aprende), y no se habla sólo del alcalde, sino de todo su cuerpo edilicio.
2.- Con un añote más, habrá la posibilidad de programar obras de mayor impacto social como hidráulicas o viales, con periodos de ejecución de hasta tres años que hoy ninguna administración se atreve a realizar. ¿Mmmm? Bueno, habría que reconocer en nuestro alcalde xalapeño la valentía para poner un elevador que desde hace un año debía estar… ¡Y tan campante como si nada! Se le perdona el puente Bachentenario, porque si bien no es responsabilidad suya, hubo un momento en que se lo achacaron… Lo que sí está canijo, es el puente peatonal de la calle Veracruz, sobre la avenida Lázaro Cárdenas, ¡que ni siquiera estaba programado!
3.- Suponen que habría coordinación institucional con municipios conurbados, y con ese añote, facilitaría la planeación de obras intermunicipales. Sí, en tres años está canijo… y…
4.- Con ese año de más, dicen que habría mayor estabilidad en los gobiernos… Puede ser, nada más vea qué tan inestable tenemos el de Xalapa, que a cada rato cambiaban titular de desarrollo o de Tránsito municipal.
Todas las bondades reflejadas en cuatro años, dicen los municipalistas, evitaría improvisaciones, decisiones precipitadas e interrupción de proyectos de infraestructura.
A ciencia cierta, no depende a veces un trabajo o administración municipal, del tiempo que se tiene, sino del alcalde.
Porque bien podemos tener no cuatro, cinco o seis años de gobierno y tener un presidente municipal que sencillamente no entienda la función que tiene que desarrollar y entonces sí será tiempo perdido.
Haga un análisis, enfoque a su alcalde y considere si con un año más que tuviera cambiaría el prisma de las cosas.
O llévelo a otro lado, al diputado, al gobernador… No depende del tiempo, sino del hombre.
¿No dice Fidel que iba por unos cientos de puentes y acabó con miles?
Allí está la clave… No es el tiempo, los recursos, la ampliación del periodo constitucional de un gobierno… ¡Es el hombre! ¡O la mujer! Depende…, si el gobernante sabe de sus limitaciones, hará lo que tenga que hacer en el tiempo que lo tenga que hacer…
Como Reynaldo Escobar, quien dio inicio al Programa Integral de Saneamiento a sabiendas de que no lo iba a terminar (ni de pagar) en su administración…
En fin… Mientras, el pasado 29 de julio, el gobernador Enrique Peña Nieto presentaba su iniciativa de ampliar el periodo de gobierno en ayuntamientos un año más… Quién sabe si prospere en el Congreso mexiquense pero en lo que se refiere a demás estados, parece que sí, pues ya lo siguió Fidel Herrera Beltrán.
dor00@hotmail.com
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