miércoles, 25 de agosto de 2010

Revocación del mandato

Luis Alberto Romero

Como se esperaba, siguen las reacciones al planteamiento de Fidel Herrera en cuanto a la ampliación del periodo de los ayuntamientos de tres a cuatro años:
1.- Jesús Alberto López, investigador del Colegio de Veracruz, opinó que no sólo se debe pensar en ampliar el periodo de los alcaldes, sino también en la posibilidad de la revocación del mandato, debido a que hay presidentes municipales que son tan malos que la gente no los soportaría durante 48 meses. Revocación de mandato, en resumen, como instrumento para exigir cuentas al gobernante.
2.- El Partido Acción Nacional, en voz de su dirigente estatal, Enrique Cambranis Torres, se pronunció por analizar y debatir la reelección de alcaldes y legisladores, más que la ampliación de los respectivos periodos. En su lógica, si un presidente municipal hace un buen papel, debería repetir en el cargo.
3.- Héctor Yunes Landa, diputado priista y presidente de la legislatura estatal, dijo que es viable tanto la ampliación del periodo como la reelección hasta por una ocasión de los alcaldes. Sin embargo, también señaló que se deben discutir los términos y establecer candados, porque se puede abrir paso a los cacicazgos municipales.
4.- Víctor Lara Flores, de la Gran Lógia del Oriente de Veracruz, también se pronunció a favor de la propuesta de Fidel Herrera, así como de establecer la revocación de mandato.
En este espacio, ayer comentaba lo dramático que puede resultar para un municipio que su autoridad local llegue al ayuntamiento sin conocimiento y experiencia en la administración pública. Buenos alcaldes he conocido pocos, gente honesta que merecería no sólo la ampliación del periodo, sino también la reelección; desafortunadamente, la gran mayoría de quienes he conocido y observado han terminado por decepcionar a quienes les otorgaron su voto y su confianza, van de error en error y una vez en el cargo se marean, politizan obras y programas sociales, incurren en un insultante saqueo de los recursos públicos y antes de concluir su trienio se vuelven insufribles para sus paisanos.
En un municipio de la sierra de Misantla, por ejemplo, conocí a un alcalde cuya principal preocupación era promover la construcción de un prostíbulo, porque –explicaba– la gente del municipio tenía que transitar una hora para llegar al centro nocturno más cercano, exponiéndose en una carretera insegura y llena de baches. El sujeto terminó su periodo de tres años con más pena que gloria, fue a parar a Pacho Viejo, acusado por un delito del fuero común, abandono de familiares e incumplimiento en la obligación de dar alimentos. Hoy deambula en las calles de la mediocridad, aturdido por el alcohol, y es recordado como uno de los peores alcaldes que ha tenido su pueblo. ¿Se imagina soportar a un tipo de esa laya durante cuatro años? Si tres pueden resultar eternos con malos alcaldes, cuatro serían como una mentada.
Desafortunadamente, abundan presidentes municipales de esa calaña y para la población de un municipio resultaría injusto sufrir las consecuencias, el atraso, el abuso de poder y el saqueo del dinero público durante cuatro años, si no se cuenta con un recurso como la revocación de mandato, es decir, la destitución de la autoridad antes de que concluya su periodo.
Ahora bien, si tuviéramos la seguridad, la certeza de que a los ayuntamientos sólo llegan personas probas, honestas, íntegras, capaces, entonces cuatro años no bastan, deberían ser seis; lamentablemente no es así.

luisromero85@hotmail.com

No hay comentarios: