* Plantea reformar la Ley Orgánica
* Se desata la sucesión en el Tribunal
José Ortiz Medina
En Corto... sin Cortes
Aunque a muchos tomó por sorpresa, el rector de la Universidad Veracruzana, Raúl Arias Lovillo, decidió dar un golpe de timón a nuestra máxima Casa de Estudios.
Se trata, como lo dio a conocer en su primer informe de su segundo período, de proponer una reforma a la Ley Orgánica de la UV.
En cuanto los legisladores locales aprueben el nuevo ordenamiento legal habrá sin duda un antes y un después en la historia de nuestra Alma Mater. Un parte aguas, pues. No cabe duda que Arias Lovillo ha decidido tomar el toro por los cuernos.
Así, aunque no sea el propósito principal, Raúl pasará a la historia como el rector reformista, muy a tono a estos tiempos de bicentenarios independentistas.
La meta será la autonomía plena, frase que Arias Lovillo pronunció en su discurso con denodado énfasis.
Al escuchar este pronunciamiento, la aclamación no se hizo esperar por parte de la comunidad universitaria congregada en la Usbi.
El propio Arias Lovillo advirtió que “la transformación estructural y jurídica más importante de la historia de la institución desde su nacimiento, hace 66 años” será fundamental para la etapa que la institución cursará durante los próximos tres años.
Explicó que aún existen anacronismos burocráticos “que hoy nos impiden modernizar nuestras estructuras y profundizar nuestro desarrollo académico y científico” y añadió que una nueva Ley Orgánica, desarrollada por el propio Consejo Universitario General, permitirá “abrir las puertas del futuro que todos deseamos y aspiramos”.
El Rector dijo que el presente es el momento de impulsar una nueva legislación universitaria ya que la Universidad “requiere de una nueva estructura jurídica y un estatuto general que permita construir el andamiaje de una institución moderna”.
Esta etapa reformista fue bien vista por el gobernador Fidel Herrera Beltrán, quien será recordado como un gran benefactor de nuestra universidad.
Y por último, a manera de rúbrica de su pieza discursiva, Raúl Arias adelantó el “grito”, pero en este caso, el grito universitario.
“¡Viva la Universidad Veracruzana!”, espetó, arenga independentista que fue secundada por los presentes.
Ni hablar, son los nuevos tiempos que soplan en la UV. Es la era de la autonomía plena.
NO OBSTANTE que el actual Presidente del Tribunal Superior de Justicia, Reynaldo Madruga Picazo, no descarta buscar la reelección al frente de ese poder, ya suenan otros nombres de probables “tiradores” a presidir el TSJE a partir de diciembre de este año. Así, por ejemplo, se mencionan los siguientes magistrados: Alberto Sosa Hernández, de la séptima sala penal; Vicente Morales Cabrera, de la segunda sala civil; Eugenio Vázquez Hernández, de la primera sala penal y Dionisio Gutiérrez García, de la cuarta sala civil.
De estos magistrados, Sosa Hernández es el eterno aspirante y hay quienes afirman que una vez más se quedará con el bat al hombro. Un buen prospecto sería Morales Cabrera, persona de conducta intachable, es relativamente joven, posee una carrera judicial de excelencia, es muy serio en su actuar, tiene un doctorado, fue juez, tiene la experiencia y antigüedad necesaria tanto en el poder judicial estatal como federal. La mayoría de sus compañeros lo ven bien. Por otro lado, Vázquez Hernández tiene una trayectoria distinta. Alguna vez ocupó un lugar en un juzgado municipal. Comentan que se fue al DF. Trabajó en algunas labores relacionadas con los medios de comunicación. A su regreso, con el apoyo de Dante Delgado sube a la magistratura. Hay quienes lo consideran como un candidato regular, “ni muy bueno ni muy malo”. Caso aparte es el de Gutiérrez García. Posee una excelente carrera en el poder judicial, catedrático de la UV, brillante jurista especialista en materia civil. Nos dicen que sería un buen presidente. No es muy político pero es inteligente. Cauto, no ha expresado abiertamente buscar la presidencia del TSJE.
Asimismo, entre los aspirantes hay añejas amistades, por lo que no serían remotos casos de alianzas. Es el caso de Alberto Sosa y Vicente Morales. Si uno de ellos queda en la recta final, hará equipo con el otro. De igual forma, nos recomiendan no ignorar al magistrado Raúl Pimentel Murrieta, quien ha hecho una gran labor de manera discreta. Ha cosechado amigos al interior del Tribunal y posee poderosas alianzas con magistrados que pudieran inclinar la balanza a su favor. En un escenario hipotético, podría ser una especie de “caballo negro”. Él sería –según nos dicen—un buen presidente, dados sus conocimientos plenos del poder judicial y su gran capacidad.
También se ha escuchado en los pasillos del TSJE que desde el poder Ejecutivo estarían impulsando a la magistrada Irma Dinora Guevara Trujillo, actual presidenta del tribunal contencioso administrativo.
Cualquiera de ellos puede ser, incluso hasta alguno que no hayamos mencionado. Todo puede suceder.
En las recientes elecciones del Presidente del TSJE, han llegado a la presidencia personajes que no eran muy mencionados en los medios de comunicación.
Y es que en ocasiones se polarizó tanto la posición de dos candidatos que entró un tercero en discordia, poco conocido pero que garantizaba el “status quo” de ese poder.
EN LA ÚLTIMA semana el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación mandó mensajes que preocuparon (y mucho) al grupo que se apoderó del PAN en el estado de Veracruz. Ya llevan dos elecciones a gobernador donde han desechado recursos de impugnación porque simple y sencillamente no podían sustentarse en pruebas fehacientes y contundentes. Por un lado confirmaron el triunfo de Miguel Alonso Reyes como nuevo gobernador de Zacatecas, quien ayer rindió protesta en su cargo; y por el otro, el análisis que hicieron del caso de Durango le otorgó a Jorge Herrera Caldera su ratificación de manera unánime como el nuevo mandatario estatal. Cuando uno escucha el análisis que los magistrados hacen tanto de las acusaciones (hechas principalmente por panistas) como de los hechos que rodearon a cada elección, hasta parece que están hablando de nuestro estado. Mala integración de expedientes y presentación de pruebas recabadas ilegalmente son algunas de las constantes en sus recursos de apelación. Ante este panorama cada día se fortalece más la idea de ver a Javier Duarte de Ochoa rindiendo protesta en Palacio de Gobierno en Xalapa el 1 de diciembre. Él lo sabe y por eso está redoblando sus acciones preparatorias para llegar así en las mejores condiciones para empezar a trabajar desde el primer minuto de su mandato.
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