Enrique Yasser Pompeyo Díaz
Mesa de Redacción
Violencia, desempleo, asesinatos, inseguridad, corrupción, narcotráfico. El infierno está aquí y no en otra parte. Así de sencillo lo deja ver la nueva película del director Luis Estrada, El Infierno.
Comedia negra y sátira que nos presenta la vida de Benjamín García -interpretado por el estupendo Damián Alcazar- víctima de la espiral de corrupción que prevalece en nuestro país.
Sin intentar hacer un análisis del largometraje que se encuentra en cartelera, la cinta retrata el tipo de política que se hace en México y su estrecha relación con la delincuencia organizada.
El director nos presenta algunos acontecimientos que se viven cotidianamente, a partir de la vida de Benjamín García El Benny, quien después de permanecer 20 años en los Estados Unidos, regresa a su pueblo natal llamado San Miguel Narcángel para encontrar un panorama desolador.
El Benny, que podría ser cualquier mexicano, poco a poco se ve obligado a entrar al bajo mundo del narcotráfico, los asesinatos masivos y la corrupción. Si su primera intención era iniciar un negocio lícito, su entorno lo lleva a seguir el mismo camino que han elegido muchos, por necesidad, por hambre, por falta de oportunidades, por llevarles algo de comer a sus familias.
Así, durante el desarrollo del filme conocemos a personajes como El Cochiloco, interpretado por el estupendo Joaquín Cosío, quien da vida a un sicario que tiene muy claro lo que hace: entró al negocio porque no había de otra y se gana muy buena lana, a pesar de los riesgos.
La película retoma, incluso, algunas frases o expresiones de nuestros políticos actuales. Sin dar nombres, el espectador sabe perfectamente a quién se refiere.
En El Infierno también podemos encontrar a personajes tan característicos como el líder de los narcotraficantes, el jefe de policía corrupto, la prostituta, el alcalde vendido, entre otros.
Como dije, sin querer hacer análisis del largometraje, el filme retrata a nuestro México actual y sus contradicciones; las políticas públicas erróneas o el desinterés en su aplicación, el alto índice de desempleo, los territorios sin ley o la ley del más fuerte, etcétera.
Ahora con los festejos del Bicentenario de la Independencia y Centenario de la Revolución que organizan nuestras autoridades de todos los niveles de gobierno, es una magnífica oportunidad para ir al cine, disfrutar de una muy buena cinta para reír un poco o mucho y, si se quiere, reflexionar.
enriquepompeyo@hotmail.com
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