lunes, 13 de septiembre de 2010

El puente del Bicentenario

Arturo Reyes González
Burladero

No se trata de la obra que se puede atribuir al puente número mil, ni el mil 111 ni el 780, menos el 931 ¡No!, además no se trata de la obra fidelista del sexenio; se trata de una de las principales “obras” de la administración federal de Felipe Calderón, y es el puente vacacional que estamos a punto de disfrutar, el cual comprende del miércoles 15 al domingo 19 de septiembre.
¿Por qué, para qué? Quizá para que dentro de todo lo que durante estos días los ciudadanos comunes y corrientes olvidemos, sea el fiasco que resultará la “magna” celebración del Centenario y Bicentenario de la Revolución y la Independencia de nuestro país, donde hasta la más pequeña de las obras proyectadas para conmemorar tan especial fecha, ha sido relegada para su inauguración el próximo año.
Para descansar a Peña Nieto, al PRI y al IVA, por lo que también son beneficiados de la obra del “puente Centenario-Bicentenario”. A la selección mexicana de futbol en su triste desempeño desde el mundial hasta los últimos juegos registrados.
Es motivo y pretexto (también) para dejar de contar a los connacionales muertos en estos días, producto de la violencia desatada en la lucha contra el crimen organizado. Asimismo, dejaremos de contar narco-fosas, migrantes centro y sudamericanos secuestrados, torturados y asesinados; de atender al pobre del jefe Diego en su secuestro.
Y acá en la entidad muchos dejarán de lado, esperemos que de manera temporal nada más, a los afectados por las inundaciones; a los posibles miembros del gabinete del próximo gobernador electo; la crisis de los poco más de 100 ayuntamientos y sus empleados que no reciben su sueldo devengado, la situación financiera de la misma administración estatal y los trabas de la Secretaría de Gobernación para declarar zonas de desastres y las trabas de los apoyos del Fonden.
Que no se engañe el señor Presidente, el sol no se tapa con un dedo, unos días más no nos van a hacer olvidar los grandes temas que traemos pendientes. Sí, se trata de un distractor, pero no es más que darle largas a lo que se tiene que trabajar, hoy o mañana. Los ciudadanos responsables de este país no se distraen tan fácil, a todos aquellos perjudicados en los tópicos que líneas arriba señalamos, no se les va a olvidar su dolor.
Los grandes problemas de este país sólo van a desaparecer con soluciones.
¿Puente? No, insisto, distractor, y de qué tamaño. ¿Y los grandes temas que seguimos tratando de resolver como nación? Tal parece todos pueden esperar, al menos unos cien años más… ¡Ó 200!

Turismo de contingencia
¿Quiénes son los servidores públicos que, nos queda claro, se vieron obligados a acudir a la zona de la cuenca del Papaloapan a “ayudar”, tal y como lo hace el gobernador? Agotaron todas las reservas de la botas de hule de la región, pero además, se atrevieron a buscar botas de hule de marca, ya que no querían ponerse las corrientitas.
Habrá que estar atentos a los informes que solicitó el gobernador para aquellos que creyeron que “lo iban a dormir”, cuando Fidel esta más tocado que un tambor de guerra. Estos pseudo servidores que ya demostraron para que están hechos y lo que les interesaba (el beneficio personal económico y aparecer en la fotografía), nos reportan nada más estaban pendientes de cuando llegara el helicóptero con el “uno” para estar cerca y ser vistos “cumpliendo”, y además de todo fueron miserables ya que rebajaron las despensas, por lo que las entregaron de a medio kilo, y así pudieron entregar más.

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