Salvador Muñoz
Los Políticos
Ocupaba una mesita pequeña en un rincón de la oficina. Allí revisaba las notas de los reporteros pues mi función era “corregir”, puesto heredado por el amigo José Ortiz Medina.
De repente ¡flash! Voltee y lo vi. Me acababa de tomar una foto. Tenía un rostro amable y al ver mi cara sólo me sonrió y se dio la vuelta. Cual Chaneque malcriado, cámara en mano, fue sorprendiendo a más de uno con su flash en la oficina, en la redacción.
Entonces llegó hasta ella que, cuando lo vio venir, se acomodó en la silla y arregló el cabello… “Así no”. Y ya no le tomó la foto.
Esas dos palabras y su acción me enseñaron algo en el periodismo: las fotos posadas no sirven.
No me tocó verlo, pero don Irineo, el formador, decía que llegaba a la medianoche, cuando ya llevaba adelantada la primera plana que hacía con base en “cutter” y papel engomado ¡y le deshacía la portada! Pero muy sutil, muy tranquilo, como si la noche no avanzara ¡y a hacerla de nuevo!
Gustaba de pararse atrás del reportero que redactaba sus notas. Delicado, sin llegar nunca a un mínimo de majadería, sugería a la vez que quitaba la hoja de la máquina de escribir, otra entrada a la información.
Lo decía de tal forma que no había manera de decirle que no o de enojarse con él.
Así era don Fausto Fernández Ponte, el hombre de las grandes crónicas, de las palabras raras que obligaba a uno a acudir al diccionario y que, terminó por ubicar al final de sus “Asimetrías”, en un breve glosario.
Hace como dos o tres meses lo vi en Veracruz. Cruzó algunas palabras con Fidel Pérez y se retiró. No lo reconocí.
Pero hay algo que reconozco en él. Junto con Yayo Gutiérrez hizo un periódico que durante mucho tiempo se significó tanto por sus reporteros como por su trabajo en redacción y formación.
Yo, conservo el recuerdo y conservo la foto… ¡ah! Y la enseñanza: Una foto posada ¡no sirve! Gracias don Fausto.
II
En verdad reconozco el enorme esfuerzo que el gobierno estatal a través de sus diversas dependencias realiza por nuestros paisanos del sur…
No soy fidelista, pero el Gobernador me pega donde me duele: Le doy las Gracias (así, con alta) y me pongo de pie por su intervención ante la Marina y Sedena para que permitan el acceso a organizaciones civiles que buscan rescatar a algunos miembros de las familias del sur que sufren inundaciones: las mascotas.
Súmele también, como lo comenté en anterior ocasión, a los animales de carga, de granja, de alimentación… hasta la fauna salvaje.
Luz María Rivera, la Diabla, nos narra el día de ayer ciertos pasajes que hablan de la humanidad que reina en muchos lugareños con respecto a sus mascotas:
“Yo no quería irme porque me daba pena dejar a doña Georgina Aguirre, que nos albergó en su casa en Tlacotalpan, porque cuando llegaron los soldados en sus lanchas, no quisieron subir a su perro y ella les dijo que sin su amigo no se iba, que mejor se quedaba y se quedó: por no dejarlo”: Damnificado.
Nos sigue narrando la Diabla Luz María: “En el albergue de Canal, Juana Vergara Andrade, mamá de Ingrid Susana (de 6 años) y de Berenice (de 10), admite que sus niñas a la hora crítica del agua al cuello y ayudadas por el abuelo, lograron ocultar de la vista de los marinos y soldados a Blas, un pequeño conejo blanco-gris y así llegar al albergue. Las niñas están tristes por el abuelo, quien prefirió quedarse porque no dejaron subir a la perra la Orejona”.
Otro más: “Cerca de ellas, la niña Ana Paola de apenas 8 años, dice que a ella no le dio miedo el agua y llegó al albergue con sus papás que, en la confusión, admiten que nunca vieron cómo su pequeña logró evadir la vigilancia militar y sacar envuelto en su jaula a Muñeco, un perico verde y medio desplumado”.
Gracias Luz María por estos mensajes. Nuevamente, gobernador, desde estas líneas, Gracias (así, con alta) pero le insisto: ¡Abra ese puente para esas organizaciones! ¡Sea usted el puente para que la Orejona y el abuelo, doña Georgina y su perro, estén a salvo como muchos más. Este miércoles, salen para Alvarado amigos que apoyarán a esas mascotas. En Tlacotalpan esperan deseosos que la marina o los soldados les den acceso. Esperan su ayuda y sé que no se las va a negar. Gracias.
e-mail: dor00@hotmail.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario