jueves, 16 de septiembre de 2010

¿Había algo que celebrar?

Fernando Hernández Fernández
El Marcaje

¿Realmente había algo que celebrar en esta semana? ¿Realmente tú te sientes con la libertad e independencia de pensamiento y sentimiento que tanto se profesa en este 2010? ¿Realmente la Revolución cambió en algo a lo que vivimos actualmente? ¿Realmente ha valido la pena todo el gasto que se ha hecho con el asunto del Bicentenario y Centenario?
Y te doy lector toda la libertad de decirme antipatriota, sin buenos sentimientos a los festejos y todo lo que quieras. Lo que no permitiría es que me digas poco mexicano o que mi país me vale un reverendo sorbete.
Digamos que tienes el poder de ser un líder a cualquier nivel, que tal vez lo eres, un alto mando en cualquier jerarquización, y tienes miles de millones de pesos en la mano, a sabiendas de que hay decenas de ciudades en la República afectadas por las lluvias e inundaciones.
¿Qué harías? ¿Los usarías para comprar mucha pirotecnia, crear un coloso y un desfile multicolor o ayudar a los damnificados? ¿Qué importa más, el circo al pueblo o la vida? ¿Así queremos celebrar una Independencia? Cuando hemos olvidado a los demás.
¿Qué dirías que hay bandas que cobraron en varias poblaciones del país dos, tres, cuatro y hasta ocho millones de pesos por presentarse? Sí, leíste bien ¡ocho millones de pesos! ¿Cuántas casas se levantarían con esa lana?
O vámonos por otro lado, qué de patriótico podría tener de que la Comisión Nacional de Cultura Física y Deportes, que “honrosamente” representa Bernardo de la Garza, traiga en octubre al estadounidense Michael Phelps a la fiesta. ¿Eso es importante? Para mí no, son dólares tirados al carajo nada más.
Más aparte todo lo que la Conade hizo para su mentado Festival del Bicentenario, sin olvidar que estará Paola Espinosa dando brincos para enseñar que sabe lanzarse clavados, o también la presencia de María Espinoza, la campeona del tae kwon do; que eso no está mal, son atletas mexicas, pero toda la parafernalia externa es la que no me cabe en la cabeza.
¿No se supone que no hay dinero? Dicen que andamos en una crisis mundial, pero sí hay para más de cinco minutos ininterrumpidos de juegos pirotécnicos, para todo lo que englobó la celebración, para lo que han de haber cobrado los grupos musicales en todo el país, para ese circo que pide la gente y que si no nos lo dan hubiéramos linchado al gobernante en turno.
Aunque en lugar de ver, en el caso de mi natal Xalapa, la Plaza Lerdo con más de 22 mil personas, hubiera preferido que esa “inversión” o esa gente, se mochara con algo para la gente que pasó la noche en un albergue, a demasiados kilómetros del que era su hogar; ahora trasladémoslo al Zócalo de la Ciudad de México, y traduzcámoslo a cuánta ayuda hubiera representado para Veracruz, Oaxaca, Tabasco, Tamulipas, y para prevenir lo que se viene a partir de este viernes con más lluvias.
Pero eso sí, qué chula de bonita se le oía la voz a nuestro “preciso” al gritar “viva México” y toda la letanía que se echó, aunque se le debe de reconocer que no se le salió ningún “gallito”, como cuando daba sus discursos “preciosos” en campaña.
En fin, cada quien su consciencia y luego no nos preguntemos dónde quedó la bolita, o mejor dicho la lana, si la dilapidada se dio en nuestras meras narices.
Entonces, ¿realmente había algo que celebrar en esta semana? ¿Realmente tú te sientes con la libertad e independencia de pensamiento y sentimiento que tanto se profesa en este 2010? ¿Realmente la Revolución cambió en algo a lo que vivimos actualmente? ¿Realmente ha valido la pena todo el gasto que se ha hecho con el asunto del Bicentenario y Centenario?
Hasta la vista.

fhernandez1980@gmail.com

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