martes, 21 de septiembre de 2010

Y todavía no acaba

Luis Alberto Romero

De las dos noticias, una es mala y la otra, peor: medio estado está en condición de catástrofe y, por otra parte, según los pronósticos, aún faltan siete huracanes en el Golfo para dar por terminada la temporada.
El saldo hasta ahora resulta impresionante: 117 municipios han resultado afectados, lo cual implica que más de tres millones de personas fueron damnificadas directa o indirectamente. Por otro lado, los daños son incalculables aún, aunque el gobernador Fidel Herrera estimó que los efectos del huracán representaron pérdidas para Veracruz por más de 50 mil millones de pesos. Otros, más pesimistas, opinan que la cifra podría alcanzar los 70 mil millones, como es el caso del diputado Fidel Kuri.
140 mil viviendas afectadas y 100 mil personas evacuadas. El número de damnificados, de acuerdo con datos de protección civil, podría superar el millón de personas. La infraestructura carretera está seriamente dañada.
Hay de tragedias a tragedias, porque una cosa es perder los enseres domésticos, los muebles y hasta la casa y otra diferente es perder la vida. Las inundaciones que provocó Karl, le trajeron la muerte a doce personas; lamentablemente, la cifra podría crecer, porque aún se reportan personas desaparecidas.
Es, sin duda alguna, la peor tragedia que se haya registrado en Veracruz.
Hay quien recuerda el paso del ciclón Janet por territorio nacional (187 muertos y una estela de destrucción impresionante); sin embargo, en 1955 no había sistemas de alertamiento y la cultura de protección civil ni siquiera tenía pañales. Si las condiciones que prevalecen ahora en Veracruz se hubieran registrado hace 50 años, la cifra de personas muertas se hubiera multiplicado.
Ayer, como desde hace varios días, Fidel Herrera estuvo en la zona siniestrada; fue entrevistado por los noticiarios de televisión, ante cuyas cámaras dijo que nunca antes Veracruz había sido tan golpeado por la naturaleza. También mencionó que siete días tardarán en sacar el agua de las zonas habitadas.
En este espacio, ayer daba cuenta de los actos de rapiña y saqueo de comercios en los asentamientos afectados. Hoy, los actos vandálicos y delictivos también se presentan algunas carreteras y en los accesos a las poblaciones damnificadas: en grupos, piden cooperaciones y quien no “colabora” es objeto de agresión. En ese sentido, se espera que luego de la visita del presidente Calderón a la zona afectada y después del llamado a las fuerzas federales para que eviten saqueos, se reestablezca el control y se evite el hurto.
Por otro lado, en la zona afectada trasciende la versión de que no hay suficientes médicos para atender la demanda de la población. El secretario de salud, Luis Fernando Antiga Tinoco, afirmó que se han brindado más de 55 mil consultas médicas a los afectados. Los padecimientos más comunes: leptospirosis, problema común en inundaciones, cólera, dengue, infecciones gastrointestinales y enfermedades de la piel.
Al margen de los daños a la infraestructura y a la salud, al margen de las pérdidas económicas y humanas, llama la atención el daño que dejó Karl en la Casa de Cortés, un monumento histórico de incalculable valor que se ubica en La Antigua. La construcción, que data de 1525, no soportó el desplome de los viejos árboles que la rodeaban y varios de sus muros se vinieron abajo. La casa, construida con rocas de coral, piedra de río, piedra volcánica y teja plana, fue dañada severamente.
Volviendo al tema de la visita de Calderón a estas tierras, resulta importante la solicitud planteada por Fidel Herrera en el sentido de asignar un mayor presupuesto a Veracruz el año entrante, a fin de acelerar el proceso de recuperación, que incluye la reconstrucción de la infraestructura y la reactivación del comercio, la industria, los servicios y la vivienda.
luisromero85@hotmail.com

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