Aún hay chance

Salvador Muñoz
Los Políticos

Quería hacer un gobierno diferente.
Quería estar cerca de la gente.
Quería hacer mucha obra.
Quería dejar huella durante su estancia en el poder.
Entonces trabajó desde diferentes escenarios pero bajo un esquema: hacer leyendas.
A los hombres les encantan las leyendas, los mitos, los héroes.
Empezó en lo administrativo. Ninguna hoja se caía si no era por su voluntad, que en buen castellano quiere decir, nadie daba chamba más que él… “¡hasta al barrendero pone!” decían los corifeos.
En términos de economía, llegaron los hombres de otras latitudes a invertir en todo el territorio. A lo largo y ancho dinero, dinero y más dinero. Lo que representaba empleo, empleo y empleo. Claro, de que fuera mal pagado ¡eso es otra historia! Dijera Nana Goya… Pero empleo ¡hubo!
Con relación a Seguridad Pública, era un mundo feliz… ¡huxleyano! No pasaba nada, todo era paz, tranquilidad, sosiego, armonía… ¿qué? ¡Claro que había muertes, secuestros, descabezados, levantones, extorsiones! Pero eran los malosos que venían de otros lados… porque los nativos no entienden de eso… y si no se era muy convincente, entraba cualquier pajecito a hacer la paja: “Hechos aislados”… Hasta que conformaron un archipiélago que acabó en continente.
Con relación a los niños, jamás se tocaron, pero a las niñas del norte ¡las re-tocaron! Y la Justicia se vio pelona. Santa Inquisición a las que abortaran… de seguro estaban mal de la cabeza, ¡habría que mandarlas al psicólogo, no a la cárcel.
Y pudiéramos seguir y seguir pero jamás llegaríamos al objetivo que era el mismo: Hacer un gobierno diferente…
Trabajó duro, inaugurando puentes, puentes y más puentes… pintó las escuelas, los programas ¡y pintó caracoles a los proveedores!
Agradeció el apoyo de los constructores por el doble diezmo otorgado a la causa… el desarrollo de su economía que era la economía del territorio…
Fueron casi seis años de intensa labor que ningún gobernante había hecho…
Iba a dejar el gobierno perfecto.
La continuidad se haría presente, seguiría el desarrollo, el crecimiento, la paz, la tranquilidad, el empleo… nomás le faltaban tres meses para terminar hasta que…
La naturaleza dijo lo contrario.
Medio territorio devastado… la clase media se volvió clase media baja… la clase media baja se volvió pobre… la pobre se volvió pobre extrema… la pobre extrema, jodida… y los que estaban jodidos, murieron o están más jodidos.
Pero volvió a la base fundamental de su tesis en el arte de su gobernancia: hacer leyendas.
Fue un hombre que creció en la adversidad, desde abajo, contra viento y marea y una inundación, un huracán, no lo iban a vencer.
Es más, en tiempo de crisis había que aprovechar la inercia: “Ahora, hasta me van a salir a deber”.
Sí… a menos de dos meses todavía hay oportunidad de acabar como se pensaba: un gobierno diferente, estar cerca de la gente, hacer mucha obra y dejar huella de su estancia en el poder.
¿La reconstrucción? ¡Esa es para el que viene! Yo sigo en mi Veracruz feliz.

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